viernes, 28 de octubre de 2016

OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL (Ouija: Origin of Evil)

Existen personas que siempre se ríen al oír el mismo chiste. Muchas otras nos emocionamos al escuchar con asiduidad idéntica canción. Yo, sin ir más lejos, soy capaz de visionar cientos de veces (no es una exageración) algunas secuencias de películas y disfrutarlas igual que en su estreno. Parece, pues, que somos animales de costumbres. Sin embargo, también puede producirse el efecto contrario. Ante su reiteración, algunas bromas dejan de tener gracia, ciertas melodías terminan por resultar cansinas y determinadas cintas no resisten el paso del tiempo, de modo que, cuando nos topamos con ellas, echamos mano del mando a distancia para cambiar con urgencia de canal. 
El género de terror es uno de los más proclives a repetir fórmulas para provocar el susto de los espectadores. James Wan (realizador de “Saw”, “Insidious” y las dos entregas de “Expediente Warren”) afirma que “nos gusta ir al cine a pasar miedo” y quizá tenga razón. Pero, por lo que a mí respecta, me ocurre con esta concreta modalidad cinematográfica como con esa categoría de chistes que, oídos habitualmente, ya no provocan el efecto inicial. Para captar mi interés deben ofrecerme una propuesta novedosa. Cuando persisten en recurrir a efectos manidos y a viejos trucos ya exprimidos en el pasado, me condenan al cansancio más absoluto. 
En el año 2014 el director Stiles White presentó su film “Ouija”, que no fue, ni mucho menos, el primero que utilizaba la célebre tabla de contacto con los espíritus de los difuntos para aterrorizar al público. De hecho, son decenas los títulos centrados en dicha temática. Ahora llega a nuestras pantallas su supuesta segunda parte, “Ouija: El origen del mal”, que, por supuesto, incide sobre el mismo tema y que es recomendable para aquellas personas que ansían revivir la anterior experiencia de nuevo. A buen seguro no recriminarán la reiteración de la fórmula, puesto que lo que buscan precisamente es padecer los sobresaltos derivados de esa curiosa pieza que las almas de ultratumba desplazan sobre el esotérico tablero. 
En esta ocasión es Mike Flanagan, director y editor de largometrajes como “Absentia”, “Oculus: el espejo del mal” o “Hush”, quien se coloca tras la cámara y hay que reconocer que el resultado que logra es muy superior al de su antecesor de hace dos años. Demuestra mayor grado de audacia e ingenio y la filmación es de superior calidad. El problema, en mi opinión, radica en ser otro de esos productos centrados en la repetición de un patrón tan idéntico que se torna incapaz de producir el mismo efecto de antaño. Aun así, insisto en que constituye una propuesta muy acertada para ese segmento de público empeñado en la recurrencia de temas y de planteamientos. No sólo es la mejor obra de Flanagan para la pantalla grande sino que sorprende su notable avance en comparación al origen de una saga que, sin duda, acogerá más entregas de cara al futuro. Los más de cien millones de dólares recaudados por su predecesora (tras una inversión de apenas cinco), unidos a las notables previsiones económicas de esta, auguran que habrá ouija para rato. 
El equipo artístico está compuesto por actores desconocidos o ya olvidados. Destaca entre ellos Henry Thomas, el protagonista infantil de la inolvidable “E.T. El extraterrestre” de Steven Spielberg, pero gran parte de sus compañeros son desconocidos para el público. Pese a esta circunstancia, tanto Annalise Basso como Elizabeth Reaser (vista en la saga “Crepúsculo”) y la jovencísima Lulu Wilson llevan a cabo una correcta labor interpretativa que se ajusta a las exigencias de sus respectivos papeles.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: Ouija: El origen del mal.
Dirección: Mike Flanagan.
País: USA. Año: 2016. Género: Terror.
Reparto: Henry Thomas, Elizabeth Reaser, Doug Jones, Parker Mack, Sam Anderson, Kate Siegel.
Guion: Mike Flanagan y Jeff Howard.

martes, 25 de octubre de 2016

DON SIEGEL

El cineasta estadounidense Don Siegel nació en Chicago el 26 de octubre de 1912 y falleció en el estado de California el 20 de abril de 1991. Montador, director y productor de cine, inició su carrera profesional en los estudios de la Warner Bros, inicialmente en la biblioteca, luego como editor y, posteriormente, como jefe del departamento de montaje.

