viernes, 30 de agosto de 2013

DOLOR Y DINERO (Pain & Gain)

Puede que “Dolor y dinero” sea una traducción bastante literal del original “Pain & Gain” pero, ya que las distribuidoras suelen ser muy proclives a cambiar radicalmente los títulos, yo me hubiera decantado para esta película por “Horror y decadencia”. Además de describirla perfectamente, sirve al mismo tiempo para definir la filmografía de su director Michael Bay, cineasta anclado en un tipo de cintas sustentadas sobre la acción vulgar y casposa y el puro músculo. En una introducción de casi media hora, el protagonista describe con voz en “off” su peculiar visión del sueño americano y las injusticias que tiene que soportar por no tenerlo todavía a su alcance. Dicho sueño, que podría ser calificado como pesadilla sin ninguna variación sustancial en el mensaje a transmitir, consiste en poseer un cuerpo súper musculado (en el caso de los hombres) o hiper operado y lleno de silicona (en el de las mujeres) y, en ambos casos, mucho dinero para gastar. Así de simple. A lo largo de este análisis, los espectadores asistirán a una reflexión sobre la conexión que existe entre el culto al cuerpo y el patriotismo, entre el volumen de los bíceps y la realización personal (y, por tanto, de toda la nación estadounidense). Hasta ahí el sueño. En cuanto a las citadas injusticias, se deben a que, pese a contar con los músculos requeridos, el individuo carece de compañera ultraoperada y, por supuesto, de una pasta que, curiosamente, figura en las cuentas corrientes de hombres de negocios repletos de grasa. Imperdonable. 
Reconozco que me costó mucho soportar esa primera parte. Las ganas de abandonar las salas fueron notables pero, en un ataque de profesionalidad, resistí en la butaca. Lo siguiente fue la puesta en marcha del plan diseñado por los sujetos hormonados y anabolizados para cambiar esa injusta situación: robarle la fortuna a un desagradable empresario incapaz de lucir un cuerpo de modelo pese a las horas empleadas en el gimnasio. Como la vertiente cómica gana algo de terreno, el visionado se hace ligeramente más llevadero. No obstante, la torpeza del equipo de delincuentes traslada la historia al terreno del disparate y es ahí donde la trama puede ganar más adeptos, sobre todo aquellos que son de risa fácil y disfrutan ante la inutilidad humana. Es cierto que en ese tramo la cinta remonta, aunque no alcanza el aprobado en ningún momento, entre otras cosas porque Bay recurre a un humor zafio cercano al tradicional “caca, culo, pedo, pis”.
Confieso que, aunque nunca me ha gustado su realizador, algunos de sus largometrajes tenían ciertas virtudes. En “Dos policías rebeldes” y su secuela, Will Smith exhibía una vis cómica muy efectiva. En “Armageddon” la acción era más elaborada y contaba con una pegadiza canción de Aerosmith (“I Don't Wanna Miss a Thing”). En “Transformers” destacaban el sonido y los efectos especiales. Pero en “Dolor y dinero” no hay nada de lo que echar mano. Se ha anunciado que el californiano rodará la cuarta entrega de “Transformers” y la tercera de “Dos policías rebeldes” pero, en mi opinión, su aportación al Séptimo Arte ha sido escasa y, además, está agotada. 
Encabezan el equipo artístico Mark Wahlberg y Dwayne Johnson. El primero es un buen actor, capaz de ofrecer a veces su mejor versión -como en “The Fighter” o en “Infiltrados”- pero involucrándose también en otros proyectos claramente prescindibles. En cuanto a Johnson, su carrera está marcada por un pasado televisivo como estrella de la lucha libre. Perdido en el reparto les acompaña nada más y nada menos que el extraordinario Ed Harris, actor con mayúsculas cuya magnífica trayectoria no debería verse salpicada por producciones como ésta. De él sí espero con impaciencia sus próximos estrenos.

Trailer en castellano

Trailer en versión original

Datos del film
Película: Dolor y dinero. Título original: Pain & Gain.
Dirección: Michael Bay.
País: USA. Año: 2013. Duración: 129 min. Género: Comedia dramática, thriller.
Interpretación: Mark Wahlberg (Daniel Lugo), Dwayne Johnson (Pual), Ed Harris (Ed), Anthony Mackie (Adrian), Bar Paly (Sorina), Ken Jeong (Johnny), Tony Shalhoub (Victor), Rob Corddry (John), Rebel Wilson (Robin).
Guion: Christopher Markus y Stephen McFeely; basada en “The magazine articles”, de Pete Collins.
Producción: Donald De Line, Michael Bay e Ian Bryce.
Música: Steve Jablonsky.
Fotografía: Ben Seresin.
Montaje: Thomas Muldoon y Joel Negron.
Diseño de producción: Jeffrey Beecroft.
Vestuario: Deborah Lynn Scott.

lunes, 26 de agosto de 2013

70º EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CINE DE VENECIA (70th Venice Film Festival)









El cineasta británico Stephen Frears y el estadounidense Terry Gilliam competirán este año por el León de Oro en la 70ª edición del Festival de Cine de Venecia, con las películas "Philomena" y "The Zero Theorem". También aspirará al galardón el actor y director James Franco con "Child of God". Estas cintas son tres de las diecinueve que la organización del certamen cinematográfico italiano ha presentado dentro de la sección oficial a concurso, que se celebrará entre el 28 de agosto y el 7 de septiembre, bajo la dirección de Alberto Barbera. 

