jueves, 28 de agosto de 2008

EL CABALLERO OSCURO

En el año 1989 el imaginativo realizador norteamericano Tim Burton estrenó la película Batman, cosechando un notable éxito de público y abriendo las puertas de la industria del séptimo arte a las grandes producciones basadas en superhéroes de cómic, en unos tiempos en los que ni Spiderman ni los demás personajes de la Marvel habían comenzado su proceso de adaptación a la pantalla grande. La cinta poseía numerosos atractivos, en especial una gran fuerza visual –de hecho, ganó el Oscar a la mejor dirección artística- y un reparto muy interesante, donde destacaba el siempre estimulante Jack Nicholson. Durante la década de los noventa, los títulos posteriores de la saga rozaron la mediocridad y actores como Val Kilmer o George Clooney protagonizaron decadentes largometrajes sobre el hombre murciélago. Los productores, instalados en la esperanza vana de repetir los resultados de taquilla, se limitaban a presentar a los famosos personajes enzarzados en aventuras cada vez más ridículas y los espectadores fueron paulatinamente dando la espalda a aquellos proyectos hasta que, gracias al enorme éxito internacional de Spiderman, la figura de Bruce Wayne cayó prácticamente en el olvido.
Por fortuna, todo cambió en el año 2005. El interesantísimo director británico Christopher Nolan, que pocos años antes había sido nominado a la estatuilla de Hollywood por el guión de la inquietante Memento, retomó la imagen del murciélago en el que, sin duda, es el mejor film que sobre él se ha rodado hasta la fecha. Eliminando cualquier reminiscencia infantil tanto de Wayne como del ambiente en el que se desenvuelve, ideó una historia más dura e intensa y esa contundencia la repite en esta nueva producción que, desde luego, no es recomendable para aficionados menores de trece años. A partir de esa edad, los amantes del género disfrutarán a buen seguro de un gran espectáculo efectista e interpretativo que convierte a El caballero oscuro en una apuesta segura para este verano. Por lo tanto, es justo reconocer que, aunque el guión anterior de Nolan era más sólido, el nuevo cambio de rumbo ha obtenido un respaldo asombroso por parte de público y, si Batman Begins retomó la senda del éxito económico, El caballero oscuro ha ido todavía más lejos –es la segunda cinta más taquillera de todos los tiempos en Estados Unidos, sólo por detrás de Titanic- y, aunque a nivel mundial las recaudaciones no han sido tan espectaculares, los números totales la sitúan en el primer puesto en 2008.
Es cierto que el prematuro fallecimiento del actor australiano Heath Ledger ha provocado un efecto similar a la muerte también temprana de James Dean en 1955 y parece ser la explicación de una reacción popular tan desmesurada. En todo caso, Ledger realiza una sensacional recreación del Jocker en la que, desgraciadamente, es la última interpretación de una carrera muy prometedora en la que destaca su alabado papel protagonista de la conmovedora Brokeback Mountain. Igualmente meritorio es el trabajo Christian Bale asumiendo la tarea de encarnar a Bruce Wayne por partida doble. Tras debutar de la mano de Steven Spielberg en El imperio del sol siendo aún un niño, ha logrado hacerse un hueco en el difícil mercado anglosajón, demostrando ser un actor muy completo y versátil.

viernes, 1 de agosto de 2008

EL SUPERAGENTE 86

El famoso cómico norteamericano Mel Brooks ha dedicado más de medio siglo de actividad profesional al humor y en esa trayectoria ha sido extraordinariamente versátil, ya que ha actuado, dirigido, producido, escrito guiones y hasta compuesto canciones para películas. Ganador de un Oscar por su guión de Los productores a finales de la década de los sesenta, cuenta con otras dos nominaciones como compositor y, de nuevo, como guionista. Suyos son los largometrajes Sillas de montar calientes, El jovencito Frankenstein, La loca historia de las galaxias y Máxima ansiedad. Pero también se dedicó al medio televisivo ideando la popular serie El Superagente 86, una sátira de los filmes de espías - en especial del personaje de James Bond - que se emitió con gran éxito internacional entre los años 1965 y 1970. Dicha serie fue galardonada con siete premios Emmy, tres de los cuales fueron a parar a su protagonista Don Adams e, incluso, estuvo nominada a los prestigiosos Globos de Oro. En estos momentos en los que las adaptaciones cinematográficas de antiguas series de televisión son una constante –de hecho, los aficionados a la popular Expediente X han podido disfrutar la pasada semana de una nueva entrega protagonizada por los famosos agentes del F.B.I. Mulder y Scully- no es de extrañar que, finalmente, el recordado dueño del zapatófono haya llegado a las salas de proyección.
El realizador Peter Segal es quien ha asumido el riesgo de rescatar a este peculiar agente secreto para trasladarlo a la pantalla grande. Segal es un habitual de la comedia, que ya dirigió anteriormente títulos como 50 primeras citas con Adam Sandler y El profesor chiflado 2 con Eddie Murphy pero es ahora cuando ha rodado sin duda su mejor trabajo. El Superagente 86 consigue sin dificultad provocar la risa y rememorar momentos felices para todos aquellos que, años atrás, disfrutaron con su versión para la pequeña pantalla. Tal vez la trama resulte un poco ridícula y la duración peque de excesivamente larga pero es evidente que el objetivo pretendido no era filmar una obra maestra del séptimo arte sino, simplemente, lograr un producto apto para el entretenimiento y la diversión y, en ese sentido, dicho objetivo se ha logrado. Especialmente acertada es la parte del metraje que explota la vertiente más cómica de sus protagonistas, donde el Superagente 86 y la Agente 99 asumen con soltura todo el peso interpretativo, puesto que el resto de elementos humorísticos que rodean a los personajes secundarios y al desarrollo de la historia son más bien mediocres.
La elección de la pareja protagonista también puede considerarse muy adecuada. El actor Steve Carell, que había tenido mala suerte con sus papeles principales de Sigo como Dios y Virgen a los cuarenta, aunque demostró su categoría en la imprescindible Pequeña Miss Sunshine, hace una magnífica recreación de Maxwell Smart, lo cual supondrá un importante revulsivo en su irregular filmografía. Por su parte, la actriz Anne Hathaway está excepcional en su caracterización de heroína cómica. Esta joven neoyorkina, que ya destacó en Brokeback Mountain y El diablo viste de Prada, se revela aquí como una intérprete muy a tener en cuenta de cara al futuro.