viernes, 30 de mayo de 2025

MISIÓN: IMPOSIBLE SENTENCIA FINAL (Mission: Impossible - The Final Reckoning)



En 1996, hace casi treinta años, se estrenó “Misión Imposible” en pantalla grande. Previamente, había sido una serie de televisión que se emitió entre 1966 y 1973. En ambos casos, su pegadizo y potente tema musical, compuesto por el músico Lalo Schifrin, daba inicio a un entretenimiento de aventuras y agentes secretos que supuso todo un triunfo. En su versión cinematográfica ha dado origen a ocho películas, a cargo de los directores Brian de Palma, John Woo, J. J. Abrams, Brad Bird y Christopher McQuarrie (responsable de las cuatro últimas). Reconozco que el film inicial me gustó. Más allá de la evidente exageración y inverosimilitud de su escena final, poseía una trama ágil y trepidante que, a mediados de los noventa, constituyó una novedad recibida con aplausos.  
A partir de ahí, los títulos estrenados han presentado altibajos, si bien el serial ha evolucionado ampliando tres de sus aspectos: el metraje, el presupuesto y la obsesión por rodar secuencias increíbles y descabelladas. Esta tendencia al aumento y el exceso no siempre se alza como la mejor vía para progresar. De hecho, si la primera entrega duraba ciento diez minutos, la más reciente alcanza los ciento sesenta y nueve. Y, si el presupuesto de aquella se elevó hasta los ochenta millones de dólares, el de esta ronda los cuatrocientos. Cada nuevo proyecto se define por la máxima circense de “más difícil todavía”, encadenando planos asombrosos y, en ocasiones, hasta inconcebibles. Semejante apuesta ha generado legiones de aficionados y resultados económicos muy rentables, no acompañados en todos los casos de calidad artística y fílmica. A mi juicio, tan peculiar sentido del espectáculo ha restado rigor y rentabilidad a los sucesivos estrenos. 
Las salas de proyección reciben ahora la octava cinta, rodada como segunda parte de la séptima y, según parece, punto final de la saga. Trata de combinar la intensidad de la acción con homenajes nostálgicos a las aventuras del pasado. Echando la vista atrás, se hallan momentos destacados y escenas logradas aunque, a la larga, esa ansia por superarse conduce a algunos extremos un tanto ridículos.  
Aun así, no cabe duda de que la sintonía de Schifrin conserva intacta su capacidad de hacer hervir la sangre, y las peripecias del agente Ethan Hunt mantienen su habitual nivel de entretenimiento, pese a que las exageraciones desvirtúan su esencia en parte.  Juzgo innecesarias las tres horas de duración y la pomposidad de determinados planos secuencia, que se asimilan a bailes coreografiados.  En definitiva, un conjunto de misiones posibles e imposibles que, al menos, centran su objetivo en dicho entretenimiento, con independencia de que los medios empleados para obtenerlo resulten efectivos, aunque discutibles.  
Como de costumbre encabeza el reparto Tom Cruise, paradigma de estrella de Hollywood cuya filmografía contiene multitud de éxitos. Desde hace más de una década, sus papeles de acción han acaparado y monopolizado su carrera. Antes alternaba trabajos como “Top Gun” con otros como “Rain Man”, y sus actuaciones en ”El color del dinero”, “Algunos hombres buenos”, “Nacido el cuatro de Julio” o ”Leones por corderos” evidencian su versatilidad interpretativa. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, no cambia de género. Confío en que a partir de ahora se decante por otro tipo de personajes. 
Aquí le acompañan Hayley Atwell (“La duquesa”), Ving Rhames (“Pulp Fiction”), Esai Morales (“La bamba”), Angela Bassett (“Días extraños”) y Cary Elwes (“La princesa prometida”).