En alguna ocasión se había visto obligado a rodar algunos planos adicionales para las películas que montaba, así que logró convencer a Jack Warner para que le permitiera convertirse en realizador de segunda unidad de filmes como "El sargento York" y "El político", y también para que le autorizase a dirigir el cortometraje "Star in the Night", que ganó un Oscar en 1946. 

Su primer largometraje fue "The Verdict", un thriller de bajo presupuesto sobre un agente de Scotland Yard que investiga un crimen. Aunque apenas tuvo repercusión, contó con las buenas interpretaciones de Sydney Greenstreet y Peter Lorre. Tras el drama romántico "Almas en tinieblas", interpretado por Ronald Reagan y Viveca Lindfords, Siegel decidió independizarse de la productora en la que llevaba tantos años y dirigió para la RKO "El gran robo" -con Robert Mitchum- y su primer western para la Universal, "Duelo en Silver Creek" -con Audie Murphy-. 

En 1956 logró llamar la atención de crítica y público con "La invasión de los ladrones de cuerpos", rodada en apenas una veintena de días con actores desconocidos y con un presupuesto irrisorio que no llegaba a los 400.000 dólares. Poco después, se reencontró con Ronald Reagan (en la que sería su última aparición en pantalla antes de dar el salto a la política) en "Código del hampa", donde el futuro presidente de los Estados Unidos compartió elenco con Lee Marvin, Angie Dickinson y John Cassavettes. 

Tiempo después, Clint Eastwood puso en marcha su propia productora -Malpaso- y comenzó a preparar el rodaje de "La jungla humana". Entonces, Don Siegel se hizo con el proyecto, lo que le abrió las puertas a numerosas colaboraciones juntos. Repitieron casi de inmediato en "Dos mulas y una mujer", más comedia que cinta del Oeste, en la que Eastwood formaba pareja con Shirley MacLaine. También colaboraron en "El seductor", "Harry, el sucio" y "La fuga de Alcatraz". Ya en sus últimos trabajos dirigió a Walter Matthau ("La gran estafa"), Michael Caine ("El molino negro"), John Wayne ("El último pistolero") o Burt Reynolds ("Golpe audaz").

Escena de "La invasión de los ladrones de cuerpos"



Escena de "Harry, el sucio"



viernes, 21 de octubre de 2016

LA CHICA DEL TREN (The Girl on the Train)

