viernes, 26 de abril de 2024

GUERRA CIVIL (Civil War)



Cada vez resulta más difícil juzgar una película por el grado de credibilidad de sus escenas. La actualidad nos tiene acostumbrados a numerosas noticias que serían calificadas de totalmente inverosímiles en un relato inventado. Se dice que la realidad supera a la ficción y, visto lo visto, a estas alturas yo tiendo a admitir como posible lo que mi lógica todavía se empeña en negar. “Guerra Civil” plantea un escenario en el que los Estados Unidos se enfrascan en una lucha fratricida entre buenos americanos y malos americanos (a qué bando pertenece cada uno depende de a quién se le pregunte), y los paramilitares marchan hacia Washington para tomar la Casa Blanca y matar al Presidente. Hasta aquí, todo creíble, puesto que hemos presenciado recientemente en vivo y en directo el asalto al Capitolio por personas ataviadas con cabezas de búfalo. Mayor reparo, si cabe, me produce la escenificación de informadores compartiendo con soldados la primera línea de combate. Mi mente la percibe como poco realista, aunque tal vez el fotógrafo de prensa acompañe efectivamente al militar en la avanzadilla de una acción bélica. Quién sabe.

“Guerra Civil” es una llamada de atención sobre la peligrosidad de la polarización dentro de un país y sobre cómo los odios, si no se aplacan a tiempo, crecen irremediablemente hasta extraer lo peor del ser humano. Atesora algunas escenas muy buenas y, sobre todo, posee un planteamiento visual y narrativo interesante, proyectando, a modo de pausa, las fotografías que los protagonistas van sacando en cada misión de combate que cubren. No obstante, presenta algunos deméritos, a mi juicio, muy evidentes. Intenta alternar un tono de parodia con un estilo más serio y dramático, lo que no siempre funciona a la hora de enlazar las secuencias. Pero se nota, en especial, cómo fuerza la narración para introducir la moraleja y recrearse en el mensaje. Eso, o surge de un modo natural y espontáneo o, si se debe forzar la escenografía para subrayar la crítica, se convierte en un recurso postizo que desentona con el resto del largometraje.

En mitad de una contienda interna estadounidense, generada tras la rebelión de grupos secesionistas, un periodista y una afamada fotógrafa viajan por carretera desde Nueva York a Washington para entrevistar al Presidente de la nación en lo que parecen sus últimos días en el cargo. Terminan acompañándoles un veterano periodista y una jovencísima aprendiz. Los casi dos mil kilómetros de trayecto se convierten en una odisea de peligros donde presenciarán la crueldad y la miseria humana. Llegan tarde a la capital, puesto que los rebeldes están a punto de atacar la Casa Blanca, por lo que se unen a ellos para cubrir la información desde la primera línea de fuego.

Se sitúa detrás de la cámara Alex Garland, quien se inició como guionista de cintas de Danny Boyle (“La playa”, “28 días después”, “Sunshine”), y después se pasó a la dirección debutando con la interesante “Ex Machina”, por la que recibió una nominación al Oscar, y a la que siguió “Aniquilación”, una producción de Netflix con Natalie Portman a la cabeza del reparto. En “Guerra Civil” quizás abuse de cierta reiteración narrativa, pero cabe reconocerle algunos momentos muy destacados.

Sobresale la actriz Kirsten Dunst, que recrea un personaje interesante y repleto de matices. Aquella niña que comenzó en el cine con “La hoguera de las vanidades” y despuntó en “Entrevista con el vampiro” ha crecido y puede presumir de poseer una filmografía muy completa, desde éxitos de taquilla como la primera trilogía de “Spiderman”, de Sam Raimi a obras más arriesgadas, como “Las vírgenes suicidas” u “¡Olvídate de mí!”, pasando por rarezas tan sugerentes como “Elizabethtown” o “El poder del perro”.

La acompañan Wagner Moura (de la serie “Narcos”) -que lleva a cabo un trabajo más desentonado-, Stephen McKinley Henderson (“Lincoln”, “Dune”), Cailee Spaeny (“Una cuestión de género”) o Jesse Plemons (“El irlandés”, la ya citada “El poder del perro”).




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