lunes, 29 de mayo de 2023

PALMARÉS DEL FESTIVAL DE CANNES 2023


 

 

SECCIÓN OFICIAL

• Palma de Oro: ANATOMY OF A FALL

• Gran Premio del Jurado: THE ZONE OF INTEREST

• Premio del Jurado: FALLEN LEAVES

• Mejor dirección: Tran Anh Hùng por LA PASSION DE DODIN BOUFFANT

• Mejor actriz: Merve Dizdar por ABOUT DRY GRASSES

• Mejor actor: Koji Yakusho por PERFECT DAYS

• Mejor guion: MONSTER

• Mejor cortometraje: 27

• Cámara de Oro (Mejor ópera prima): INSIDE THE YELLOW COCOON SHELL

• Premio FIPRESCI: THE ZONE OF INTEREST

 

UN CERTAIN REGARD

• Premio "Un certain regard": HOW TO HAVE SEX

• Mejor dirección: Asmae El Moudir por KADIB ABYAD

• Mejor reparto: CROWRÃ (LA FLEUR DE BURITI)

• Premio de la Libertad: GOODBYE JULIA

• Premio Nueva Voz: AUGURE

• Premio del Jurado: LES MEUTES

• Premio FIPRESCI: THE SETTLERS

viernes, 26 de mayo de 2023

NUNCA LLUEVE EN CALIFORNIA (Palm Trees and Power Lines)



Pese a que la cartelera se empeñe en demostrar lo contrario, el cine norteamericano actual se compone de algo más que sagas interminables y películas de superhéroes. Existen también al margen de las distribuidoras otras propuestas modestas que van a contracorriente y que ofrecen alternativas interesantes, aunque sin apenas opciones de llegar a un gran número de salas de proyección. El pasado fin de semana, coincidiendo con la décima entrega de “Fast & Furious” y la apuesta de Disney por “Ant-Man y la Avispa: Quantumanía”, la plataforma Filmin estrenaba “Nunca llueve en California”, traducción libre de “Palm Trees and Power Lines”, que logró cuatro nominaciones en los últimos “Film Independent Spirit Awards” (ópera prima, guion, actriz revelación y actor secundario) y que, además, arrancó numerosos aplausos en el Festival de Cine de Sundance, donde se alzó con el premio a la mejor dirección.

La cinta comienza de forma pausada, presentando a una adolescente desubicada que pierde el tiempo junto a un grupo de supuestos amigos con los que, en el fondo, no conecta. Vive con su madre, con quien mantiene una relación similar a la de cualquier compañera de piso, y termina liada con un hombre bastante mayor que ella, el único individuo que, al parecer, le presta atención y le trata bien. A medida que avanza el metraje, este, en principio, típico relato de realidades adolescentes, comienza a ahondar en los peligros de las relaciones dañinas y tóxicas para, posteriormente y de manera sorpresiva, tratar de modo certero el fenómeno de la explotación sexual.

El relato demuestra que no resulta necesario ser raptada en un país extranjero para terminar inmersa en una espiral nociva y autodestructiva y cómo, en ocasiones, por la vía más inocente e insospechada, es posible caer en redes que utilizan los cuerpos de las mujeres para lograr un rendimiento económico. Unas interpretaciones creíbles, unidas a diálogos y situaciones verosímiles reflejados a través de una narración honesta y con no pocos valores cinematográficos, dan como resultado un film que podría utilizarse como herramienta didáctica y educativa.

Su realizadora, Jamie Dack, debuta detrás de la cámara con este trabajo, si bien ya había rodado un cortometraje con el mismo título e idéntico argumento, de donde se deduce su interés por profundizar en el tema y convertirlo en largometraje. Los reconocimientos obtenidos en Sundance y en los Independent Spirit Awards evidencian su esperanzador comienzo en la profesión, confirmando que en el futuro de la industria norteamericana hay cantera y relevo, siempre y cuando las productoras se animen a darles una oportunidad.