La decisión de adaptar un “best seller” conlleva algunas ventajas, pero también acarrea ciertos inconvenientes. Queda garantizado el interés de buena parte de los espectadores que disfrutaron con el libro, al tomar prestada la correspondiente cuota de aciertos (aunque, también, de errores y trampas) que sirvieron para enganchar a los lectores. Sin embargo, al haber leído ya la obra y conocer a los protagonistas y su final, han realizado su propia interpretación mental sobre las características y las motivaciones de los mismos, por lo que tal vez no se vean reflejados en esa concreta visión del cineasta que traslada a imágenes la historia. Además, la posibilidad de sorprender (imprescindible en un género como el del thriller) por fuerza mengua considerablemente. Sea como fuere, “La chica del tren”, con más de cinco millones de ejemplares vendidos, desembarca en las salas de proyección exhibiendo virtudes y heredando defectos. 
Película de intriga correcta y que, como vehículo de entretenimiento ocasional logra su objetivo, despliega una destacada recreación visual y explota convenientemente una trama de suspense muy apta para dejarse llevar. Quizás el mayor reparo achacable sea que su realizador, Tate Taylor, no haya arriesgado un ápice en el ejercicio de la creación artística, limitándose a rentabilizar el éxito literario a través de una efectiva puesta en escena y permitiendo ser arrastrado por el contenido del relato, sin oponerse ni aportar nada por su parte. No ha contemplado la posibilidad de profundizar en los personajes ni de dar cabida a reflexión alguna. La experiencia, como si de un tiovivo se tratase, consiste en montarse y abandonarse al movimiento. En ese sentido, puede resultar divertida, pero nunca inolvidable. 
Este cineasta saltó a la fama con el melodrama racial “Criadas y señoras” y, tras rodar el biopic del popular cantante James Brown “I Feel Good”, se ha introducido de lleno en un género que tal vez no le sea propicio. “La chica del tren” requiere un mayor nivel de garra, emoción e intensidad para calificarla de buena propuesta cinematográfica, aunque pueda servir a un segmento de espectadores pasivos en busca de un mero pasatiempo de dos horas. 
Una mujer recién divorciada y con problemas de alcoholismo toma todos los días el mismo tren para acudir al trabajo. En su rutina se instala la costumbre de observar a una pareja que vive en una de las casas cercanas a las vías. Pero, lo que comienza siendo una inocente práctica de voyeurismo, se va trasformando en una pesadilla generada por su interpretación, no sólo de lo que ve, sino también de lo que imagina. Probablemente la cinta se proyectará dentro de unos años en la franja matinal de alguna cadena televisiva, para deleite de ese público propenso a acurrucarse en el sofá con el mando a distancia en la mano y reclamando un grado de suspense capaz de engancharlo. Por lo visto, ejercitar el arraigado vicio de espiar a la gente produce cierta fascinación, y parece que la mezcla de alcohol, degradación, paranoia y caos es un caldo de cultivo muy propicio realizar para dicha actividad. 
Dentro del apartado interpretativo destacan las actrices Emily Blunt, Haley Bennett y Rebecca Ferguson. La primera es una popular y consolidada intérprete que ha intervenido en títulos tan interesantes como “Sicario”, “La pesca del salmón en Yemen”, “La reina Victoria” o “El diablo viste de Prada”. A la segunda, más desconocida, podemos verla actualmente en cartelera con “Los siete magníficos”, además de contar con otras participaciones más breves en “El protector (The Equalizer)” o “Pareja de tres”. La tercera ha estrenado recientemente “Florence Foster Jenkins” y ha integrado el reparto de una de las entregas de “Misión imposible” (Nación secreta). Entre las tres sostienen el film sobre sus espaldas, dado que la participación masculina queda bastante difuminada.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: La chica del tren.
Título original: The Girl on the Train.
Dirección: Tate Taylor.
País: USA. Año: 2016. Género: Thriller.
Reparto: Emily Blunt, Rebecca Ferguson, Justin Theroux, Luke Evans, Allison Janney, Edgar Ramirez, Lisa Kudrow.
Guion: Erin Cressida Wilson; basado en la novela de Paula Hawkins


martes, 18 de octubre de 2016

PELÍCULAS PRESELECCIONADAS AL OSCAR AL MEJOR FILM DE HABLA NO INGLESA (Academy Award for Best Foreign Language Film)

La Academia de Hollywood ha dado a conocer la lista definitiva de las 85 películas propuestas por sus respectivos países para representarlos en los Oscar al film de habla no inglesa.

‘Julieta’, de Pedro Almodóvar, será la cinta española que acuda a este proceso de selección.  Entre sus principales rivales destacan la alemana ‘Toni Erdmann’, la israelita ‘Sand Storm’, la canadiense ‘Sólo el fin del mundo’ o la francesa ‘Elle’.

El documental italiano sobre el drama de la inmigración ‘Fuego en el mar’ podría tocar la fibra sensible después de haber resultado premiado en Berlín. Dinamarca, con su drama bélico ‘Land of Mine’, también se postula entre las nominadas.

Por su parte, la cuota latina también es susceptible de obtener una notable representación, ya que suena con fuerza el chileno Pablo Larraín y su magnífico biopic ‘Neruda’, así como el largometraje argentina ‘El ciudadano ilustre’. España participa en la producción de ambos títulos. 




