Hablar de Martin Scorsese es hablar de la Historia del Séptimo Arte. Su nombre nos coloca ante un cineasta con mayúsculas, cuyas aportaciones artísticas e influencia profesional son indiscutibles. Hombre intenso, desgarrador, violento, perfeccionista, innovador y, por encima de todo, director, ha dejado su profunda huella en películas como “Taxi Driver”, “Toro salvaje”, “El color del dinero”, “Uno de los nuestros”, “La edad de la inocencia”, “El aviador”, “Infiltrados” o “La invención de Hugo”. Su trayectoria de cinco décadas en la industria del entretenimiento proyectado en la gran pantalla supone una lección sobre su oficio y se traduce en una filmografía de visión obligada para todo aficionado a este universo de sueños y de pesadillas, antes en formato de celuloide, ahora a través de medios digitales. Su figura, pese a haber rodado algunos trabajos menores e, incluso, fallidos, es siempre un espejo en el que reflejarse.
Ahora, a sus setenta y cuatro años, estrena “Silencio”, otra obra impecable, de brillante presentación visual y contenido complejo, donde vuelve a incidir en muchos de sus temas de referencia, como la crueldad humana, los conflictos interiores, la furia y la fe -con sus crisis asociadas-, que afectan a unos personajes empeñados en luchar contra un entorno hostil. Como viene siendo habitual en él, no se trata de un largometraje fácil de ver. Tampoco está diseñado como un mero pasatiempo para que los espectadores se limiten a disfrutar con la trama. De hecho, durante sus más de dos horas y media de metraje la aureola de trascendencia y misticismo impregna prácticamente cada toma. Asimismo, el compás reflexivo y la forma de transmitir la sinrazón y la agresividad humanas lo convierten en un film indicado para un público acostumbrado a historias duras y trágicas.
En la segunda mitad del siglo XVII, dos sacerdotes jesuitas emprenden un viaje hasta Japón para encontrar a otro religioso, antiguo mentor de ambos, que ha renunciado a su fe tras ser perseguido y torturado. Los clérigos se embarcan en dicha misión sin un pleno conocimiento de lo que allí les espera: ser testigos del suplicio y del grado de violencia a los que los japoneses someten a los cristianos, ya que en el país nipón la práctica del catolicismo no está permitida y los creyentes han de llevarla a cabo en la clandestinidad.
Con una cuidada fotografía y una exquisita ambientación, Scorsese logra a través de la complicada mezcla entre una gran elegancia y un intenso dolor que su visión espiritual impacte enormemente, brindando a las personas más intelectuales, espirituales y receptivas sendas dosis de paz, brutalidad, belleza y horror incomprensiblemente compatibles entre sí. Por eso, quienes pretendan hallar un relato ágil y ligero corren el riesgo de perderse en los intrincados laberintos contemplativos del realizador. Conviene advertir que, al margen de sus excesivas tres horas de duración, algunos de los tramos pueden resultar indigestos para determinados estómagos. Aun así, la envergadura de “Silencio” se corresponde con un cine de muchos quilates.
Las dos principales Asociaciones de Críticos de Estados Unidos (National Board of Review y American Film Institute) han incluido “Silencio” entre las diez mejores películas del año 2016, si bien la complejidad de su planteamiento la ha ubicado inmerecidamente en un segundo plano de las entregas de galardones más mediáticas.
Otro de sus puntos fuertes reside en las interpretaciones de los protagonistas. Tanto el japonés Issei Ogata (desconocido en Occidente) como los norteamericanos Andrew Garfield y Adam Driver, y el irlandés Liam Neeson desarrollan unos papeles excelentes. Los más jóvenes están despuntando últimamente (Garfield ha recibido numerosos elogios gracias a “Hasta el último hombre”, de Mel Gibson -todavía en cartelera- y Driver ha destacado en la curiosa e interesante “Paterson”, del siempre original Jim Jarmusch).
Trailer en castellano
Trailer en versión original
Datos del film
Dirección: Martin Scorsese.
País: USA. Año: 2016. Género: Drama.
Reparto: Liam Neeson, Andrew Garfield, Tadanobu Asano, Adam Driver, Ciarán Hinds.
Guion: Jay Cockcs; basado en la novela “Chinmoku” (Silencio), de Shûsaku Endô.
Música: Kathryn Kluge y Kim Allen Kluge.
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