Todas las actuaciones se desarrollan a un gran nivel y apuntalan notablemente los perfiles a su cargo. La actriz más conocida del reparto es Gretchen Mol, vista en la versión de James Mangold de “El tren de las 3:10”, “Rounders” de John Dahl o “Celebrity” y “Acordes y desacuerdos”, ambas de Woody Allen. Asume un papel secundario, pero efectivo.

No obstante, el verdadero peso de la historia recae en la debutante Lily McInerny, quien lleva a cabo una destacada labor. Gracias a la buena dirección de Dack, aporta a su personaje el necesario grado de profundidad y realismo. Desde ahora aguardo con interés sus nuevos proyectos. Encarna a su pareja en la ficción Jonathan Tucker (“Las vírgenes suicidas”, “Hostage”, “Los próximos tres días”). Confío en que finalmente se revierta la tendencia y no se releguen estas obras independientes a las plataformas, por el hecho de que el monopolio de exhibidoras y distribuidoras veten su estreno en las salas. El futuro del Séptimo Arte depende de ello. 



viernes, 19 de mayo de 2023

MARLOWE



La relación de Philip Marlowe con el Séptimo Arte resulta muy profusa y su reflejo más icónico se encuentra en la versión de “El sueño eterno”, dirigida por Howard Hawks e interpretada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall, y que posee una emblemática escena final. No obstante, el listado es largo y se inicia en 1944 con “Historia de un detective”. La década de los cuarenta reunió el mayor número de películas sobre este investigador salido de la mente del escritor Raymond Chandler, pero se extendió en adelante. En los años sesenta James Garner asumió dicho perfil en “Marlowe, detective muy privado”. En los setenta, Elliott Gould a las órdenes de Robert Altman y Robert Mitchum bajo la batuta de Dick Richards hicieron lo propio. Ya en los noventa, James Caan retomó el testigo de la mano de Bob Rafelson, situado detrás de la cámara. Por lo tanto, no parece extraño que en la actualidad se estrene otra nueva aventura de tan singular personaje, si bien mi reflexión tras visionar la cinta sea que se trata de una propuesta desubicada en el tiempo. Su propio cartel da fe de ello, pues pretende trasladar aquella imagen clásica pero, al final, anuncia un producto artificial que no termina de encajar ni con el estilo tradicional ni con una readaptación más moderna.

Asume la realización Neil Jordan, responsable de la notable “Juego de lágrimas”, que le reportó un Oscar como guionista. Este irlandés cuenta con una filmografía algo inconexa y, en mi opinión, hay que remontarse varios lustros para encontrar sus trabajos más notables. Además, al escoger una figura adaptada ya tantas veces, las comparaciones se tornan inevitables y, en este caso, encima desfavorables. No sólo la imagen de Humphrey Bogart se alza demasiado alargada e inolvidable, sino que el ritmo y la intensidad visual y narrativa de “El sueño eterno” resulta claramente superior, pese a haberse rodado hace casi ochenta años.

En Los Ángeles a finales de los años treinta, el detective privado Philip Marlowe es contratado para encontrar al ex amante de una glamurosa heredera, hija de una conocida estrella de cine. La desaparición oculta numerosas mentiras y secretos, y el investigador se verá envuelto en una aventura peligrosa y mortal en la que todos los implicados parecen tener algo que ocultar.

Los aficionados al género negro comenzarán a ver este filme con una clara predisposición a disfrutarlo, ayudados por un magnífico elenco de actores y una meritoria ambientación de la época. Los sombreros, las gabardinas, las “femmes fatales” y el humo de los cigarrillos ayudarán a facilitar cierta conexión con la proyección. Pero conforme avanza el metraje, se apodera una sensación de inconsistencia y  vacío. En definitiva, de copia poco elaborada.

Liam Neeson, quien ya trabajara con Jordan en “Michael Collins” en 1998, encabeza el reparto. Alcanzó su cumbre profesional dando vida al empresario Oskar Schindler en la afamada cinta de Steven Spielberg, pero posteriormente se ha especializado de forma incomprensible en propuestas de acción, abandonando aquella loable trayectoria que se había labrado. Aunque aquí encaja con el perfil que requiere el papel, no dispone de un guion propicio para su lucimiento.