LISTADO DE PELÍCULAS PRESELECCIONADAS


Albania, “Chromium,” Bujar Alimani
Algeria, “The Well,” Lotfi Bouchouchi
Argentina, “The Distinguished Citizen,” Mariano Cohn & Gastón Duprat
Australia, “Tanna,” Bentley Dean y Martin Butler
Austria, “Stefan Zweig: Farewell to Europe,” Maria Schrader
Bangladesh, “The Unnamed,” Tauquir Ahmed
Belgium, “The Ardennes,” Robin Pront
Bolivia, “Sealed Cargo,” Julia Vargas Weise
Bosnia and Herzegovina, “Death in Sarajevo,” Danis Tanovic
Brazil, “Little Secret,” David Schurmann
Bulgaria, “Losers,” Ivaylo Hristov
Cambodia, “Before the Fall,” Ian White
Canada, “It’s Only the End of the World,” Xavier Dolan
Chile, “Neruda,” Pablo Larraín
China, “Xuan Zang,” Huo Jianqi
Colombia, “Alias Maria,” José Luis Rugeles
Costa Rica, “About Us,” Hernán Jiménez
Croatia, “On the Other Side,” Zrinko Ogresta
Cuba, “The Companion,” Pavel Giroud
Czech Republic, “Lost in Munich,” Petr Zelenka
Denmark, “Land of Mine,” Martin Zandvliet
Dominican Republic, “Sugar Fields,” Fernando Báez
Ecuador, “Such Is Life in the Tropics,” Sebastián Cordero
Egypt, “Clash,” Mohamed Diab
Estonia, “Mother,” Kadri Kõusaar
Finland, “The Happiest Day in the Life of Olli Mäki,” Juho Kuosmanen
France, “Elle,” Paul Verhoeven
Georgia, “House of Others,” Rusudan Glurjidze
Germany, “Toni Erdmann,” Maren Ade
Greece, “Chevalier,” Athina Rachel Tsangari
Hong Kong, “Port of Call,” Philip Yung
Hungary, “Kills on Wheels,” Attila Till
Iceland, “Sparrows,” Rúnar Rúnarsson
India, “Interrogation,” Vetri Maaran
Indonesia, “Letters from Prague,” Angga Dwimas Sasongko
Iran, “The Salesman,” Asghar Farhadi
Iraq, “El clásico,” Halkawt Mustafa
Israel, “Sand Storm,” Elite Zexer
Italy, “Fire at Sea,” Gianfranco Rosi
Japan, “Nagasaki: Memories of My Son,” Yoji Yamada
Jordan, “3000 Nights,” Mai Masri
Kazakhstan, “Amanat,” Satybaldy Narymbetov
Kosovo, “Home Sweet Home,” Faton Bajraktari
Kyrgyzstan, “A Father’s Will,” Bakyt Mukul & Dastan Zhapar Uulu
Latvia, “Dawn,” Laila Pakalnina
Lebanon, “Very Big Shot,” Mir-Jean Bou Chaaya
Lithuania, “Seneca’s Day,” Kristijonas Vildziunas
Luxembourg, “Voices from Chernobyl,” Pol Cruchten
Macedonia, “The Liberation of Skopje,” Rade Šerbedžija & Danilo Šerbedžija
Malaysia, “Beautiful Pain,” Tunku Mona Riza
Mexico, “Desierto,” Jonás Cuarón
Montenegro, “The Black Pin,” Ivan Marinović
Morocco, “A Mile in My Shoes,” Said Khallaf
Nepal, “The Black Hen,” Min Bahadur Bham
Netherlands, “Tonio,” Paula van der Oest
New Zealand, “A Flickering Truth,” Pietra Brettkelly
Norway, “The King’s Choice,” Erik Poppe
Pakistan, “Mah-e-Mir,” Anjum Shahzad
Palestine, “The Idol,” Hany Abu-Assad
Panama, “Salsipuedes,” Ricardo Aguilar Navarro & Manolito Rodríguez
Peru, “Videophilia (and Other Viral Syndromes),” Juan Daniel F. Molero
Philippines, “Ma’ Rosa,” Brillante Ma Mendoza
Poland, “Afterimage,” Andrzej Wajda
Portugal, “Letters from War,” Ivo M. Ferreira
Romania, “Sieranevada,” Cristi Puiu
Russia, “Paradise,” Andrei Konchalovsky
Saudi Arabia, “Barakah Meets Barakah,” Mahmoud Sabbagh
Serbia, “Train Driver’s Diary,” Milos Radovic
Singapore, “Apprentice,” Boo Junfeng
Slovakia, “Eva Nová,” Marko Skop
Slovenia, “Houston, We Have a Problem!” Žiga Virc
South Africa, “Call Me Thief,” Daryne Joshua
South Korea, “The Age of Shadows,” Kim Jee-woon
Spain, “Julieta,” Pedro Almodóvar
Sweden, “A Man Called Ove,” Hannes Holm
Switzerland, “My Life as a Zucchini,” Claude Barras
Taiwan, “Hang in There, Kids!” Laha Mebow
Thailand, “Karma,” Kanittha Kwunyoo
Turkey, “Cold of Kalandar,” Mustafa Kara
Ukraine, “Ukrainian Sheriffs,” Roman Bondarchuk
United Kingdom, “Under the Shadow,” Babak Anvari
Uruguay, “Breadcrumbs,” Manane Rodríguez
Venezuela, “From Afar,” Lorenzo Vigas
Vietnam, “Yellow Flowers on the Green Grass,” Victor Vu
Yemen, “I Am Nojoom, Age 10 and Divorced,” Khadija Al-Salami

