jueves, 10 de mayo de 2012

LA PESCA DE SALMÓN EN YEMEN (Salmon Fishing in the Yemen)

El director sueco Lasse Hallström posee una especial habilidad para abordar las relaciones sentimentales y para dotar a sus obras cinematográficas de una sensibilidad muy atrayente. Logró reconocimiento mundial en 1985 con Mi vida como un perro, cinta que le proporcionó dos nominaciones a los Oscar (mejor director y mejor guionista), circunstancia poco habitual para un largometraje rodado en Europa. Semejante éxito le abrió las puertas de la industria norteamericana y le permitió ir concatenando trabajos correctos -que destacaban siempre por sus personajes y por las situaciones que recreaban (caso de ¿A quién ama Gilbert Grape?)- con otros bastante más prescindibles (como el mediocre Algo de qué hablar).
Hasta que en 1999 rodó su, en mi opinión, mejor largometraje: Las normas de la casa de la sidra. Esta auténtica joya recibió siete candidaturas a los premios de la Academia de Hollywood (una de ellas, a la mejor dirección para el propio Hallström) de los que finalmente ganó dos. Cuenta una historia romántica contenida y sentida, envuelta en un triángulo amoroso imposible pero, al mismo tiempo, inevitable. En definitiva, contaba con todos los requisitos para ser un éxito popular ya que, como la mayoría de las relaciones sentimentales que han marcado al séptimo arte, reunía romanticismo, intensidad, drama y fatalidad. Y es que la filmografía de este cineasta se compone de títulos que destilan sentimiento, llegando incluso a lograr algo que a mí me parecía impensable: que un film protagonizado por un animal -Siempre a tu lado: Hachiko, con Richard Gere, Joan Allen y un perro- consiguiera conmoverme.
Ahora presenta La pesca de salmón en Yemen, la curiosa historia de un magnate yemení empeñado en pescar salmones en los ríos de su país. A pesar de que su clima y su ubicación indiquen que tal pretensión es imposible, el capricho se hará realidad con la ayuda de un científico desorientado y de una prometedora joven que atraviesan sendas crisis existenciales.
Aunque presenta alguna variante respecto de su tónica habitual, la cinta conserva buena parte de las señas de identidad de Hallström. Lo que la distingue de otros proyectos anteriores es una mayor comicidad, un considerable número de escenas graciosas que llegan incluso al sarcasmo en la recreación de una trama política que, pese a ser secundaria dentro del relato, implica que deba ser catalogada como comedia. En todo caso, la constante en la originalidad de los personajes –en el sentido de extravagantes- se sigue manteniendo, así como la inclusión de varias escenas emotivas que subrayan el sello personal de su realizador.
Sin embargo, presenta determinados defectos que impiden colocar a este trabajo entre sus mejores creaciones. La conexión entre la parte cómica y la dramática no está demasiado lograda y fracasa de forma evidente cuando trata de introducir aspectos de intriga propios del thriller. Así, la secuencia del sabotaje de la presa a manos de fanáticos islamistas o el intento de asesinato del jeque árabe desentonan con el resto del metraje. En definitiva, La pesca de salmón en Yemen funciona mejor como sucesión de escenas sueltas que como narración total de principio a fin. Y, aunque no sea un título particularmente destacable, ofrece a los seguidores del director sueco algunas escenas que perdurarán en su memoria.

Trailer en castellano



Trailer en versión original


Datos del film:

Película: La pesca de salmón en Yemen. Título original: Salmon fishing in the Yemen.
Dirección: Lasse Hallström.
País: Reino Unido. Año: 2011. Género: Comedia dramática, romance.
Interpretación: Ewan McGregor (Dr. Fred Jones), Emily Blunt (Harriet Chetwode-Talbot), Kristin Scott Thomas (Patricia Maxwell), Amr Waked (jeque Mohamed ben Zaidi bani Tihama).
Guion: Simon Beaufoy; basado en la novela de Paul Torday.
Producción: Paul Webster.
Música: Dario Marianelli.
Fotografía: Terry Stacey.
Montaje: Lisa Gunning.
Diseño de producción: Michael Carlin.
Vestuario: Jane Marcantonio.

2 comentarios:

Guillermo Núñez dijo...

Gerardo, coincido plenamente con tu opinión acerca del film. En todo caso, me pasé un rato agradable en el cine, que es lo que en realidad iba buscando: bien acompañado, bien provisto de cotufas y coke y disfrutando de una historia bien contada y un tanto estrambótica.

Gerardo Pérez Sánchez dijo...

Me aleggro que disfrutases con la película, Guillermo. Ese es el principal objetivo del cine. Un saludo muy cordial.