En el año 2000 tuvo lugar el estreno de la película de terror Destino final, una cinta dirigida a un público mayoritariamente adolescente que obtuvo una más que notable aceptación si se tiene en cuenta que costó poco más de veinte millones de dólares pero recaudó más de cien. Su trama giraba alrededor de la visión de un accidente aéreo que, de forma premonitoria, asaltaba a un joven, de modo que podía salvarse junto a sus amigos de tan fatal desenlace. Lamentablemente, a pesar de esquivar la muerte en un primer momento, ésta les seguía persiguiendo y acababa uno por uno con todos los componentes del grupo. En los años 2003 y 2006 llegaron a la gran pantalla las partes segunda y tercera que, aunque cambiaban parcialmente sus comienzos, no dejaban de repetir la misma fórmula. Lo que, inicialmente, era un accidente de avión se transformaba en accidente de tráfico (Destino final 2) y en parque de atracciones (Destino final 3). La falta de originalidad era absoluta, limitándose a reiterar los elementos que les dieron éxito en las taquillas.
Pese a la ausencia de alicientes novedosos, dichas entregas gozaron de similar aceptación y resultaron en la práctica un calco de la primera, incluso en el aspecto económico. Es evidente que este público, a medio camino entre lo infantil y lo juvenil, se contenta con ver una y otra vez idéntico formato, largometrajes terroríficos cuyas propuestas resultan sumamente eficaces. Por lo tanto, no es de extrañar que el guión de la cuarta parte descanse sobre el mismo hilo argumental, ahora sobre las premonitorias visiones de unos accidentes en el ámbito de las carreras automovilísticas. En cuanto al resto, no cabe resaltar aportación alguna. De hecho, quienes hayan visto el tráiler que se ha proyectado en semanas precedentes reconocerán sin dificultad, no sólo la historia, sino determinadas escenas copiadas de las ya utilizadas en los anteriores títulos de la saga. Como atractivo se puede mencionar que está rodada en tres dimensiones, lo que ha supuesto una motivación adicional para los fans de este serial cinematográfico. En cuanto a sus cifras, ha doblado el presupuesto del rodaje (en torno a los cuarenta millones de dólares) y ya ha recaudado a nivel mundial más de ciento cincuenta, alzándose como la más taquillera de las estrenadas hasta la fecha. Ahora bien, si hablamos de películas rentables, es inevitable abordar el fenómeno de Paranormal Activity, film que encabeza el ranking de exhibición en Estados Unidos. Con un presupuesto de apenas quince mil euros se ha aupado al número uno de la taquilla norteamericana y lleva recaudados más de sesenta y seis millones de dólares tan sólo en el mercado estadounidense, teniendo previsto su estreno en España para el próximo día veintisiete. Indiscutiblemente, eso sí es rentabilidad.El director norteamericano David R. Ellis repite detrás de la cámara, puesto que ya asumió la realización de la segunda parte. También ha sido el responsable de las prescindibles Cellular y Serpientes en el avión. Actor ocasional (intervino como secundario en Rocky III o Furia ciega) posee una dilatada trayectoria como especialista de escenas peligrosas y como ayudante de dirección. De su primera faceta destacan las cintas Eternamente joven, Juego de patriotas, Días de trueno y Arma letal. En cuanto a la segunda, ha colaborado en los rodajes de Deep Blue Sea, La tormenta perfecta y Harry Potter y la piedra filosofal. Firma el guión Eric Bress, escritor también de la segunda entrega y productor de la serie de televisión Kyle XY
Pese a la ausencia de alicientes novedosos, dichas entregas gozaron de similar aceptación y resultaron en la práctica un calco de la primera, incluso en el aspecto económico. Es evidente que este público, a medio camino entre lo infantil y lo juvenil, se contenta con ver una y otra vez idéntico formato, largometrajes terroríficos cuyas propuestas resultan sumamente eficaces. Por lo tanto, no es de extrañar que el guión de la cuarta parte descanse sobre el mismo hilo argumental, ahora sobre las premonitorias visiones de unos accidentes en el ámbito de las carreras automovilísticas. En cuanto al resto, no cabe resaltar aportación alguna. De hecho, quienes hayan visto el tráiler que se ha proyectado en semanas precedentes reconocerán sin dificultad, no sólo la historia, sino determinadas escenas copiadas de las ya utilizadas en los anteriores títulos de la saga. Como atractivo se puede mencionar que está rodada en tres dimensiones, lo que ha supuesto una motivación adicional para los fans de este serial cinematográfico. En cuanto a sus cifras, ha doblado el presupuesto del rodaje (en torno a los cuarenta millones de dólares) y ya ha recaudado a nivel mundial más de ciento cincuenta, alzándose como la más taquillera de las estrenadas hasta la fecha. Ahora bien, si hablamos de películas rentables, es inevitable abordar el fenómeno de Paranormal Activity, film que encabeza el ranking de exhibición en Estados Unidos. Con un presupuesto de apenas quince mil euros se ha aupado al número uno de la taquilla norteamericana y lleva recaudados más de sesenta y seis millones de dólares tan sólo en el mercado estadounidense, teniendo previsto su estreno en España para el próximo día veintisiete. Indiscutiblemente, eso sí es rentabilidad.El director norteamericano David R. Ellis repite detrás de la cámara, puesto que ya asumió la realización de la segunda parte. También ha sido el responsable de las prescindibles Cellular y Serpientes en el avión. Actor ocasional (intervino como secundario en Rocky III o Furia ciega) posee una dilatada trayectoria como especialista de escenas peligrosas y como ayudante de dirección. De su primera faceta destacan las cintas Eternamente joven, Juego de patriotas, Días de trueno y Arma letal. En cuanto a la segunda, ha colaborado en los rodajes de Deep Blue Sea, La tormenta perfecta y Harry Potter y la piedra filosofal. Firma el guión Eric Bress, escritor también de la segunda entrega y productor de la serie de televisión Kyle XY
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