A continuación, la lista de cintas que se disputarán el codiciado León de Oro:

Es-Stouh (The Rooftops), de Merzak Allouache
L’intrepido, de Gianni Amelio
Miss Violence, de Alexandros Avranas
Tracks, de John Curran
Via Castellana Bandiera, de Emma Dante
Tom at the Farm, de Xavier Dolan
Child of God, de James Franco
Philomena, de Stephen Frears
La Jalousie, de Philippe Garrel
The Zero Theorem, de Terry Gilliam
Ana Arabia, de Amos Gitai
Under the Skin, de Jonathan Glazer
Joe, de David Gordon Green
Die Frau des Polizisten (The Police Officer’s Wife), de Philip Groning
Parkland, de Peter Landsman
Kaze tachinu, de Hayao Miyazaki
The Unknown Known: The Life and Times of Donald Rumsfeld, de Errol Morris
Night Moves, de Kelly Reichardt
Sacro GRA, de Gianfranco Rosi
Jiaoyou (Stray Dogs), de Tsai Ming-liang

Fuera de competición se exhibirán:

Gravity, de Alfonso Cuarón
Moebius, de Kim Ki-duk
Space Pirate Captain Harlock, de Aramaki Shinji
Locke, de Steven Knight
Yurusarezaru mono (Unforgiven), de Lee Sang-Il
Wolf Creek 2, de Greg McLean
Die Andere Heimat — Chronik einer Sehnsucht (Home from Home — Chronicle of a Vision), de Edgar Reitz
The Canyons, de Paul Schrader
Che strano chiamarsi Federico Scola racconta Fellini, de Ettore Scola
Walesa. Czlowiek z nadziei (Walesa. Man of Hope), de Andrzej Wajda y Ewa Brodzka

Trailer del largometraje "Philomena"


