“Una
noche en Miami” combina personajes reales con acontecimientos ficticios. Reúne
a Cassius Clay en el momento de proclamarse campeón del mundo, al carismático
líder Malcolm X, al popular cantante Sam Cooke y al deportista de fútbol
americano Jim Brown. Estos cuatro iconos se juntan durante una noche imaginaria
en la que expresarán sus pensamientos sobre sus responsabilidades como personas
influyentes, y sus inquietudes sobre sus actuaciones para ayudar a que el país
avance hacia la igualdad y el empoderamiento de las mujeres y hombres de raza
negra.
La
cinta está eficazmente rodada, interpretada de forma sobresaliente y cuenta con
varias secuencias muy relevantes en las que los diálogos y la reflexión
implícita aportan notables dosis de entretenimiento y nivel cinematográfico. No
obstante, a mi juicio, parte de una serie de hándicaps que le impiden traspasar
esa línea que diferencia a los proyectos meramente adecuados y correctos de los
brillantes y destacados. No se aprecia autenticidad en la historia, dado que
prima sobremanera el propósito de lanzar un mensaje reivindicativo como
principal (o único) objetivo, lastrando de ese modo su potencial artístico. El
seguimiento del manual de lo políticamente correcto, así como del
aleccionamiento y la protesta, por comprensibles y plausibles que resulten,
salpican el metraje con cierto tufillo de falsedad.
En
ese sentido, me parecen más interesantes y de superior calidad otros títulos
centrados en los mismos protagonistas, como por ejemplo “Ali”, de Michael Mann,
que supera ampliamente en cualquier concepto a “Una noche en Miami” y en el que
la denuncia social y política que destilaba igualmente el film protagonizado
por Will Smith no restaba otros méritos artísticos y cinematográficos, componiendo
una historia más completa y creíble. No obstante, una vez aceptados el afán de
protesta y el objetivo de difusión del mensaje, es posible disfrutar de unas
dignas actuaciones por parte del elenco y de diversas pugnas dialécticas
meritorias.
La
película se estrenó en el Festival de Venecia de 2020 y pasó por el de Toronto,
si bien posteriormente se decidió que su difusión se realizara a través de la
plataforma “Amazon Prime”, debido a la precaria situación que atraviesa la
exhibición en salas de proyección a causa de la pandemia de coronavirus. No
cabe duda de que la herida asociada al problema racial en Estados Unidos
continúa sin cerrarse y permanece pendiente de solución. Existen numerosos
trabajos que tratan dicho conflicto, muchos de ellos de visión obligada por su
innegable valor. En este caso, “Una noche en Miami” se sitúa en un punto medio,
todavía a algunos pasos del verdadero lucimiento.
Kingsley
Ben-Adir se pone en la piel de Malcolm X, Eli Goree da vida Cassius Clay, Aldis
Hodge encarna a Jim Brown y Leslie Odom Jr. asume el rol de Sam Cooke. La
mayoría cuenta con largas trayectorias en la pequeña pantalla, aunque a Leslie
Odom Jr. se le ha podido ver en el musical Hamilton y a Aldis Hodge en “Figuras
ocultas” y en “Jungla de cristal: La venganza”. Los cuatro realizan unas efectivas
interpretaciones que constituyen sin duda lo mejor de este proyecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario