martes, 21 de mayo de 2013

STOKER



El surcoreano Chan-wook Park es uno de esos cineastas orientales que ha llamado la atención de la industria y del público occidental. Muy alejado de otros directores de las mismas latitudes que han orientado sus carreras por potenciar las escenas coreografiadas, en las que se ruedan las secuencias, ya sean de acción o no, como si de un baile se tratase, este todavía gran desconocido para la mayoría del público comenzó a impresionar con “Old Boy” una cinta inclasificable en la que la intriga y la violencia se mostraba de forma cruda en ese ambiente de constante de intensidad mística en el que tanto se recrean los directores de esas culturas lejanas. El anterior título, junto con “Sympathy for Mr. Vengeance” y “Sympathy for Lady Vengeance” forman una inusual y extravagante trilogía con la que comenzó a hacerse con un grupo de seguidores. 
Ahora ha dado el salto al mundo anglosajón y estrena su primera película rodada bajo una productora estadounidense, pero Chan-wook Park no abandona su estilo de intriga sugerente y con gran protagonismo para los silencios sobre los diálogos, para lo que se intuye sobre lo que se muestra abiertamente, dejando margen al espectador para que rellene las “lagunas” que ese aparente vacío deja. Siempre quedará la duda de si esta técnica de jugar con este peculiar estilo narrativa esconde una creatividad intencionada o responde más bien a cierta cobardía para no ser más explícito y mostrar sin reparos al público lo que tiene en su mente pero, conociendo un poco a Chan-wook Park, yo apuesto más por lo primero. Cuenta la historia de una joven que pierde a su padre en un accidente de coche justo el día en que cumple 18 años. A partir de ese momento, su existencia da un vuelco. Su carácter complejo parecía que sólo su padre podía comprenderlo. De forma sorpresiva aparece su tío, el cual decide hacerse cargo de ella y de su inestable madre. Entorno a ellos comienza a tejerse una extraña relación que evoluciona desde la desconfianza inicial hacia otra en la que parece haber más afinidades. 

Rodada con un estilo muy pausado, es posible que pueda aburrir a los amantes de las intrigas basadas en la acción. Pese a poder clasificarse este largometraje como un thriller o como una cinta de intriga, se aleja por completo de las clásicas apuestas de estos géneros, para adentrarse en tramas más psicológicas y descriptivas que las típicas derivadas de la acción intensa basadas en secuencias de gran fuerza visual. El realizador sí prescinde de la violencia más explícita que uso sin reparos en sus primeros trabajos para potenciar los aspectos más dramáticos de los personajes. He leído en algunas otras críticas que Alfred Hitchcock estaría orgulloso de esta obra. Quizá sea muy aventurado afirmarlo pero, desde luego, es una película interesante y original que invita a seguir más de cerca la carrera de este director. 
Muy destacadas son las interpretaciones de sus dos protagonistas. Mia Wasikowska haciendo de la adolescente y Nicole Kidman de su madre. La primera ya ha demostrado que tiene potencial en la versión de “Jane Eyre” de Cary Fukunaga o en la visionaria obra de Tim Burton sobre “Alicia en el país de las maravillas”. De Nicole Kidman poco hay que decir, sus apariciones en títulos como “Las horas”, “Cold Mountain”, “Moulin Rouge” o “Los otros” la hacen ya merecedora de ser tratada como una de las grandes de la escena internacional.

Trailer en castellano

Trailer en versión original

Datos del film
Película: Stoker.
Dirección: Park Chan-wook.
País: USA. Año: 2013. Duración: 100 min. Género: Drama, suspense.
Interpretación: Mia Wasikowska (India Stoker), Matthew Goode (Charles Stoker), Nicole Kidman (Evelyn Stoker), Dermot Mulroney (Richard Stoker), Jacki Weaver (Gwendolyn Stoker), Lucas Till (Pitts), Alden Ehrenreich (Whip), Phyllis Somerville (Sra. McGarrick), Ralph Brown (sheriff), Judith Godrèche (Dra. Jacquin).
Guion: Wentworth Miller.
Producción: Ridley Scott, Tony Scott y Michael Costigan.
Música: Clint Mansell.
Fotografía: Chung Chung-hoon.
Montaje: Nicolas De Toth.
Diseño de producción: Thérèse DePrez.
Vestuario: Kurt Swanson y Bart Mueller.

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