martes, 13 de agosto de 2013

ALFRED HITCHCOCK

Sir Alfred Joseph Hitchcock nació en Leytonstone, Londres, el 13 de agosto de 1899 y falleció en Bel Air, Los Ángeles, el 29 de abril de 1980. Fue un director y productor británico pionero en muchas de las técnicas que caracterizan a los géneros cinematográficos del suspense y del thriller psicológico. Figura indiscutible del misterio y la intriga, su capacidad para aplicar recursos narrativos innovadores al servicio del suspense tuvo una importancia fundamental para el desarrollo del lenguaje cinematográfico moderno. Con un dominio excepcional de la técnica fílmica, produjo películas que mantienen al espectador en un constante estado de tensión hasta el final de la proyección y que lo llevan a vivir apasionadamente lo relatado en la gran pantalla. Definido como “El mago del suspense”, supo conciliar la calidad con el éxito comercial y legó una de las filmografías más brillantes e influyentes del Séptimo Arte. Su huella se percibe en las obras de otros realizadores, así como en numerosas imitaciones.
En 1922 rodó su primera cinta, “El número 13”, título que no pudo ser finalizado porque la productora Paramount decidió cerrar sus estudios en el Reino Unido. En 1923 ocupó por primera vez los puestos de guionista, asistente de dirección y director artístico en “De mujer a mujer”, un melodrama dirigido por Graham Cutts. Con el mismo realizador, Hitch debutó como montador con la edición de “The White Shadow” (1923), aunque su primer film oficial detrás de la cámara fue “El jardín de la alegría” (1925). 
En la década de los 30 fue madurando su capacidad como creador. Tras rodar una serie de títulos bastante prescindibles como “Juego sucio” (1931) o “Valses de Viena” (1933), sorprendió a público y crítica con “El hombre que sabía demasiado” (1934), thriller protagonizado por Peter Lorre, Leslie Banks y Edna Best, “Los 39 escalones” (1935), con Robert Donat y Madeleine Carroll, “Sabotaje” (1936), con Sylvia Sidney y Oscar Homolka, “Inocencia y juventud” (1937), con Nova Pilbeam y Derrick de Marney o “Alarma en el Expreso” (1938), con Margaret Lockwood y Michael Redgrave. También durante esa época rodó otros filmes más irregulares, como “Agente secreto” (1936), de nuevo con Peter Lorre, John Gielguld, Madeleine Carroll y Robert Young o “La posada de Jamaica” (1939), adaptación de la novela de Daphne de Maurier que contaba con las interpretaciones de Charles Laughton y Maureen O’Hara. 
Posteriormente fue contratado por el productor estadounidense David O. Selznick para adaptar de nuevo a la escritora Daphne de Maurier en “Rebeca” (1940), una sensacional película protagonizada por Joan Fontaine y Laurence Olivier que fue galardonada con el Oscar al mejor film del año. Este primer trabajo del británico en Hollywood obtuvo once nominaciones, recayendo una estatuilla en el fotógrafo George Barnes. Sin embargo, él se vio superado por John Ford con su labor en “Las uvas de la ira”.
En los años 40 rodó “Enviado especial” (1940), “Sospecha” (1941), “Matrimonio original” (1941), “Sabotaje” (1942), “La sombra de una duda” (1943), “Náufragos” (1944), “Recuerda” (1945), “Encadenados” (1946), “El Proceso Paradine” (1947), “La soga” (1948) y “Atormentada” (1949). En “Sospecha” coincidió por primera vez con Cary Grant y en “La soga” con James Stewart, sus dos actores favoritos y a quienes volvió a recurrir con frecuencia a lo largo de su carrera. Por “Sospecha” -nominada al Oscar a la mejor película- Joan Fontaine ganó la estuatuilla a la mejor actriz y, por "Recuerda", Miklos Rosza a la mejor banda sonora. El cineasta, que jamás ganó ninguna. optó a ella por segunda vez gracias a “Náufragos”, si bien el triunfador fue Leo McCarey por “Siguiendo mi camino”, film protagonizado por Tallula Bankhead, basado en una historia de John Steinbeck y en el que la acción transcurría casi en su totalidad en un bote. Su tercera nominación se debió a la ya citada “Recuerda”, con Ingrid Bergman y Gregory Peck, recayendo en aquella ocasión el premio en Billy Wilder por “Días sin huella”.  Ingrid Bergman fue otra de sus actrices fetiche, como demuestran sus participaciones en “Encadenados” y “Atormentada”.
En los 50 dirigió “Pánico en la escena” (1950), “Extraños en un tren” (1951), “Yo confieso” (1953), “Crimen perfecto” (1954), “La ventana indiscreta” (1954), “Atrapa a un ladrón” (1955), “Pero… ¿quién mató a Harry?” (1955), un remake de su “El hombre que sabía demasiado” (1956), “Falso culpable” (1957), “Vértigo” (1958) y “Con la muerte en los talones” (1959). Por “Whatever will be, will be (Qué será, será)”, interpretada por Doris Day en “El hombre que sabía demasiado”, Ray Evans y Jay Livingston consiguieron el Oscar a la mejor canción.
Alfred Hitchcock optó a la estatuilla al mejor director por “La ventana indiscreta”, aunque finalmente recayó en Elia Kazan por “La ley del silencio”. Por aquella época colaboró con algunos de los mejores técnicos de su carrera, como el compositor Bernard Herrmann -con quien trabajó por primera vez en “Pero… ¿quién mató a Harry?”-, el montador George Tomasini -“La ventana indiscreta”- y el fotógrafo Robert Burks -a quien contrató primeramente para “Extraños en un tren”-. Éste ganó el Oscar por su colorista trabajo en “Atrapa a un ladrón”, protagonizada por Cary Grant y Grace Kelly, la actriz preferida de Hitch, amante impenitente de las intérpretes rubias. Además de en dicha cinta, la norteamericana intervino en “Crimen perfecto” y en “La ventana indiscreta”. Su boda con el príncipe Rainiero de Mónaco supuso su alejamiento del cine, hecho que disgustó profundamente a Hitchcock, que intentó recuperarla en vano para el rodaje de “Marnie la ladrona”. A mediados de aquella década también se estrenó con gran éxito la serie de televisión“Alfred Hitchcock presenta” (1955), con episodios de misterio y suspense dirigidos por nombres como William Witney, Sydney Pollack, Ida Lupino, Robert Stevenson, Robert Altman, William Friedkin o Arthur Hiller. 
Inauguró los años 60 con su obra maestra “Psicosis” (1960), cuyo reparto encabezaba el actor Anthony Perkins y que le supuso su última nominación al célebre premio de la Academia de Hollywood, si bien fue a parar de nuevo a manos de Billy Wilder por “El apartamento”. Para vergüenza de los académicos hollywoodienses,  Hitchcock tuvo que conformarse con un premio honorífico, el Irving Thalberg, concedido en 1968.
Sus siguientes títulos fueron “Los pájaros” (1963), tercera adaptación de una novela de Daphne de Maurier protagonizada por Tippi Hedren y Rod Taylor, “Marnie, la ladrona” (1964), thriller psicológico a cargo nuevamente de Hedren y de un Sean Connery en pleno auge del personaje de James Bond y dos cintas de espionaje, “Cortina rasgada” (1968), con Paul Newman y Julie Andrews y “Topaz” (1969), con John Forsythe, Karin Dor y John Vernon. 
Ya en los 70, en la última etapa de su vida, el magistral cineasta filmó dos obras excepcionales, aunque muy subestimadas en el momento de su estreno: “Frenesí” (1971), rodada en Inglaterra y con la participación de Jon Finch y Barry Foster y “La trama” (1976), magistral reciclaje de todos sus temas y pautas cinematográficas.