domingo, 16 de octubre de 2016

SNOWDEN

Oliver Stone es un referente indiscutible de la industria cinematográfica de los años ochenta y noventa. Su cine, pleno de intensidad, osadía y rebeldía, ha marcado una época. Dicha filmografía -compuesta por películas notables (“Salvador”, “Wall Street”), obras sobresalientes (“Platoon”, “Nacido el 4 de julio”) y alguna obra maestra (“J.F.K. Caso abierto”)- le catapultó al Olimpo de los directores más emblemáticos y venerados. Ganador de tres Oscars y cinco Globos de Oro y reconocido en los festivales de Venecia y Berlín, parecía destinado a unir su nombre al de magnos maestros como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese o Steven Spielberg. Sin embargo, con la llegada del nuevo milenio y por alguna extraña razón, sus proyectos comenzaron a perder la energía, originalidad y vitalidad de antaño, evidenciando un sorprendente declive creativo. Títulos como “Alejandro Magno” o “World Trade Center” resultaron claramente decepcionantes, mientras que otros como “W”, “Wall Street 2: El dinero nunca duerme” o “Salvajes” tampoco se acercaban al nivel elevado de sus primeras obras. 
Ahora estrena “Snowden”, la historia del ya famoso consultor tecnológico estadounidense, antiguo empleado de la CIA y de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) que, en junio de 2013, hizo públicos a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post unos documentos clasificados de “alto secreto” sobre varios programas de la NSA, incluidos los programas de vigilancia masiva. Parece que Oliver Stone recupera aquí parte de su capacidad reivindicativa para demostrar que sigue siendo ese cineasta rebelde y crítico con las corrientes políticas mayoritarias de Estados Unidos. No obstante, y aunque haya reconquistado parte de su creatividad combativa, continúa alejado de aquella particular habilidad para plasmarla visualmente de forma reflexiva y, a la par, entretenida. 
Basada en los célebres acontecimientos vividos por el joven espía norteamericano que se narran en el libro "The Snowden Files: The Inside Story of the World's Most Wanted Man", de Luke Harding, y en otro relato de su abogado ruso Anatoly Kucherena, se trata de una especie de fiel documental sobre aquellos hechos que saltaron a las primeras planas de los medios informativos y cuyo final todavía no se vislumbra. De hecho, es preferible para ello visionar “Citizenfour”, Oscar 2015 al mejor documental, considerado como una alerta reveladora, brillante y descorazonadora de la actual situación del universo de las comunicaciones. “Snowden” tal vez enganchará a los espectadores más proclives a las tramas políticas y a las intrigas rigurosas que, aunque muestran secuencias auténticas y creíbles, coquetean con el aburrimiento. En esta ocasión, además, la capacidad de sorpresa es mínima, por lo que, si su principal objetivo no era entretener sino concienciar, “Citizenfour” ya lo había conseguido antes y con más éxito. Sin la rabia del mejor Stone y carente de un guion electrizante, la proyección deja una sensación tibia, de una corrección ausente del brío propio del realizador neoyorkino. Aun así, merece ser vista por los aficionados a los complots y a las miserias del mundo contemporáneo (si no como experiencia cinematográfica, sí como bofetada para despertar de ese sueño ilusorio de libertad y autodominio que puede llegar a albergar cualquier ciudadano corriente). 
Su protagonista es Joseph Gordon-Levitt (“500 días juntos”, “Looper”, “Origen”), al que acompañan otros actores tan conocidos como Nicholas Cage (Oscar por “Leaving Las Vegas”), Melissa Leo (estatuilla dorada por “The Fighter”), Zachary Quinto (el Mr. Spock de la nueva saga de “Star Trek”) o Shailene Woodley (“Los descendientes”, “Bajo la misma estrella”).

