La
joven Lila Neugebauer debuta en la pantalla grande dirigiendo “Causaway”,
notable película disponible desde el pasado viernes en la plataforma “Apple Tv”,
después de su paso por el Festival de Cine de Toronto. Esta polifacética
artista neoyorkina había trabajado hasta ahora en series de televisión, siendo
su aportación más destacada un episodio de la serie “La asistenta”,
protagonizada por Margaret Qualley y Andie MacDowell. Y lo cierto es que, para
tratarse de una ópera prima, destaca por la credibilidad y firmeza del relato.
Pese a su juventud y a la complejidad del tema que aborda, se aprecia madurez
en la filmación. Sin recurrir a las variantes más comunes de entretenimiento
del actual cine norteamericano, construye una historia sólida que se visiona
con interés. Su contenido metraje, de apenas hora y media, unido a unas buenas
interpretaciones y a la verosimilitud de la propuesta, es capaz de enganchar.
Constituye
un ejemplo de proyecto realizado con un presupuesto bastante limitado y de
pretensiones aparentemente modestas, pero que ha sido construido sobre unos
sólidos personajes y un guion cuidado. Sin caer en dramatismos artificiales ni
prolongadas secuencias contemplativas, cuenta con una esencia intimista que
funciona. Tal vez pueda considerarse que su trama resulta simple. Sin embargo, el
complejo reto de diseccionar a dos personas corrientes, con sus problemas y
anhelos, de una forma realista y atractiva, se solventa con buena nota.
Cuenta
la experiencia de una soldado estadounidense herida en Afganistán tras ser
atacado el convoy de vehículos en el que se desplazaba. Esa ofensiva le acarrea
un daño cerebral que le obliga a regresar a su casa de Nueva Orleans, desde
donde luchará por recuperarse. Allí tendrá que lidiar con la medicación
indicada y con los problemas mentales asociados a sus secuelas. Durante esa
etapa de tránsito y readaptación entablará amistad con otra persona que también
sobrelleva sus propias heridas internas y entre ambos se apoyarán para resurgir
y reiniciar algo parecido a lo que deberían ser sus respectivas vidas.
Lo
mejor de este trabajo radica en las actuaciones de la pareja protagonista y en
la honestidad de la obra en su conjunto. Rezuma autenticidad, sin que en ningún
momento del metraje se aprecien momentos forzados, poco creíbles o carentes de
sintonía. En ese sentido, se trata de un tipo de narración cinematográfica cada
vez menos habitual, ya que se suelen propagar como una enfermedad contagiosa
los planos efectistas y las secuencias prefabricadas. En definitiva, “Causeway”
es una cinta buena, bonita y barata.
Jennifer
Lawrence encabeza el reparto, llevando a cabo una brillante interpretación.
Ganadora de un Oscar por “El lado bueno de las cosas”, se alza como una actriz
versátil y eficaz en muy diversos géneros. Sus intervenciones en “Winter´s
Bone”, “La gran estafa americana”, “Joy” o “No mires arriba” dan fe de ello,
compaginándolos con otras apariciones en sagas como “X Men” y “Los juegos del
hambre” sin perder un ápice de su crédito. En esta ocasión, desempeña una
relevante labor, merecedora de aplausos.
Le
acompaña Brian Tyree Henry, recientemente nominado por este papel a los “Gotham
Awards”. Con anterioridad había participado en “Viudas”, “El blues de Beale
Street” o “Joker”. Aunque aparentemente forman un tándem poco atractivo, a lo
largo de la proyección evidencian una compenetración más que destacada.
Entre
los actores secundarios figuran algunos rostros conocidos, como Stephen
McKinley Henderson (“Lady Bird”, “Fences”, “Manchester frente al mar”,
“Lincoln”) junto a otros más anónimos, como Linda Emond (“Julie y Julia”) y Neal
Huff (“Spotlight”).
No hay comentarios:
Publicar un comentario