domingo, 25 de mayo de 2025

PALMARÉS DEL FESTIVAL DE CINE DE CANNES 2025


LISTADO COMPLETO DE GANADORES

  • Palma de Oro: Un simple accidente, de Jafar Panahi.
  • Gran Premio del Jurado: Sentimental Value, de Joachim Trier.
  • Premio del Jurado ex aequo: Sirât, de Oliver Laxe y Sound of Falling, de Mascha Schilinski.
  • Premio Especial del Jurado: Resurrection, de Bi Gan.
  • Mejor actriz: Nadia Melliti por La petite dernière, de Hafsia Herzi.
  • Mejor actor: Wagner Moura por O Agente secreto, de Kleber Mendoça Filho.
  • Mejor director: Kleber Mendoça Filho por O agente secreto.
  • Mejor guion: Recién nacidas, de los hermanos Dardenne.
  • Palma de Oro al mejor cortometraje: I’m Glad You’re Dead Now, de Twafeek Baron.
  • Cámara de Oro a la mejor primera película de un cineasta: The President´s Cake, de Hasan Hadi.

viernes, 23 de mayo de 2025

DESTINO FINAL: LAZOS DE SANGRE (Final Destination: Bloodlines)



En su momento llegó a emitirse (desconozco si aún se sigue haciendo) un programa televisivo titulado “1.000 maneras de morir”. Se trataba de una producción estadounidense dedicada a explicar las más insólitas y sorprendentes formas de fallecimiento. Poseía un tono entre la comedia negra y el entretenimiento incómodo a través de la angustia, habida cuenta de las macabras vías expuestas por las que perder la vida. Siempre he sospechado que los guionistas de la saga “Destino final” eran sus seguidores y se inspiraban en aquellos episodios para trasladar después a la pantalla grande los diversos métodos ideados para agonizar y perecer. 

“Destino Final” inició su andadura en el año 2000, estrenándose sus secuelas en 2003, 2006, 2009 y 2011. Ahora se presenta su sexta entrega: “Destino final: Lazos de sangre”. Destinada a un público juvenil y con la pretensión de mezclar terror y desenfreno, se desarrolla sobre esa incierta línea que pretende aunar humor y terror, una combinación sin duda compleja. El serial nunca llegó a alcanzar un gran éxito de taquilla, si bien los ingresos han superado los costes en cada largometraje. Por lo tanto, atendiendo estrictamente al punto de vista de la rentabilidad, debería haber terminado hace tiempo.  

Sin embargo, determinado público encuentra excitación y deleite ante tan rocambolescos accidentes que terminan en un baño de sangre. Personalmente, me cuesta aceptar semejante punto de partida, centrado en explotar la fragilidad de la vida, por más que actualmente esta fórmula esquilmada y sin apenas interés resulte amena para algunos espectadores.   

Acosada por una aterradora pesadilla recurrente, una joven estudiante universitaria vuelve a su hogar para buscar a la única persona que podría detener la terrible amenaza que acecha a su familia. Mientras lucha por comprender el misterio que esconden sus sueños y la oscura conexión con su destino, habrá de enfrentarse a sus miedos más profundos y descubrir cómo romper el ciclo de muerte que se cierne sobre ellos. 

Ciertamente, en este último proyecto no se aprecia un pronunciado declive con relación a los anteriores, ya que mantiene el nivel de sus predecesoras. Pese a un montaje efectivo y una narración coherente, mi desconexión estriba en la ausencia de atractivo de la historia. No descarto que la explicación se halle en un desfase generacional por mi parte pero, incluso si me retrotraigo un cuarto de siglo a aquel primer visionado, mantengo idéntico distanciamiento ante una propuesta que, al menos por entonces, sí consideraba más original. Calificado como un serial de “segunda clase”, así como de consumo fácil y rápido, confío en que no se contemple la posibilidad de un séptimo rodaje, dado que existen otras alternativas para dedicarse al cine de terror. 

