viernes, 4 de noviembre de 2011

CRIADAS Y SEÑORAS (The Help)



Si se preguntan cuál ha sido la película de 2011 que más semanas ha ocupado el número uno de la taquilla norteamericana, pensarán probablemente en alguna de las costosísimas superproducciones estrenadas en la gran pantalla. Les vendrán a la mente las terceras, cuartas o enésimas entregas de sagas de piratas, magos infantiles o robots transformables. Pero no. En realidad, la cinta que, con más de ciento setenta millones de dólares tan sólo en el mercado estadounidense, ha liderado por más tiempo la recaudación, es una modesta producción de apenas veinticinco millones de dólares de presupuesto. No es una circunstancia común pero, a veces, el cine tiene estas cosas. Largometrajes que se arriesgan a una acogida más bien mediocre por parte del público, conectan con éste de tal forma que se convierten en la sorpresa del año. En 2011, esa sorpresa ha recaído sobre Criadas y señoras, film que trata el espinoso tema del racismo en Estados Unidos, escrito y dirigido por el desconocido Tate Taylor. Llegó el pasado verano a las salas de proyección, compartiendo cartelera con grandes títulos de acción y aventuras caracterizados por sus escandalosas inversiones tanto de producción como de promoción. En otras palabras, tenía todas las papeletas para pasar desapercibida e intentar, a lo sumo, alcanzar cierta rentabilidad en el mercado del video, pero no ha sido así. Por el contrario, ha obtenido recaudaciones millonarias y, además, ha calado bien hondo en los pilares de la cultura norteamericana. De hecho, la novela en que se basa es ahora mismo la más vendida en el país norteamericano.
La explicación se halla en la feliz coincidencia de una historia interesante, un guión inteligente, una plasmación dramática y agridulce de fácil visión y unos actores versátiles que realizan bien su trabajo. Dicho esto, el motivo último de esa intensa conexión con los espectadores continúa siendo un misterio, habida cuenta que sobran multitud de buenos trabajos a los que el público les da la espalda y que terminan olvidados por todos.
Criadas y señoras gustará fundamentalmente a los amantes de los melodramas convencionales, sentimentales e históricos. Es la historia de un grupo de mujeres blancas y negras que luchan juntas para superar la separación que, por razones de raza, les impone la sociedad en la que les ha tocado vivir. Con un espíritu humano de libertad y rebeldía, quieren enfrentarse al sufrimiento y a la injusticia para poder cambiar actitudes como el odio interracial, el sometimiento de la mujer al hombre o la negativa de la sociedad conservadora a evolucionar con los tiempos. Un sólido guión, unos personajes interesantes y unas correctas interpretaciones explican el extraordinario éxito de esta película y son la prueba del triunfo de la calidad. Lo que debería resultar sorprendente es que, como es habitual, films horrorosos lo conquisten todo mientras pequeñas joyas pasan desapercibidas.

2 comentarios:

Tiendas Muebles dijo...

Yo sólo he visto la película, no leí el libro. Y la película es interesante (por momentos me recordaba a la gran Tomates Verdes Fritos), aunque desde mi punto de vista, demasiado pastelona (en todos los sentidos posibles). La excusa que pone para denunciar el racismo (creo que para eso no hace falta excusa) de que el servicio utilice un cuarto de baño distinto al de los dueño de la casa, flojea un poco. Hay miles de motivos de mayor peso y menos comprensibles. Es cierto que si alguien es bueno para cuidar de tus hijos, también debería serlo para hacer sus necesidades en tu excusado, pero ¡cuanta gente no hay que es incapaz de hacer nada en un baño público o fuera de su propia casa!. Mucho más importante me parece y, apenas se esboza, el hecho de acusar a las criadas negras de robar, por ejemplo.

Gerardo Pérez Sánchez dijo...

Me parece acertada tu comparación con Tomastes Verdes Fritos (película a la que yo también califico de gran película). El punto fuerte de Criadas y Señoras es el interpretativo y ciertas escenas muy señaladas en las que se consigue pasar del drama a la comedia con acierto aunque, ciertamente, tiene ratos algo más flojos. De todas formas, este año hemos tenido varias pruebas de filmes muy sensibleros o pastelosos, como dices tú, y en esa categoría, Criadas y señoras no es la que más a caído en esa tendencia tan peligrosa.