Junto a él figuran Jessica Lange y Diane Kruger, madre e hija en la ficción. La primera ha ganado dos estatuillas doradas a lo largo de su destacada carrera artística, mientras que la segunda se ha dado a conocer a gran escala por medio de cintas como “Troya”, “Malditos bastardos” o la saga de “La búsqueda”. Ambas actrices contribuye a enriquecer el largometraje. A cargo de intervenciones secundarias les acompañan rostros como los de Alan Cumming (“Eyes Wide Shut”, “X Men 2”), Ian Hart (“María, reina de Escocia”, “Descubriendo Nunca Jamás”) o Colm Meaney (“El inglés que subió una colina, pero bajó una montaña”, “La camioneta”).



viernes, 12 de mayo de 2023

THE LOST KING



Stephen Frears, responsable entre otros títulos de “Las amistades peligrosas” (1988) -probablemente su mejor obra- y “La reina” (2006),  se ha labrado hasta la fecha una sólida carrera como cineasta. No obstante, en la filmografía de este veterano británico abundan las películas de visión amable donde se estila un tono ligero y, en gran parte, cómico, aunque introduzca toques críticos y reflexivos. Sirvan como ejemplos “La reina Victoria y Abdul” (2017), “Philomena” (2013), “Tamara Drewe” (2010) o “Alta Fidelidad” (2000), trabajos nada transgresores y de formato convencional con los que el público empatiza con facilidad y en donde se mezclan, normalmente con acierto, el humor, el drama y, a veces, alguna pincelada reivindicativa.

En línea con esta trayectoria presenta ahora “The Lost King” (estrenada en España con su título original). Ignoro si la distribuidora ha esperado intencionadamente a la primera semana de mayo para llevarla a las carteleras, coincidiendo con la coronación en Londres del rey Carlos III y considerando que este actual fervor monárquico ayude a su éxito en la taquilla. Tras su visionado, la sensación que predomina es la de tratarse de una propuesta sencilla, afable e impulsada por un halo de comicidad que parece impregnarlo todo, por mucho que determinadas secuencias reflejen una textura más dramática. Es el estilo que Frears, sin duda, domina y en el que se siente más cómodo, ya que le favorece para abordar el relato con consistencia, pese a esa apariencia informal o, incluso, insustancial. Su moderado metraje, cercano a la hora y media, también contribuye a que la proyección resulte amena y agradable de modo que, aun siendo un film que se olvidará con cierta rapidez, tampoco contará con demasiados detractores.

Basado en hechos reales (en el doble sentido del término), relata cómo en 2012 fueron localizados en la ciudad inglesa de Leicester los restos del monarca Ricardo III, fallecido 500 años atrás en el campo de batalla. Gran parte del mérito de dicho hallazgo se debe a Philippa Langley, guionista de televisión y miembro de la Sociedad Ricardiana, que se embarcó en la descabellada aventura de localizar dichos restos. Para verificar su autenticidad, hubo que cotejar el ADN de los huesos con el de algún otro familiar y quien aportó la prueba científica definitiva fue un carpintero canadiense perteneciente a la decimoséptima generación de descendientes de Ana de York, hermana del difunto noble.

De tan rocambolesca historia, Steve Coogan y Jeff Pope (ambos, autores de los textos para “Philomena”) escribieron un guion efectivo, basado en un libro de la propia Langley, en el que presentan con naturalidad la perspectiva trágica y, al mismo tiempo, cómica de un suceso bastante inverosímil y que concluye con una dosis de optimismo vital muy del agrado de todos los públicos.