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: Snowden.
Dirección: Oliver Stone.
País: USA. Año: 2016. Género: Drama, thriller.
Interpretación: Joseph Gordon-Levitt (Edward Snowden), Shailene Woodley, Scott Eastwood, Zachary Quinto, Tom Wilkinson, Melissa Leo, Nicolas Cage, Ben Schnetzer, Rhys Ifans, Timothy Olyphant.
Guion: Oliver Stone y Kieran Fitzgerald; basado en los libros “The Snowden Files” y “Time of the Octopus”.
Música: Craig Armstrong y Adam Peters.

viernes, 14 de octubre de 2016

UN MONSTRUO VIENE A VERME (A Monster Calls)

Juan Antonio Bayona ha rodado hasta la fecha tres películas, las cuales forman una especie de trilogía no oficial sobre las relaciones materno filiales. Sus anteriores títulos “El orfanato” y “Lo imposible”, además de ser rotundos éxitos en la taquilla española (e internacional, sobre todo en el caso del segundo de sus largometrajes), escondían una mezcla correcta entre intensidad y emotividad complicada de conseguir. Como cineasta tiene una gran habilidad: sabe contar bien las historias. Es un buen narrador. Demuestra un dominio de la técnica con el propósito de convertir en cine lo que quiere transmitir. Moldea lo visual, la palabra, la música, los efectos especiales y a los actores, con soltura y con solvencia, todo ello para crear una obra coherente, rigurosa y que irradia sentimiento y provoca un torbellino de sensaciones en el espectador. Sólo por eso, habría que aplaudir a este director español ganador de dos premios Goya. Sólo queda por esperar que su inminente salto a la industria norteamericana (parece que será el encargado de rodar la secuela de “Jurassic World”) no le haga perder sus señas de identidad como realizador y artista. 
“Un monstruo viene a verme” es una cinta que combina con acierto el género fantástico con el drama. No es ni una película de acción, ni de terror. Quien acuda a la sala en busca de sustos o de un ritmo vertiginoso acabará desconcertado por la propuesta de Juan Antonio Bayona. La textura del film es netamente dramática. Sobre si existe un exceso de carga sensiblera, esa es una cuestión que dependerá de dónde cada espectador sitúa la frontera entre la emotividad y lo lacrimógeno. Personalmente, aun que coquetea con el borde de ese precipicio, nunca cae en él. Es tierna y es triste porque tiene que serlo. De la misma forma que es fantasiosa e imaginativa porque debe serlo. 
Cuenta la historia de un niño que asume unos problemas no acordes a su edad. Con unos padres separados, con una madre gravemente enferma, con problemas con su abuela y con acoso escolar, el menor no tiene más remedio que refugiarse en un mundo de fantasía. En ese peculiar universo aparece un árbol, un viejo tejo con pinta de monstruo que, unas ocasiones en sus pesadillas y otras estando despierto, le ayuda a soportar su día a día. 
Aunque se le pueda echar en cara que le cuesta mantener el mismo nivel durante todo el metraje o que, en determinadas secuencias, la carga dramática afecta a la intensidad de la narración, lo cierto es que el cúmulo de aciertos sobrepasa ampliamente cualquier pequeño defecto. Tiene una gran virtud: es una obra conmovedora, una característica cada vez más extraña en el cine de hoy en día. Bayona ha logrado hacer suyo lo mejor de la parte más fantasiosa y enternecedora de la mejor filmografía de Tim Burton con la parte más vibrante y afectiva de “E.T. El extraterrestre”. De hecho, me aventuro a apuntar que una de las últimas frases que pronuncia el monstruo (“Estaré aquí mismo”) es un homenaje al diálogo de la despedida entre de E.T. y el niño en el mítico film de Steven Spielberg de 1982. 
Entre los intérpretes destaca sobremanera el niño, Lewis MacDougall, al que ya hemos visto en “Pan: Viaje a Nunca Jamás”. En esta ocasión realiza una actuación creíble y efectiva que es el alma del film. Le acompañan en el reparto una igualmente acertada Felicity Jones (“La teoría del todo”, “Like Cracy”) o la reciente premio Donostia Sigourney Weaver (de la saga “Alien”, “El año que vivimos peligrosamente”, “Armas de mujer” o “Gorilas en la niebla”). La voz del monstruo la pone Liam Neeson.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: Un monstruo viene a verme.
Título internacional: A Monster Call.
Dirección: Juan Antonio Bayona.
País: España. Año: 2016. Duración: 108 min. Género: Drama, fantástico.
Reparto: Sigourney Weaver, Felicity Jones, Lewis MacDougall, Liam Neeson.
Guion: Patrick Ness; basado en su novela.

martes, 11 de octubre de 2016

HUGH JACKMAN

El actor australiano Hugh Jackman nació el 12 de octubre de 1968. Estudió Interpretación en The Actors Center de Sidney y en la Western Australian Academy of Performing Arts de Perth.