Figura en el reparto Tony Todd, un habitual del género quien, además de participar en las cintas anteriores de la saga, aparece también en la de “Candyman” y en la versión de “El cuervo” de 1994. Debutó en 1986 a las órdenes de Oliver Stone en “Platoon”, trabajando a continuación con Clint Eastwood en “Bird”. Le acompañan Brec Bassinger (“A 47 metros 2: el terror emerge”), Richard Harmon (“El secreto de Adaline”), Rya Kihlstedt (“Deep Impact”) y Teo Briones (“Wind River”).


viernes, 16 de mayo de 2025

UNA QUINTA PORTUGUESA



Para mí ha supuesto una grata sorpresa toparme en la cartelera con la cinta “Una quinta portuguesa”. Con la enorme dificultad que entraña aparentar sencillez y, al mismo tiempo, esconder la complejidad ligada a la autenticidad, nos presenta una historia construida sobre los personajes y sus emociones. Consigue generar una extraña armonía que conduce al espectador a un clima de relajación y descanso, como el que proporciona esa finca rural que, entre vegetación y naturaleza, acoge a personas tan diferentes y tan similares. Se trata de una película bonita, serena en la estética y el ritmo, pero potente en el planteamiento, logrando una coherencia y una afinación muy logradas en su conjunto.

La dirección corre a cargo de Avelina Prat, quien debutó en la ficción en 2022 con el largometraje “Vasil”, al que me acerqué por casualidad tras leer un artículo de recomendación de Isabel Coixet, y que constituyó un más que acertado debut de esta realizadora y guionista valenciana. A mi juicio, con este segundo trabajo se supera, tanto en su faceta de escritora como de cineasta, confirmando que se debe tener muy en cuenta su nombre y seguir su carrera profesional con interés.

Un profesor de vida tranquila y rutinaria se ve sorprendido inesperadamente por el repentino y abrupto abandono de su esposa, un acontecimiento que en principio considera una desaparición pero que, posteriormente, ha de afrontar como el voluntario deseo de su pareja de dejar todo atrás, sin despedidas ni justificaciones. Afectado y desorientado, emprende un cambio vital que le lleva a suplantar la identidad de otro hombre y a ejercer labores de jardinero en una finca. En dicho lugar conocerá a nuevos vecinos y establecerá una inesperada amistad con la dueña del inmueble, aceptando las bondades de unos afectos sobrevenidos y las incomodidades de una existencia que no le pertenece.

Reconozco mi especial conexión con los relatos sobre usurpaciones de personalidad y con las tramas centradas en individuos que se hacen pasar por otros. Resulta curioso comprobar cómo, en ocasiones, quienes se identifican y se ven correctamente reflejados en identidades falsas, simultáneamente se sienten extraños con sus verdaderos nombres y realidades. En “Velvet Goldmine” se pronuncia la siguiente frase: "Un hombre no es sincero cuando habla de sí mismo, dale una máscara y dirá la verdad". A veces, pues, se torna preciso ser otro para ser uno mismo.

“Una quinta portuguesa” se revela como un drama sobre las segundas oportunidades, las relaciones humanas y la necesidad de auto evadirse para alcanzar una plena evolución. A medio camino entre la fábula, el melodrama y la redención, el espectador sosegado disfrutará de un guion delicioso, unos perfiles

bien interpretados y una inusual sensación que aúna placidez e incomodidad ante el cúmulo de verdades y mentiras que se entremezclan hasta confundirse por completo.

Tras haber participado en el último Festival de Cine de Málaga, confío en que el film no caiga en el olvido y continúe proyectándose en otros certámenes que premian los títulos más relevantes del año ya que, en mi opinión, merecerá ser recordado en el futuro y perdurará en el tiempo.

Destaca dentro del reparto la artista lusa María de Medeiros. La adorable Fabienne de “Pulp Fiction” recibió en 1994 la Copa Volpi a la mejor actriz en la Mostra de Venecia por “Três Irmãos”. Ha intervenido asimismo en “Cita con Venus”, “El detective y la muerte” o “Mi vida sin mí”. Aquí desempeña una relevante labor, habida cuenta de que la acción se sustenta en gran medida sobre las actuaciones.  