Desde el punto de vista interpretativo, el peso recae sobre Sally Hawkins, que encarna a Philippa. La actriz ha estado nominada al Oscar en dos ocasiones, gracias a sus actuaciones en “La forma del agua”, de Guillermo del Toro y “Blue Jasmine”, de Woody Allen. Participó asimismo en “Spencer”, otro proyecto sobre la familia real británica en el que su colega Kristen Stewart dio vida a Diana de Gales. Ha intervenido igualmente en “Happy, un cuento sobre la felicidad”, de Mike Leigh, “Nunca me abandones”, de Mark Romanek o la hipnotizadora versión de “Jane Eyre”, de Cary Joji Fukunaga. Aquí lleva a cabo una labor plausible, aportando el punto justo de hilaridad e intensidad. La acompañan en el elenco el propio Steve Coogan y Harry Lloyd (“La teoría del todo”, “La dama de hierro”).



martes, 9 de mayo de 2023

FESTIVAL DE CINE DE CANNES 2023 (Cannes Film Festival)


El próximo 16 de mayo arrancará la 76ª edición del Festival de Cine de Cannes. 


PELÍCULAS A COMPETICIÓN


  • 'Club Zero', de Jessica Hausner
  • 'The Zone of Interest', de Jonathan Glazer
  • 'Fallen Leaves', de Aki Kaurismäki
  • 'Les filles d'Olfa (Four Daughters)', de Kaouther Ben Hania
  • 'Asteroid City', de Wes Anderson
  • 'Anatomie d'une chute', de Justine Triet
  • 'Monster', de Hirokazu Kore-eda
  • 'Il sol dell'avvenire', de Nanni Moretti
  • 'La chimera', de Alice Rohrwacher
  • 'Kuru otlar ustune (Les herbes sèches / About Dry Grasses)', de Nuri Bilge Ceylan
  • 'L'été dernier', de Catherine Breillat
  • 'La passion de Dodin Bouffant', de Tran Anh Hung
  • 'Rapito', de Marco Bellocchio
  • 'May December', de Todd Haynes
  • 'Firebrand', de Karim Aïnouz
  • 'The Old Oak', de Ken Loach
  • 'Banel et Adama', de Ramata-Toulaye Sy
  • 'Perfect Days', de Wim Wenders
  • 'Jeunesse', de Wang Bing


PELÍCULAS FUERA DE COMPETICIÓN

  • 'Jeanne Du Barry', de Maïwenn [película de inauguración]
  • 'Killers of the Flower Moon', de Martin Scorsese
  • 'The Idol', de Sam Levinson [serie]
  • 'Cobweb', de Kim Jee-woon
  • 'Indiana Jones y el dial del destino', de James Mangold

SECCIÓN "UN CERTAIN REGARD"

  • 'Los delincuentes', de Rodrigo Moreno
  • 'How to Have Sex', de Molly Manning Walker
  • 'Goodbye Julia', de Mohamed Kordofani 
  • 'Crowra (The Buriti Flower)', de Joao Salaviza & Renée Nader Messora
  • 'Simple comme Sylvain', de Monia Chokri
  • 'Kadib Abyad (La mère de tous les mensonges)', de Asmae El Moudir
  • 'Los colonos', de Felipe Gálvez
  • 'Augure (Omen)', de Baloji Tshiani
  • 'The Breaking Ice', de Anthony Chen
  • 'Rosalie', de Stéphanie Di Giusto
  • 'The New Boy', de Warwick Thornton
  • 'If Only I Could Hibernate', de Zoljargal Purevdash
  • 'Hopeless', de Kim Chang-hoon
  • 'Terrestrial Verses', de Ali Asgari & Alireza Khatami
  • 'Rien à perdre', de Delphine Deloget
  • 'Les meutes', de Kamal Lazraq
  • 'Le regne animal', de Thomas Cailley


PROYECCIONES ESPECIALES

  • 'Retratos fantasmas', de Kleber Mendonça Filho
  • 'Anselm (Das Rauchen der Zeit)' / 'Le bruit du temps, Anselm Kiefer', de Wim Wenders
  • 'Occupied City', de Steve McQueen 
  • 'Man in Black', de Wang Bing 
  • CANNES PREMIÈRES