Poco después de graduarse se convirtió en una estrella en su país natal gracias a sus intervenciones teatrales y televisivas, triunfando con la serie “Correlli” (1995). Debido a sus buenas aptitudes para la canción, consiguió protagonizar conocidas obras musicales, como “La bella y la bestia”, “Sunset Boulevard” u “Oklahoma”.

En el año 1999 fue nominado a los premios del Australian Film Institute por su actuación en la película “Erskineville Kings” (1999), un drama dirigido por Alan White. 

Su salto al estrellato se lo debe al personaje de Lobezno (Wolverine) en la superproducción “X-Men” (2000), su debut en Hollywood, dirigido por Bryan Singer. Posteriormente, ha intervenido en cintas como “Kate & Leopold” (2001), comedia romántica co-protagonizada por Meg Ryan y que le valió una nominación al Globo de Oro, “Operación Swordfish” (2001), título de acción en el que compartió créditos con John Travolta y Halle Berry, “Van Helsing” (2004), film de aventuras fantásticas a las órdenes de Stephen Sommers, “Scoop” (2006) de Woody Allen -donde encarnaba a un aristócrata británico al lado de Scarlett Johansson-, o “La fuente de la vida” (2006), realizada por Darren Aronofsky. 

En “Australia” (2008) de Baz Luhrmann, encabezó el cartel con su compatriota Nicole Kidman. En “Lobezno” (2009) retomó de nuevo su papel en "X-Men", para volver a interpretar a dicho superhéroe Marvel en “Lobezno Inmortal” (2013), “X-Men: Días del futuro pasado” (2014) y “X-Men: Apocalipsis” (2016). En el largometraje futurista “Acero puro” (2011) dio vida a un ex boxeador convertido en entrenador de un robot. En el musical “Los miserables” (2012), sobre la novela de Victor Hugo, interpretó a Jean Valjean, siendo por ello nominado al Oscar y obteniendo un Globo de Oro. Participó asimismo en “Prisioneros” de Denis Villeneuve (2013) y en “Chappie” (2015) de Neil Blomkamp. Y ese mismo año se convirtió en el pirata Barbanegra en “Pan”.

Escena del film "Prisioneros"



Escena de la saga "X-Men"



viernes, 7 de octubre de 2016

MECHANIC: RESURRECTION


Jason Statham sigue manteniendo el curioso reto de convertirse en el actor con mayor número de participaciones en sagas cinematográficas. Tras sus intervenciones en tres entregas de “Transporter”, otras tres de “Los mercenarios”, dos de “Fast and Furious” (y rodando ahora mismo su tercera incursión en el que será el octavo largometraje de esa franquicia) y dos más de “Crank”, aterriza de nuevo en la cartelera con la segunda parte de “The Mechanic”, denominada de modo supuestamente original “Mechanic: Resurrection”. Si a todas estas apariciones en seriales para la gran pantalla se suma la práctica totalidad del resto de su larga filmografía de títulos cortos (“Revolver”, “Caos”, “Blitz”, “Parker”, “Safe”…) Statham se alza como referente indiscutible y auténtico especialista en cintas de peleas, persecuciones, tiroteos y furia desbordada al servicio de una clase de entretenimiento vacío y sin sustancia. 
En esta ocasión se pone a las órdenes del director alemán Dennis Gansel, que en su momento destacó sobremanera con el interesante y reflexivo film “La ola” y que, sin embargo, acaba de dar el salto a la industria norteamericana con este inexpresivo y repetitivo subproducto, vehículo para el exclusivo lucimiento de los músculos de su protagonista masculino. Semejante giro (más bien, declive) en su trayectoria me sorprende negativamente, aunque albergo cierta esperanza en que reconduzca el rumbo profesional en próximos proyectos. De hecho, se le menciona como uno de los realizadores de “Berlín, I Love You”, título que continúa la estela de sus predecesores “Nueva York, I Love You” y “París, je t´aime”. Confío en que vuelva a reflejar aquellos destellos de cineasta que ya mostró en sus anteriores trabajos. 
Cuando Arthur Bishopp creía que había conseguido dejar atrás su pasado criminal, se ve de nuevo inmerso en un entorno criminal. El motivo es que la mujer de su vida ha sido secuestrada por uno de sus mayores enemigos. Por ello, está obligado a viajar por todo el mundo para llevar a cabo tres asesinatos que, a los ojos de los demás, han de parecer meros accidentes. 
Descontando algunas secuencias aptas para esos espectadores ávidos de escenas tan intensas como imposibles, el resultado final es decepcionante. Tanto la pretensión de construir una trama creíble como los estériles intentos de Statham para transmitir un ápice de sentimiento a través de sus miradas trascendentes, fracasan con estrépito. Recuerda por momentos a las exhibiciones más chuscas de Charles Bronson. Es uno de esos estrenos que condenan al género de acción a un nivel ínfimo que no merece. Personajes y tramas están agotados desde el inicio de la proyección. Todo en ella resulta demasiado previsible y, para colmo, inverosímil. En definitiva, una combinación letal que relega a “Mechanic: Resurrection” a la cola de los largometrajes destinados a entretener al público. 
La otrora joven promesa Jessica Alba (que, tras explotar en exceso y con desigual fortuna su rol de actriz atractiva, ha optado por dedicarse a su faceta de empresaria, compaginándola con papeles secundarios en filmes de tercera fila) también forma parte del reparto. Desde luego, nada en ella hacia presagiar un final como este. Pero más sorprendente aún es el caso de Tommy Lee Jones, cuya prolífica carrera (a veces, hasta cuatro rodajes al año) le aboca a poseer una filmografía irregular en la que se combinan obras maestras con muestras cinematográficas irrelevantes. Completa el elenco Michelle Yeoh (“Tigre y dragón”, “El mañana nunca muere”).

