Garry Marshall pasará a la historia del cine como el director de “Pretty Woman”, éxito mundial de taquilla del año 1990 que sigue enganchando a los espectadores en cada una de sus emisiones televisivas con la misma fuerza de sus inicios. El célebre largometraje, con alma de cuento y cuerpo de comedia romántica, logró encandilar a millones de personas con el gancho de una pareja protagonista en estado de gracia, un buen puñado de escenas y diálogos emblemáticos y una fórmula que ofrecía aquello que el público quería ver. El cineasta recurrió poco después a parte de aquella habilidad en “Frankie y Johnny” pero lo cierto es que ambos triunfos cinematográficos constituyen dos hitos aislados dentro de su filmografía más bien mediocre, compuesta por trabajos endebles, cursis y excesivamente convencionales. Títulos como “Aprendiendo a vivir”, “Novia a la fuga”, “Princesa por sorpresa” y su secuela, “Historias de San Valentín” o “La noche de fin de año” configuran una trayectoria marcada en exceso por la blandenguería y en la que no se desmarca lo más mínimo de un estilo bienintencionado, típico y tópico.
Fiel una vez más a su línea habitual, el realizador neoyorkino presenta ahora “Feliz Día de la Madre”, enésimo intento de rodar una cinta coral interpretada por numerosos actores famosos, para mayor gloria de la comedia norteamericana más tradicional. Sin embargo, y quizá por ser la costumbre, el resultado final se sigue equiparando al de sus últimos proyectos, recurriendo a una mezcla de historias demasiado usuales, presentadas con un estilo narrativo nada artístico y sin salirse un ápice de esa receta mágica diseñada para repetir sus acostumbradas buenas cifras de recaudación.
Construida sobre varias tramas cruzadas y centradas todas ellas en la celebración del Día de la Madre, los personajes que la sustentan son muy diversos, desde una mujer de aparente marcada personalidad que trata de mantener la cordura cuando su ex pareja se casa con una más joven, hasta una famosa presentadora televisiva anclada en la soltería, pasando por una abnegada esposa que vive por y para su marido indio mientras teme los comportamientos racistas de su familia, o un melancólico viudo que aguarda con inquietud la llegada de esa jornada de celebración, ya que es la primera después del fallecimiento de su mujer.
La popularidad del elenco y la magnitud económica de la producción no logran evitar la profusión de chistes sin gracia y de clichés absolutamente manidos. Sería deseable que Garry Marshall se reinventase de una vez por todas y no se empeñase en utilizar de forma reiterada los mismos recursos. La sensación de estar asistiendo a esa infinita repetición de ideas ya utilizadas en decenas de sus filmes resulta patente. Para eso, yo prefiero ver por vigésima vez “Pretty Woman”.
Julia Roberts, actriz fetiche de Marshall, ganadora de un Oscar por “Erin Brockovich” y nominada en otras tres ocasiones (resultan muy destacadas sus actuaciones en “Magnolias de acero”, “Closer” o “Agosto”), encabeza el nutrido reparto. Le acompañan Jennifer Aniston -que continúa sin poder desprenderse de su papel en “Friends” y que posee una trayectoria cinematográfica más bien errática y decepcionante-, Kate Hudson -que también optó en el año 2000 a la estatuilla de Hollywood por la muy notable “Casi famosos” y que tampoco ha remontado profesionalmente desde el citado largometraje de Cameron Crowe- y, en el único papel masculino protagonista, el bastante desconocido Jason Sudeikis, visto en algunas pseudo comedias como “Somos los Miller” o “Cómo acabar con tu jefe”.
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Datos del film
Título original: Mother’s day.
Dirección: Garry Marshall.
País: USA. Año: 2016. Género: Comedia.
Reparto: Jennifer Aniston, Julia Roberts, Jason Sudeikis, Timothy Olyphant, Kate Hudson, Britt Robertson.
Guion: Tom Hines, Lily Hollander, Anya Kochoff y Matthew Walker.
Música: John Debney.