El mundo del espionaje, o de la contrainteligencia, o de como quiera que se denominen las actividades desarrolladas por agencias gubernamentales como la CIA, supone para el cine una fuente segura y casi inagotable de inspiración. Los aficionados a la intriga, la acción y el entretenimiento en su expresión más fiel, encuentran en los infiltrados y los agentes secretos una vía para pasar un buen rato. Y, precisamente por alzarse como un recurso tan habitual y eficaz, existen numerosas muestras del género, algunas de ellas muy notables. Es por todos conocida mi especial devoción hacia la saga de Jason Bourne, magnífico ejemplo a la hora de compaginar un guion, un personaje y una puesta en escena de modo sobresaliente. A partir de ahí, se hallan títulos tan dispares como “El jardinero fiel”, “El puente de los espías” o “Encadenados”, filmados con estilos totalmente diferentes, pero que comparten la esencia de ese investigador/ informador inmerso en intrigas políticas o meramente comerciales.
Caso aparte representa la marca propia de James Bond, cuyo perfil me resulta imposible tomar en serio, sumamente encasillado siempre en el marketing publicitario. Aunque disfruté con la entrega de “Casino Royale”, dirigida por Martin Campbell, considero a 007 más ideado para protagonizar un anuncio de perfume que para desarrollar labores al servicio de Su Majestad.
Destacar a día de hoy en este citado género no parece sencillo, reto al que se enfrentaba “Amateur” con su reciente estreno en las salas de proyección. A mi juicio, dentro de las cintas que abordan esta temática, se sitúa en una discreta segunda línea. Y, pese a contar con algunas secuencias correctamente rodadas y alcanzar durante varios tramos de la proyección un aceptable nivel de suspense, presenta no pocos altibajos y, en general, no resiste las inevitables comparaciones con otras propuestas guardadas en la memoria colectiva. Dejando al margen las coincidencias lógicas con otros filmes anteriores, echa mano de determinados recursos y planos calcados. En definitiva, sirve para pasar dos horas de distracción en la butaca, pero sin posibilidad de perdurar en el tiempo como un referente.
Su realizador, James Hawes, posee una larga carrera televisiva. En “Amateur” filma su segundo trabajo para la gran pantalla, después del claramente mejor “Los niños de Winton”. Previamente se había encargado de algunos capítulos en series como “Slow Horses”, “Black Mirror” o “Penny Dreadful”. Dispone de capacidad profesional suficiente, si bien con “Amateur” no ha demostrado el suficiente ingenio para despuntar, reduciéndolo a una discreta propuesta. Pese a la colaboración de algún experto guionista (entre los tres encargados de la escritura figura Ken Nolan, autor de “Black Hawk derribado”), se perciben vacíos evidentes, tanto en la trama y como en la construcción de los personajes.
Rami Malek, actor de expresivo y extraño rostro que ganó un Oscar dando vida a Freddie Mercury en “Bohemian Rhapsody”, encabeza el reparto. Participó como secundario en la excelente “Oppenheimer” e hizo de villano en la última película del citado James Bond, “Sin tiempo para morir”. En esta ocasión no logra otorgar credibilidad a su papel. Para su siguiente actuación, “Nuremberg”, se pondrá a las órdenes de James Vanderbilt, junto a Russell Crowe y Richard E. Grant, perspectiva que me genera unas expectativas bastante superiores. Le acompañan Rachel Brosnahan, conocida por la televisiva “La maravillosa Sra. Maisel”, Jon Bernthal (“El contable”, “El lobo de Wall Street”) y Adrian Martinez (“La vida secreta de Walter Mitty”).
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