REBECA (Película completa)



ENCADENADOS (Película completa)





jueves, 1 de agosto de 2013

GUERRA MUNDIAL Z (World War Z)

Uno de mis recuerdos de infancia asociado al cine se refiere a “La invasión de los ladrones de cuerpos” de Don Siegel. Vi varias veces en televisión aquel largometraje en blanco y negro de los años cincuenta y reconozco que me impactó. Desde entonces sigue siendo uno de mis referentes del subgénero de zombies -humanos que han perdido tal condición para convertirse en seres indeterminados, criaturas no muertas que amenazan a quienes todavía conservan la vida-. Si la repusieran a día de hoy, probablemente me seguiría enganchando a su historia. Tal vez sea porque las huellas de la niñez te acompañan el resto de la existencia que se mantiene en mi selección de films sobre esta temática tan peculiar. También me impresionaron “28 días después” dirigida por Danny Boyle, y su secuela “28 semanas después”, con el tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo detrás la cámara. Se trataba de dos cintas muy notables de acción y terror cuya realización resultaba impecable y que lograban alcanzar altas dosis de tensión y entretenimiento.
No obstante, esta modalidad cinematográfica presenta limitaciones evidentes, ya que las aventuras de zombies dan poco juego y es complicado hallar producciones originales y creativas que superen a los títulos más relevantes de antaño. En este sentido, “Guerra Mundial Z” cuenta con una factura correcta –lo cual no es tan meritorio cuando se dispone de un presupuesto de ciento noventa millones de euros- y una dirección efectiva. Los niveles de intensidad y acción son aceptables y resultará entretenida a los amantes del género. Sin embargo, su visionado no evita la sensación de “déjà vu”, de enésima versión, lo que me lleva a concluir que su única innovación es un conjunto de escenas grandiosas y de impresionantes recreaciones visuales conseguidas a base de invertir más y más millones en efectos especiales. 
En definitiva, estamos ante una película digna que mima la técnica y que cumple el mínimo exigible en esta clase de proyectos pero que, por desgracia, no va más allá. Así que dentro de unos años, ante una hipotética reposición de ambas, yo seguiré prefiriendo ver “La invasión de los ladrones de cuerpos” antes que “Guerra Mundial Z”. Marc Foster, errático realizador que, en mi opinión, se crece con el drama y se diluye en la acción, es el responsable de la cinta. Personalmente, le prefiero en “Descubriendo Nunca Jamás”, con Johnny Deep y Kate Winslet, que en la versión del Agente 007 de “Quantum of Solace”. En cualquier caso, su último trabajo ha resultado un éxito de recaudación en todo el mundo –más de cuatrocientos sesenta millones de dólares pese a sus elevadas cifras de inversión-. 
Brad Pitt es la estrella indiscutible, no sólo por su labor como actor sino también por su faceta de productor. Aunque consigue dotarla de credibilidad, su interpretación queda lejos de otras tan destacadas como las de “Seven”, “El club de la lucha”, “Babel” o “El curioso caso de Benjamin Button”, por citar tan sólo algunas. Las limitaciones tanto del guión como de su personaje no le han permitido demostrar como en otras ocasiones sus enormes cualidades interpretativas.

Trailer en castellano

Trailer en versión original

Datos del film


Película: Guerra Mundial Z.
Título original: World War Z.
Dirección: Marc Forster.
Año: 2013. País: USA. Duración: 116 min. Género: Acción, terror.
Interpretación: Brad Pitt (Gerry Lane), Mireille Enos (Karin Lane), Daniella Kertesz (Segen), James Badge Dale (capitán Speke), Matthew Fox (militar), David Morse (Burt).
Guion: Matthew Michael Carnahan, Drew Goddard y Damon Lindelof; basado en la novela de Max Brooks, adaptada por Matthew Michael Carnahan y J. Michael Straczynski.
Producción: Brad Pitt, Ian Bryce, Dede Gardner y Jeremy Kleiner.
Música: Marco Beltrami.
Fotografía: Ben Seresin.
Montaje: Matt Chesse y Roger Barton.
Diseño de producción: Nigel Phelps.
Vestuario: Mayes C. Rubeo.