Una
de las sorpresas de la temporada cinematográfica de 2023 es el largometraje
francés “Anatomía de una caída”. En el último Festival de Cannes obtuvo el
máximo galardón, la Palma de Oro, y acaba de recibir la nominación al Globo de
Oro a mejor película de habla no inglesa. En los Premios del Cine Europeo se
alzó con los galardones a mejor película, dirección, actriz y guion. Sirva esta
carta de presentación como acreditación de hallarnos ante una cinta sólida,
bien narrada e interpretada, que merece la pena ver y que constituye una de las
producciones más relevantes del año.
Pese
a una prolongada duración de dos horas y media, el ritmo de un cuidado guion y
el brío aportado por la directora lo convierten en un largometraje ágil y
entretenido, sobre aspectos aparentemente cotidianos y desde una perspectiva
aguda y audaz. Ciertamente, el título define bien el contenido. Se trata de la
anatomía, casi con formato de autopsia, de una vida matrimonial y familiar en
la que se saca a relucir un cúmulo de aspectos que cautivan al espectador. Un
juicio en toda regla, paralelo y hasta perpendicular, a la existencia de
quienes se podrían calificar como “gente normal”, si es que tal concepto
existe. Supone, sin duda, una apuesta valiente y original, nada sensacionalista
ni redundante. A buen seguro, optará también al Oscar de Hollywood y me
aventuro a presagiar que lo ganará.
Una
escritora alemana vive con su marido y su hijo, discapacitado visual, en una
casa de Alpes franceses. Cuando el esposo muere en misteriosas circunstancias,
la investigación no puede determinar si se trata de un suicidio o de un homicidio.
Sin embargo, la escritora es arrestada y juzgada por el hecho. Durante la
investigación y el proceso, se pondrá el foco sobre su tumultuosa relación y su
ambigua personalidad.
La
realizadora Justine Triet se sitúa detrás de la cámara. Reconozco que no había
visto sus anteriores trabajos, pero ahora me ha despertado una profunda curiosidad
por visionarlos. He comprobado que hace más de una década ya obtuvo un premio
en el Festival de Cine de Berlín con su cortometraje “Chica traviesa, chico
malo”, así que a partir de este momento seguiré sus futuros proyectos con
interés.
Pese
a encajar en el género del “thriller”, el film posee una profunda carga psicológica
y emocional, lo que dota al conjunto de un realismo poco común en las obras de
intriga que se proyectan habitualmente en las carteleras. Sorprende la sutileza
con la que introduce al público en la historia y llama la atención el cúmulo de
mensajes e ideas que propone. En ocasiones, resulta un relato frío y objetivo
pero, pasado el tiempo, comporta una implicación más subjetiva por parte de
cada uno de los personajes. En definitiva, una película inteligente en el
sentido más científico del término.
La
actriz Sandra Hüller soporta el mayor peso de la acción, aunque con naturalidad
y eficacia. En los recientes Premios del Cine Europeo fue premiada por este
trabajo, si bien estaba igualmente nominada por su papel en “La zona de
interés”, film de Jonathan Glazer galardonado en la última edición del Festival
de Cannes. Todo parece indicar que 2023 ha sido su año, tras haber intervenido
en títulos como “Toni Erdmann” (2016) o “El hombre perfecto” (2021).
Junto
a ella figuran en el reparto Samuel Theis (“Softie”), Swann Arlaud (“Gracias a
Dios”, “Un héroe singular”), Jehnny Beth (intérprete con unos inicios
cinematográficos como compositora) y Antoine Reinartz (“120 pulsaciones por
minuto”).
“Anatomía
de una caída” ostenta una candidatura al Goya a la mejor película europea y ha
sido reconocida por la “Nacional Board of Review” y por la crítica de Chicago,
Nueva York y Los Ángeles. Y eso que la temporada de premios acaba de empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario