viernes, 11 de noviembre de 2016

JACK REACHER: NUNCA VUELVAS ATRÁS (Jack Reacher: Never go back)

Por alguna extraña razón, Tom Cruise, tras un prometedor inicio profesional en el Séptimo Arte, hace tiempo que ha dejado de interesarse por el cine. Aparcada su trayectoria como intérprete notable y sus apariciones en títulos significativos, se ha centrado en producciones mediocres o en sagas alargadas de modo artificial. Muchos le colgaron desde el principio la etiqueta de guapo sin mayores recursos, pero durante un par de décadas demostró que dicha apreciación era injusta. Personalmente, defendí su calidad y solvencia en títulos como “El color del dinero” de Martin Scorsese, “Rain Man” de Barry Levinson, “Nacido el cuatro de julio” de Oliver Stone, “Algunos hombres buenos” de Rob Reiner, “Magnolia” de Paul Thomas Anderson, “Minority Report” de Steven Spielberg o “Collateral” de Michael Mann. Detrás de sus sobresalientes actuaciones existía potencial y quedaba margen de sobra para desarrollar una carrera firme y solvente. 
Sin embargo, su empecinamiento por encasillarse en el cine de acción, unido a la sucesión de proyectos fallidos y a la mala costumbre de encadenar segundas y terceras partes de personajes ya agotados, han terminado por esquilmar a un intérprete que podía haber dado mucho más de sí. Sus recientes intervenciones en largometrajes como “Noche y día”, “Oblivion”, “Jack Reacher” y las últimas de “Misión imposible”, han evidenciado un declive que, por desgracia, continuará en sus posteriores proyectos: la segunda entrega de “Top Gun” y la sexta de las aventuras del agente Ethan Hunt. No se trata sólo de que haya dado la espalda al drama -un género que le reportó los elogios de la crítica y el público- sino que, en esa obsesión por perpetuarse como héroe de acción, no ha sabido escoger ni los mejores guiones ni los mejores cineastas. 
“Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás” es una cinta fallida protagonizada por un personaje acartonado, basada en una historia poco creíble y traducida a imágenes por medio de una narración sin brío. La pretensión de emular a un James Bond sin smoking ni arrogancia no resulta eficaz. Además de prescindir de la flema británica y de los martinis mezclados (no agitados), también deja por el camino grandes dosis de intensidad y ritmo en las secuencias llamadas a mantener al público en vilo. Así, durante todo el metraje se demuestra a las claras que los propósitos del relato quedan a medias. 
Una oficial del Ejército, al mando de una antigua unidad militar en la que había servido Jack Reacher, es falsamente acusada de traición. Reacher, para limpiar sus nombres y salvar sus vidas, tendrá que sacarla de prisión y descubrir la verdad que se esconde tras una conspiración gubernamental. En esa huida descubrirá, además, un secreto del pasado que cambiará su vida. 
Sin aportar nada nuevo, original o llamativo, la película avanza a trompicones y sin un rumbo claro. El deseo de entretener no queda satisfecho y el espectador termina saliendo de la sala de proyección con un doble mal sabor de boca. El primero, por constatar lo mal que está envejeciendo Cruise. El segundo, por padecer su nuevo intento fallido de alzarse como referencia del género de acción. El actor neoyorkino necesita urgentemente embarcarse en un proyecto digno que sea algo más que un correcalles sin sentido y ponerse en manos de un cineasta cualificado capaz de sacarle jugo. 
Completan el reparto Cobie Smulders -a la que hemos visto en diversos films de la factoría Marvel, como “Los vengadores”, “Capitán América: El soldado de invierno” y “Vengadores: la era del Ultrón”-, Aldis Hodge (“Straight Outta Compton”, “La jungla: Un buen día para morir”) y la joven Danika Yarosh (participante de la serie televisiva “Shameless”).

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Película: Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás.
Título original: Jack Reacher: Never Go Back.
AKA: Jack Reacher 2.
Dirección: Edward Zwick.
País: USA. Año: 2016. Género: Acción, thriller. Reparto: Tom Cruise (Jack Reacher).
Guion: Edward Zwick y Marshall Herskovitz; basado en la novela “Never go back”, de Lee Child.

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