Le acompañan Manolo Solo (ganador de un Goya por “Tarde para la ira”), Branka Katic (“Enemigos públicos”) e Ivan Barnev (“Vasil”). Cada uno de ellos aporta su cuota de talento para construir este excelente proyecto global.




viernes, 9 de mayo de 2025

THUNDERBOLTS* (Thunderbolts*)



Desde la factoría Marvel han decidido añadir un asterisco a su último título, “Thunderbolts*”, como cuando un escritor desea explicar o matizar a sus lectores algún aspecto de un texto, más allá de la frase que están leyendo. Al parecer pretenden -medio en serio, medio en broma- aclarar que recurren a este grupo de personajes porque “Los vengadores” ya no están disponibles. Tras haber exprimido hasta el límite a dichos superhéroes, y ante la imposibilidad de explorar opciones más originales, echan mano de estos “antihéroes” alternativos para seguir produciendo películas.  Utilizando un símil deportivo, encarnarían a ese equipo de suplentes que saltan al campo en ausencia de los titulares.

Casi plagiando a su competidora “DC Comics” y a la saga de “Escuadrón suicida”, Marvel apuesta por reunir a un grupo de villanos para conformar un comando que proteja a la humanidad del mismo modo que aquellos anteriores “vengadores”. Dentro de tan pintoresco colectivo de repudiados malhechores, encontramos a Yelena Belova, hermana de la “Viuda Negra” (interpretada por Scarlett Johansson), Bucky Barnes -alias “El soldado de invierno”- (quien apareció en las cintas de “Capitán América”) o Taskmaster (el malvado de la citada “Viuda negra”).

No obstante, y aunque intente retrasar lo inevitable, Marvel habrá de enfrentarse más tarde o más temprano al dilema de cómo plantear su futuro en la industria del cine. El manifiesto declive de sus últimas propuestas requiere, o bien de una reinvención, o bien de una certificación de esa decadencia. La copia y la reiteración resultan ya tan acusadas que me siento incapaz de abordarlas con un ápice de interés, hasta el punto de sumirme en el aburrimiento. Y no tanto por falta de intensidad narrativa, ya que la acción existe, como por desidia ante la evidente escasez de ideas novedosas. 

Dirige Jake Schreier, con dilatada experiencia en el mundo de los videoclips musicales y las series televisivas, pero con exigua en la gran pantalla. En 2015 estrenó “Ciudades de papel”, protagonizada por Cara Delevingne, habiendo debutado tres años antes con “Un amigo para Frank”, junto a Frank Langella. Aquí da la sensación de haber dejado en manos del equipo técnico de los efectos especiales la mayor parte de su labor como realizador.

Este conjunto de malvados, algunos reconvertidos en salvadores, se halla encabezado por Florence Pugh, actriz que me impresionó en “Lady Macbeth” y, en la pequeña pantalla, en “La chica del tambor”.  Posteriormente, ha intervenido en la excelente “Oppenheimer” y en la notable “Dune: parte 2”. Ya interpretó a Yelena Belova en “Viuda negra”. Cabe confiar en que no la mantengan atada al personaje en un sinfín de secuelas sin sentido.

Otra intérprete que repite papel es Olga Kurylenko, dando vida a Antonia Dreykov (“Taskmaster”). La ucraniana ejerció como chica Bond en “Quantum of Solace” y participó en “La conspiración de noviembre” o “El maestro del agua”. Hannah John-Kamen, por su parte, continúa encarnando su perfil en “Ant Man” y Julia Louis-Dreyfus (famosa gracias a la televisión por “Seinfeld” y “Veep”) con el suyo en “Black Panther”. Todo un refrito de secundarias convertidas en protagonistas.

