Como
si de una versión adaptada a la era Trump de “Los timadores” de Stephen Frears
(1990) se tratase, “I Care a Lot” (no me consta traducción para su estreno en
España) es una comedia con toques de thriller que pretende dar una visión de la
amoralidad sin perder el toque sarcástico y entretenido y, aunque consigue su
objetivo a medias, logra encauzar una trama atractiva y ofrecer un pasatiempo más
que aceptable. Pese a perder fuelle claramente a medida que se acerca el final,
su valoración puede calificarse como positiva en su conjunto, por más que no
llegue a entusiasmar. Algunas partes del metraje resultan potentes y vigorosas, si bien mi
impresión personal es que el guion se pierde en su propio laberinto y el
desenlace no figura a la altura del resto de la obra.
Su
director, guionista y productor, Jonathan Blakeson, dispone de un atrayente
elenco, una fotografía colorista y una notable dosis de provocación. Este cineasta
británico alcanzó cierta repercusión popular gracias a “La quinta ola” (2016),
a pesar de que con “La desaparición de Alice Creed” (2009) -otro “thriller”
premiado en el London Film Festival y en los British Independent Film Awards- atrajo
en mayor medida la atención de la crítica. Hasta ahora, sus trabajos se habían
decantado claramente por la intensidad y la intriga, pero con “I Care a Lot” ha
decidido introducir elementos asociados a la comedia más socarrona, dando así
un giro más adecuado a la narración, otorgándole un sabor agridulce que combina
acertadamente con los personajes.
Una
estafadora sin escrúpulos, especializada en engañar a personas de perfil muy
vulnerable, se ha centrado durante años en aprovecharse de jubilados tras haber
conseguido que la nombren su tutora legal. Para su siguiente misión elige a una
anciana a la que, merced a sus dotes de persuasión, desplumar con facilidad.
Sin embargo, se llevará una gran sorpresa cuando compruebe que la senil abuela
no se ajusta exactamente a sus apariencias ya que, sin sospecharlo, con su plan
está entorpeciendo la pretensión de un importante criminal.
Desde
el punto de vista del entretenimiento, Blakeson nos brinda una propuesta
solvente y, en ocasiones, inquietante. Su reflejo de la maldad, a ratos de
forma divertida, a ratos de forma empática, provoca un cuestionamiento de la
fronteras de la ética y la moral. En cualquier caso, se alza como una apuesta
más que admisible y, pese a ser una producción de Netflix, se ha estrenado
inicialmente en las salas de cine para, más tarde, exhibirse en la plataforma
“Amazon Prime”.
Merece
sin duda la pena centrarse en el equipo artístico. A la protagonista, Rosamund
Pike, este papel le proporcionó una nominación al Globo de Oro a la mejor actriz
del año en el apartado de “comedia o musical”. Especializada en dar vida a
mujeres de valor y grandeza, como la científica “Madame Curie” (2019) o la reportera
de guerra y una de las periodistas más afamadas a nivel mundial Marie Colvin en
“La corresponsal” (2018), posee la virtud de adaptarse con desenvoltura a los
más diversos géneros cinematográficos. Tan pronto participa en una cinta
romántica como “Orgullo y prejuicio”, en el thriller “Perdida”, en la comedia “Nuestro
último verano en Escocia”, o en la acción de “El rehén”, conformando una
filmografía variopinta e interesante. Demuestra su talento interpretativo con
asiduidad y también aquí realiza una actuación impecable y digna de reconocimiento.
Le acompaña Peter Dinklage, un actor cuya singularidad física no le ha impedido
triunfar en el cine y la televisión, logrando el aplauso unánime de
espectadores y críticos. Además de su archifamoso personaje de Tyrion Lannister
en la serie “Juego de tronos”, cabe resaltar su participación en “Tres anuncios
en las afueras” y “The Station Agent”.
Podemos
disfrutar asimismo de las intervenciones de Dianne Wiest (ganadora de dos
estatuillas a la mejor actriz secundaria por “Hannah y sus hermanas” y “Balas
sobre Broadway”) y Eiza González (“Baby Driver”, “Alita: Ángel de combate”).
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