  •  'Le temps d'aimer', de Katell Quillévéré
  • 'Cerrar los ojos', de Víctor Erice
  • 'Bonnard, Pierre et Marthe', de Martin Provost
  • 'Kubi', de Takeshi Kitano

PROYECCIONES DE MEDIANOCHE

  • 'Omar la Fraise', de Elias Belkeddar
  • 'Kennedy', de Anurag Kashyap
  • 'Acide', de Just Philippot

viernes, 5 de mayo de 2023

BEAU TIENE MIEDO (Beau Is Afraid)



Lo reconozco. No pude terminar de ver la película “Beau tiene miedo”. Dura tres largas y tediosas horas que no resistí. En mi descargo diré que aguanté más de lo debido y de lo exigible. Sufrí, aunque superé, dos conatos previos de abandono pero, ya avanzada la segunda hora, mis fuerzas no dieron para más. ¿Qué estaba viendo exactamente? Resulta difícil de describirlo ni de resumirlo. 
Mi primera referencia del director Ari Aster se remonta al estreno en 2018 de la cinta de terror “Hereditary”. Sin llegar a entusiasmarme, me pareció un debut prometedor como cineasta. Le siguió un año después “Midsommar”, donde ya evidenciaba una preocupante tendencia a las rarezas, y eso que la actriz Florence Pugh ponía mucho de su parte para compensar la deriva pseudocreativa del joven realizador. Con este tercer largometraje, Aster confirma el diagnóstico: no hay quien lo entienda. O, al menos, yo no capto la esencia de su discurso. 
Vaya por delante que el film cuenta con profesionales solventes y a cargo de pulcritud técnica. La fotografía y la interpretación, por ejemplo, no admiten reproches. El problema estriba en el guion, en la propia historia que desea contar, en la forma de presentar a los personajes y en las situaciones que les propone. Le gusta calificar este nuevo proyecto como “una película de terror surrealista ambientada en un presente alternativo”, aunque en algunas entrevistas la defina también como “drama de terror metafísico” (signifique lo que signifique). Para mí, no significó nada. Una inmensa nada estirada artificialmente durante ciento ochenta minutos y llamada a desquiciar al espectador en uno u otro momento.  
Puede que en la mente del artista halle cierto sentido. Incluso tal vez parte del público que aguante el tirón hasta el final encuentre cierta lógica filosófica. Desde luego, no es mi caso. La total falta de conexión con la proyección me generó aburrimiento y, a medida que avanzaba el metraje, me provocó unas enormes ganas de salir corriendo. Me pasa con numerosas manifestaciones del Arte Moderno en disciplinas como la pintura o la escultura, que intentan venderme como supuesta expresión de valores y sensaciones muy profundos, pero en las que yo solamente acierto a ver extravagancia y formas vacías. 
Un hombre extremadamente nervioso y paranoico que nunca ha conocido a su progenitor mantiene una tensa relación con su dominante madre. Cuando esta muere se desplaza hasta su antigua casa, despertando de ese modo diversos elementos sobrenaturales latentes. No obstante, este breve resumen apenas clarifica lo que muestra “Beau tiene miedo”, pues es extremadamente difícil de explicar. 
El actor Joaquin Phoenix protagoniza el relato, acostumbrado siempre a interpretar papeles extraños y a meterse en la piel de perfiles que figuran en los libros de Psiquiatría. Sirva su Oscar por “Joker” para avalar dicha afirmación. Sus actuaciones en “Gladiator”, “En la cuerda floja” o “The Master” refuerzan tal teoría. Dicho esto, comienzo a cuestionarme si sus interpretaciones se deben a su valía actoral o si las lleva a cabo de forma tan sobresaliente porque su carácter en la vida real no se aleja demasiado de ellas. 
Completan el elenco Nathan Lane (cómico de larga trayectoria al que recientemente hemos visto en la serie televisiva “Solo asesinatos en el edificio” y, en la gran pantalla, en “Una jaula de grillos), Amy Ryan (“El puente de los espías”, “Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)” y el habitual secundario Stephen McKinley Henderson (“Fences”, “Lady Bird”, “Lincoln”).