viernes, 7 de junio de 2024

ARTHUR (Arthur, The King)



Como quiera que la realidad supera a la ficción, a menudo se recurre a hechos verídicos con el fin de buscar relatos dignos de ser contados. La película “Arthur” se basa en la verdadera historia de Mikael Lindnord, un atleta sueco especializado en competiciones de alto rendimiento y extrema complejidad. En el año 2014, Lindnord viajó a Ecuador para competir en el Campeonato Mundial de Aventura Huairasinchi (palabra del dialecto Kichwa que significa “la fuerza del viento”), que se caracteriza por pruebas y carreras con un elevado e intenso nivel de exigencia. Durante la competición, el equipo del atleta se cruzó con un perro callejero en muy malas condiciones, al que ofrecieron un poco de agua y comida. A partir de ese momento, les acompañó durante el resto del torneo, llegando a superar todos los obstáculos, distancias y adversidades de tan singular contienda. Al final, se forjó una relación tan estrecha entre el hombre y el can que le llevó a adoptarlo definitivamente.

Dirige la cinta Simon Cellan-Jones, a cargo de una amplia trayectoria en el mundo de la televisión, con series destacadas e interesantes como “La diplomática”, protagonizada por una estupenda Keri Russell, o “Years and Years”, divertida y excéntrica propuesta con Emma Thompson en el reparto. Para las salas de proyección tan sólo había dirigido “Plan en familia”, una comedia de acción interpretada por actores notables, pero que no dejaba de ser una propuesta endeble y bastante previsible en su planteamiento. Ahora estrena “Arthur”, un film agradable a la vista, en tanto en cuanto contiene ese espíritu siempre reconfortante de superación de la adversidad a base de tenacidad personal, y que se halla repleta de buenas vibraciones y nobles sentimientos. Dicho esto, el largometraje no arriesga en absoluto, por lo que vuelve a caer en lo esperable, si bien suscita en el espectador esa grata y cómoda sensación de participar en una hermosa trama y compartir sus profundos valores.

Así pues, su definición más adecuada es la de propuesta agradable y bienintencionada, sin actuaciones extraordinarias, ni momentos memorables, ni diálogos o secuencias especialmente significativas, pero con las suficientes dosis de entretenimiento y encanto como para disfrutar durante sus cien minutos de duración.

Abundan las muestras cinematográficas sobre la particular relación entre el ser humano y los animales, desde delfines (“Mi amigo Flipper”) a ballenas (“Liberad a Willy”), pasando por leones (“Mia y el león blanco”), caballos (“War Horse”) y un largo etcétera. Obviamente, los perros integran un apartado propio y cuentan con el listado de títulos más extenso. Determinados planos de “Arthur” me remiten, por ejemplo, a la entrañable “Siempre a tu lado, Hachiko”, con Richard Gere encabezando el elenco, y que también se basa en una historia real. Y, aunque no destaca en demasía en este conjunto global, refleja esa misma ternura y esperanza que se saborea apaciblemente.

Como sucede con el anterior proyecto de Cellan-Jones en pantalla grande, el elegido para protagonizar el relato es Mark Wahlberg, interesante actor que, pese a una carrera profesional bastante asociada al género de acción, también ha llevado a cabo intervenciones más dramáticas y arriesgadas que acreditan su capacidad delante de la cámara. “The Fighter”, “Infiltrados”, “The Lovely Bones”, “La tormenta perfecta” o “Boogie Nights” dan fe de ello. En su faceta de héroe se popularizó gracias a “The Italian Job”, “Shooter: El tirador” y “El único superviviente”, demostrando efectividad en su labor.

Junto a él participan Simu Liu (“Barbie”), Nathalie Emmanuel (vista en las últimas entregas de “Fast & Furious”), Juliet Rylance (“Frances Ha”) y Ali Suliman (“Red de mentiras”).



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