viernes, 2 de octubre de 2015

HITMAN: AGENTE 47 (Hitman: Agent 47)


Siendo benévolos, podríamos concluir que “Hitman: Agente 47” es una mala película. Sin embargo, siendo más estrictos, podríamos afirmar que nos coloca ante la negación del cine como arte y frente a un mero cúmulo de trucos manidos, gastados, rancios y, a estas alturas, muy amortizados en el género de acción. Lo más triste es sospechar cómo ha llegado este film a nuestras pantallas, a buen seguro en virtud de algún acuerdo entre la distribuidora y los exhibidores que incluye la adquisición de un conjunto de títulos. Para que se proyecten los largometrajes más esperados por el público, es preciso adquirir otros productos de inferior nivel que, de otro modo, nunca hallarían hueco en una sala de proyección. De modo que, para que la cinta que nos ocupa llegue hasta nosotros, otras muchas han tenido que quedar relegadas por los distribuidores, aunque atesoren numerosos méritos artísticos o notable ingenio cinematográfico. Se trata del lado oscuro del negocio del entretenimiento, la que se encuentra lejos de los focos y de la genialidad, del arte con mayúsculas. 
“Hitman: Agente 47” constituye el enésimo intento, confío que frustrado, de iniciar una saga. Ya en 2007 se estrenó “Hitman”, con Timothy Olyphant y una incipiente Olga Kurylenko. Dirigida por el francés Xavier Gens y producida por el musculoso actor Vin Diesel, no pasó de ser un trabajo torpe que pretendía entretener a los aficionados a ese cine entendido como sucesivas inyecciones de adrenalina a través de las escenas. Su modesto resultado en taquilla, unido al transcurso del tiempo, hacían presagiar un olvido seguro, si bien se llegó a comercializar un videojuego alrededor del personaje protagonista. Sin embargo ahora, con el debutante Aleksander Bach detrás de la cámara, se retoma idéntico modelo sin nada nuevo que aportar, puesto que ya lo había ofrecido todo hace ocho años. 
Cuenta la historia de un asesino de élite, creado mediante una complicada ingeniería genética, cuyo objetivo consiste en ser una máquina de matar perfecta. Conocido por el número 47 que luce en su nuca, posee un grado de fuerza, velocidad, resistencia e inteligencia superior al resto. Su misión se centra en aniquilar a una corporación que planea diseñar otro ejército de asesinos cuyos poderes le superen incluso a él. 
Carente por completo de originalidad y de creatividad artística, la película se ciñe a una sucesión de secuencias supuestamente electrizantes y vertiginosas en las que fracasa sin paliativos. La ausencia de unos protagonistas interesantes (no digamos ya creíbles), de un guión mínimamente elaborado (no ya riguroso) y de una narración eficaz (no ya audaz), la sitúa al mismo nivel de cualquier telefilm casposo de madrugada en una cadena local. 
La mínima calidad técnica que se le presupone a cualquier título con semejante presupuesto sí está garantizada en este caso, lo que llevará a algunos a considerar exagerada mi comparación anterior. Pero hablo de lo que tristemente se logra sólo con dinero, al margen de la imaginación y de las cualidades artísticas. 
El apartado interpretativo corre a cargo de Rupert Friend -a quien hemos visto en las cintas de época “Orgullo y prejuicio” y “La reina Victoria”, así como en la exitosa serie televisiva “Homeland”-, Zachary Quinto -que ha participado en las últimas entregas de “Star Trek” de J.J. Abrams- y Hannah Ware -con una pequeña intervención en la interesante cinta “Shame”-.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: Hitman: Agente 47.
Dirección: Aleksander Bach.
País: USA. Año: 2015. Duración: 96 min. Género: Acción.
Reparto: Rupert Friend (Agente 47), Zachary Quinto (John Smith), Hannah Ware (Katia), Ciarán Hinds (Litvenko), Thomas Kretschmann (Le Clerq), Jürgen Prochnow (Tobias).
Música: Marco Beltrami.


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