Steven
Soderbergh es un cineasta singular cuya filmografía incluye varios títulos muy
destacados. Se caracteriza por una forma sumamente particular de contar
historias, asentada sobre la dirección de actores y a cargo de un estilo
propio, en ocasiones hasta teatral. Debutó por todo lo alto en 1989 con “Sexo,
mentiras y cintas de vídeo”, obteniendo la Palma de Oro del Festival de Cannes y
su primera nominación al Oscar como guionista. Se trata, probablemente, de su
trabajo más icónico, aunque tuvo que esperar hasta el año 2000 para lograr la
estatuilla dorada de Hollywood gracias a la dirección de “Traffic”. Otras
películas suyas que me gustan mucho son “Un romance muy peligroso”, “Solaris” y
“Contagio”, si bien “Erin Brockovich” se alza como su largometraje más
comercial. En diversos films menores o
que han pasado bastante desapercibidos se aprecia también esa tendencia hacia
la disección de personajes y las puestas en escena sobrias, recurriendo a los
colores de un modo esencial para plasmar sus relatos en imágenes.
Ahora
estrena “Confidencial”, una obra de intrigas, secretos e intereses
gubernamentales que se aleja por completo del cine de acción, con preferencia
por las localizaciones interiores y donde los diálogos y la interpretación
asumen todo el protagonismo. Desde ellos cimienta el suspense y el “thriller”
como género, aunque en el caso de Soderbergh se trate de una manera poco habitual
y más elaborada. En algunos momentos de la proyección me recordaba vagamente a
“La soga”, de Alfred Hitchcock, donde los espacios cerrados y las
conversaciones entre los actores determinan la trama absolutamente.
La
esposa de un legendario agente de servicios de inteligencia resulta acusada de
traición. Tan inesperada situación conlleva que todo su mundo se tambalee. Mientras
las pruebas parecen condenarla, el marido se debate entre su juramento hacia la
protección de su país y el amor que siente por esa mujer a la que cree conocer.
Ante esa tesitura, se ve atrapado en medio de intrigas, secretos y lealtades
enfrentadas, involucrándose en una carrera a contrarreloj para descubrir la
verdad. Cada elección pone en juego su vida y su reputación.
Pese
a una realización refinada y un metraje ajustado, “Confidencial” no termina de
despuntar en los niveles de intensidad de suspense, pero mantiene una cota más
que aceptable de incertidumbre en cuanto al devenir del complot que sirve de
motor a la narración. Tal vez desconcierte a los aficionados a la acción y a
las persecuciones, tan naturales en este tipo de argumentos, puesto que aquí no
encontrarán nada de ello. Pero así es el sello de Soderbergh y hay que
reconocer que le funciona bien.
Dentro
de un reparto estelar se hallan figuras de la talla del gran actor Michael
Fassbender, a quien vale la pena ver en “Jane Eyre”, de Cary Fukunaga, “Un
método peligroso”, de David Cronenberg o “Shame”, de Steve McQueen. Sobresale,
asimismo, en sus apariciones de “12 años de esclavitud” o “El consejero”. Ha
destacado igualmente en las comerciales sagas de “X-Men” o “Aliens” generada
desde “Prometheus”, y aquí lleva a cabo una notable actuación.
Le
acompaña Cate Blanchett, doblemente oscarizada por “Blue Jasmine” y “El
aviador”, y que ha cosechado aplausos y reconocimientos merced a las relevantes
“Carol”, “Elizabeth”, “El curioso caso de Benjamin Button” o “Tar” (todavía no
me explico -ni nadie podrá explicarme- cómo no ganó otro premio de la Academia
por este papel a las órdenes de Todd Field).
Completan
el elenco Tom Burke (“Living”, “Furiosa” de Mad Max), Gustaf Skarsgård (“Oppenheimer”,
“Air”) y Pierce Brosnan, supongo que rememorando su pasado como James Bond 007.
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