En el apartado masculino figuran Lewis Pullman (Top Gun: Maverick”), Sebastian Stan (recientemente nominado al Oscar representando a Donald Trump en “The Apprentice”), David Harbour (“Tyler Rake”) o Wyatt Russell (“Infiltrados en la universidad”).




viernes, 2 de mayo de 2025

EL CONTABLE 2 (The Accountant 2)



En 2016 se estrenó “El contable”, película de cierto éxito que pretendía desmarcarse de otras cintas similares dotando a la trama de una leve carga trágica y simbólica. Con un presupuesto de cuarenta y cuatro millones de euros, logró recaudar ochenta y seis en la taquilla estadounidense. Presentaba a su protagonista como a una persona con una extraordinaria habilidad para los números, pero que arrastraba severos problemas desde la infancia: aquejado de autismo, abandonado por su madre y educado por un padre militar, partidario de la violencia como forma de defensa. Todo ese tinte melodramático quedaba opacado al preferir optar el director y los guionistas por una desproporción de peleas, tiros y muerte, bastante más habituales del género al que pertenece el filme. No obstante, y una vez combinados los diversos factores, el resultado final no se consideró malo. Quizás tampoco bueno, pero con unos atisbos de originalidad y dosis de intensidad narrativa que salvaban los muebles. 
“El contable” contó posteriormente con una vida adicional en las plataformas que le permitió incrementar visionados y ganar adeptos, por lo que sucedió lo que suele pasar en estos casos: la génesis de una segunda parte que ni estaba prevista ni resultaba necesaria.  Y el problema de las segundas partes suele ser siempre el mismo. Ante la necesidad de mantener activa la maquinaria de la rentabilidad, se suele recurrir a reiterar fórmulas ya manidas, en lugar de arriesgar con narraciones y personajes novedosos, aunque sin saber la respuesta que provocarán en el público. Salvo escasas excepciones, tales continuaciones artificiales no mejoran a sus antecesoras cuando llegan a las salas de proyección.
Sea como fuere, no faltarán espectadores encantados de rendirse a esta loa de desproporción desorbitada de secuencias de acción, pero a mi juicio se torna imprescindible un mínimo de realismo y rigor, dado que tal descontrol de enfrentamientos me desconecta por completo del relato.  A menudo contemplo las luchas como coreografías de bailes de salón, y las exhibiciones prolongadas de armas y detonaciones como un intento vano de maquillar con fuegos artificiales la ausencia de ideas. Y, si bien reconozco aquí algunos de los aciertos que sirvieron para sustentar la primera entrega, no causan el mismo efecto en esta prolongación.  
Un contable, con un don extraordinario para resolver cuestiones matemáticas complejas, lleva una vida solitaria, sin relaciones sociales convencionales. Dichas capacidades conducen a que sus servicios sean requeridos por organizaciones criminales y clientes poco recomendables que desean reflejar legalmente en sus contabilidades sus ingresos por negocios al margen de la ley.  Cuando asesinan brutalmente a un viejo conocido, abandona su monótona existencia para descubrir qué hay tras esa muerte.  
Se hace cargo de la realización Gavin O'Connor, productor y ocasional director de algunos episodios de la excelente serie televisiva “The Americans”. En la pantalla grande destacó con “Warrior” (2011) y se asoció también con el propio Affleck en el rodaje de “The Way Back”. 
Responsable de grandes obras como “Argo”, “The Town: Ciudad de ladrones” y “Adiós pequeña, adiós”, en su faceta de irregular actor ha perpetrado actuaciones insufribles en producciones prescindibles (“Una relación peligrosa”, “Las fuerzas de la naturaleza”). En “El contable 2”, en cuya producción participa, trata de conservar el listón de su predecesora, objetivo que logra sólo a medias.  Ganador de dos Oscars (uno como productor y otro como guionista), cada nueva propuesta que aborda constituye una incógnita. 
Le acompañan Jon Bernthal (“El lobo del Wall Street”), J.K. Simmons (estatuilla dorada por “Whiplash”), Cynthia Addai-Robinson (“Colombiana”) o Daniella Pineda (“Jurassic World: Dominion”).