No
me consta que un documental haya estado nunca nominado a un galardón en la
categoría de mejor película. Nunca hasta el año pasado, en el que “For Sama”
logró en los BAFTA de la Academia de Cine Británica, además del premio al mejor
documental, sendas candidaturas en los apartados de mejor film británico del
año y mejor largometraje en lengua extranjera. En los “British Independent Film
Awards” sí triunfó sin discusión, alzándose con los reconocimientos a mejor
dirección, película, montaje y documental. Estuvo asimismo a punto de llevarse
el Oscar de la Academia de Hollywood y fue reconocido, entre otros certámenes,
en el Festival de Cannes. Por lo tanto, el aplauso y la valoración en torno a
este trabajo han resultado prácticamente unánimes. Ahora, aunque con notable
retraso, llega a la cartelera española, si bien se ha podido ver con
anterioridad en contadas proyecciones.
“For
Sama” refleja una experiencia vital muy dolorosa, desgarradora y realista, hasta
el punto de que, por momentos, supone un gran esfuerzo mantener la vista en la
pantalla. Los titulares de los periódicos y las breves conexiones televisivas con
los corresponsales en los conflictos armados nos proporcionan información pero,
al mismo tiempo, nos ahorran el mal trago de compartir las imágenes más crudas
de la barbarie, la desesperación y la desnortada deriva de esta raza humana
empeñada en autodestruirse. Sin embargo este documental, con escasos medios y a
través de precarias secuencias, consigue sacudir esa parte de la consciencia adormilada
a veces por las comodidades de las sociedades modernas, tan alejadas de los combates, los ataque
aéreos y los escombros como escenario cotidiano.
La
narración se construye sobre la fortaleza de una mujer que se enfrenta al amor
y a la maternidad en el contexto de la guerra que le rodea. La filmación se
desarrolla sobre el trasfondo de una carta escrita por una madre a su hija. En
ella, se relata la vida de Waad al-Kateab durante los cinco años del conflicto
en Siria, etapa en la que la joven se enamora de un estudiante de Medicina, se
casa con él y da a luz a Sama. Mientras todo el pueblo sirio trata de escapar
del país, el matrimonio decide quedarse al frente de un hospital de voluntarios
construido para curar a los heridos de guerra. La historia de Waad revela el
verdadero dilema que se le plantea a la protagonista cuando se halla en la
tesitura de una difícil elección: abandonar la ciudad para mantener a su hija a
salvo, aunque ello acarree abandonar su propia lucha por la libertad.
La
guerra de Siria, iniciada en 2011, ya no ocupa portadas ni ocupa minutos en los
noticieros. Tras casi una década, se ha aceptado como un lejano enfrentamiento,
permanente y constante, similar al de Yemen u otros destinos igualmente
desdichados. Y ante este panorama, “For Sama”, por muchas carencias que
presente, impacta vivamente por su forma de presentar la terrible realidad con
intensidad e interés. No conmoverse es completamente imposible, tan imposible
como no indignarse. En mi opinión, no existe documento ni cinta que iguale su
capacidad de agitar conciencias. Hora y media de proyección es tiempo más que
suficiente para saturar al público con un dechado de tristeza y desesperación,
así que no puedo siquiera imaginar qué tiene que ser vivirlo en primera persona
durante años y años.
A
cargo de la dirección y la interpretación destaca Waad Al-Kateab en el que, por
ahora, constituye su único trabajo para la pantalla grande. Desconozco si en el
futuro volverá a colocarse delante o detrás de una cámara pero, desde luego, su
debut no ha podido cosechar mayor número de alabanzas. Sin duda, un merecido
consuelo para una existencia tan amarga y devastada. Le acompaña en la
realización Edward Watts, con una incursión profesional previa en el cortometraje
“Oksijan”. En este caso, hablar de actores resulta totalmente improcedente por
razones obvias, puesto que los protagonistas se interpretan a sí mismos. La
pequeña Sama, por fortuna, ya podrá contemplar para siempre este testimonio
único sobre su experiencia familiar en forma de incomparable legado.
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