“Polizón”
es una película que habla sobre los viajes espaciales, la investigación en
otros planetas y la labor de los astronautas, pero no se trata de una cinta de
ciencia ficción. A pesar de su envoltorio, se centra en el planteamiento de
dilemas éticos a través de una narración pausada, casi contemplativa,
alejándose de ese modo de las típicas propuestas de acción y aventuras asociadas
al género. De hecho, el principal inconveniente tal vez radique en su tardanza
a la hora de captar, a través de una trama con enjundia, el interés y la
curiosidad del espectador. Su innegable corrección técnica se torna, pues,
insuficiente durante la primera parte del metraje, que requiere un mayor
contenido narrativo y un ritmo más intenso. Aun así, el filme va ganando
enteros a medida que avanza la proyección, hasta alcanzar un final en el que las
grandes disyuntivas morales, unidas a la emoción por su resolución, remontan
ese inicio un tanto dubitativo.
Producción
de 2021 estrenada en la plataforma Netflix, su director es el brasileño Joe
Penna quien, tras su prometedor debut con “Ártico” (2018), estrena ahora este
segundo título. Se aprecia su metódica pulcritud siguiendo los buenos manuales
propios de la técnica cinematográfica, si bien adolece de una pasión e
intensidad elevadas en el tratamiento de los temas. No obstante, este joven -que
procede del mundo de la música- se vislumbra como un cineasta a tener en cuenta
y probablemente se oirá hablar de él en el futuro.
Tres
científicos se embarcan en una nueva misión hacia el planeta Marte por un plazo
de dos años. En un principio, parecen cumplir con el plan previsto hasta que,
de pronto, se encontrarán con una sorpresa: un empleado que colaboraba en el
lanzamiento de la nave aparece herido en su interior, al tiempo que varios de
los sistemas de funcionamiento comienzan a fallar. Junto a los problemas
mecánicos, técnicos y humanos, deberán enfrentarse además a la falta de oxígeno
para cuatro personas y al aumento en la generación de dióxido de carbono. Los
evidentes datos matemáticos revelan como inevitable el riesgo de que todos
fallezcan. Ante tal situación, y tras la búsqueda infructuosa de alternativas, se
pone sobre la mesa la opción de dejar morir al operario para salvar a los demás
y continuar con la misión. Cuando la decisión parece estar tomada, una de las
astronautas se rebela y decide trazar un plan a la desesperada para lograr la
supervivencia del grupo al completo, pese a arriesgarse a su propia muerte y la
del resto de sus compañeros.
Nos
hallamos frente a una propuesta sugestiva, alejada de las tradicionales
muestras sobre viajes espaciales, y que opta por un planteamiento sosegado de
la historia. Pese a lo discutible de su punto de partida (la forma en la que el
trabajador aparece en escena resulta poco creíble), da paso posteriormente a
una plasmación objetiva, casi cerebral, que quizá desilusione a los amantes de
la acción interplanetaria. En cualquier caso, “Polizón” constituye una apuesta
honesta que va ganando puntos conforme se acerca a su desenlace, por más que
sea inevitable compararla con la superior “Gravity”, del mejicano Alfonso
Cuarón.
El
equipo artístico se reduce al cuarteto protagonista, destacando en él la actriz
Anna Kendrick, nominada al Oscar por la maravillosa “Up in the Air”. Partícipe
de la saga “Crepúsculo”, la hemos visto asimismo en “Un pequeño favor” o “El
contable”. Cumple con su papel a la perfección. Le acompañan Toni Collette (“El
sexto sentido”, “Un niño grande”, “Hereditary”), Daniel Dae Kim (saga
“Divergente”, “Spider-Man 2”, la serie televisiva “Perdidos”) y Shamier
Anderson (“El héroe de Berlín”, “Destroyer. Una mujer herida”).