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: Mechanic: Resurrection.
Dirección: Dannis Gansel.
País: USA. Año: 2016. Género: Acción, thriller.
Interpretación: Jason Statham (Arthur Bishop), Jessica Alba, Tommy Lee Jones, Michelle Yeoh. 
Música: Mark Isham.


martes, 4 de octubre de 2016

KATE WINSLET

La actriz británica Kate Winslet nació el 5 de octubre de 1975. Ganadora de un Oscar por su personaje de “The Reader”, también ha sido galardonada con el Globo de Oro, el BAFTA, el SAG, el Emmy e, incluso, el Grammy (por un disco hablado para niños) -entre otros muchos e importantes premios- por su trayectoria en el cine y la televisión.

Kate comenzó su carrera profesional en la niñez, apareciendo en anuncios publicitarios y estudiando Interpretación en la Escuela Maidenhead desde muy temprana edad. Se reveló internacionalmente gracias a su debut en el film de Peter Jackson “Criaturas celestiales” (1994). Participó asimismo en las cintas  “Sentido y sensibilidad” (1995) de Ang Lee y “Jude” (1995) de Michael Winterbottom. Sin embargo, no alcanzó el estrellato hasta co-protagonizar con Leonardo DiCaprio la exitosa superproducción de James Cameron “Titanic” (1997). 

Nominada en siete ocasiones a la estatuilla dorada de Hollywood  (por “Sentido y sensibilidad” (1996) e “Iris” (2001) en la categoría de mejor actriz secundaria, y por “Titanic” (1997), “Olvídate de mí”, (2004), “Juegos secretos” (2006) y “Steve Jobs” (2015) en la de principal), lo obtuvo por su trabajo en “El lector” (2009) de Stephen Daldry. 

Otros títulos de su filmografía son “Descubriendo Nunca Jamás” (2004), una fantasía junto a Johnny Depp, “Todos los hombres del rey” (2006), un drama en compañía de Sean Penn y “The Holiday (Vacaciones)” (2006), una comedia romántica con Jude Law, Jack Black y Cameron Diaz completando el reparto.

Rodó a las órdenes de su entonces marido, Sam Mendes, “Revolutionary Road” (2008), de nuevo junto a DiCaprio. En el thriller de ciencia-ficción “Contagio” (2011) fue dirigida por Steven Soderbergh, y en “Un dios salvaje” (2011) de Roman Polanski formó pareja con Christoph Waltz. Más tarde, intervino en la saga “Divergente” -basada en las novelas de Veronica Roth-. Después encarnó a la ejecutiva de Apple, Joanna Hoffman, en el biopic “Steve Jobs” (2015) y ese mismo año se convirtió en Tilly Dunnage en “La modista” (2015), adaptación de la obra de Rosalie Ham. Recientemente se ha puesto en la piel de una jefa de la mafia ruso-israelí en el film de acción “Triple 9” (2016).

Escena de "Titanic"



Escena de "El lector"



Escena de "Juegos secretos"