viernes, 6 de octubre de 2023

THE CREATOR



El Séptimo Arte no suele manifestarse de forma demasiado optimista con el futuro de la raza humana. La gran mayoría de películas que se localizan en las próximas décadas o siglos reflejan un mundo devastado y agónico. Entre el cúmulo de desastres que asolan nuestro porvenir en este planeta, se encuentra la guerra entre seres humanos y ordenadores. Recuerdo perfectamente el día en que vi por primera vez “Terminator 2”. Se estrenó el cinco de diciembre de 1991 en los laguneros Cines Aguere y, en mi opinión, constituye la mejor muestra del serial y un referente del enfrentamiento con las máquinas, junto a la obra maestra “Blade Runner”. Ahora, amparada en el oxímoron de la denominada “Inteligencia Artificial”, llega a las pantallas “The Creator”, último ejemplo de esa visión pesimista de un tiempo venidero, decidido a reiterar errores y a evidenciar que, mal que nos pese, nuestra especie tampoco demuestra ser especialmente inteligente.

El joven cineasta británico Gareth Edwards, tras iniciar su carrera profesional en el campo de los efectos visuales, dio el paso a la dirección, siendo su largometraje más logrado y conocido hasta la fecha “Rogue One. Una historia de Star Wars”, notable “Spin-Off” de la célebre saga galáctica. Aunque con peor fortuna, fue también el responsable de “Monsters” (2010), donde se relata una invasión alienígena a la Tierra, y de una versión actualizada de “Godzilla” (2014). Edwards, por lo tanto, se especializa en el género de ciencia ficción, con sus catástrofes y calamidades asociadas.

No puede negarse su dominio de los aspectos técnicos y visuales. Hasta resuelve con acierto la cuestión del “clímax” y el ritmo narrativo. Su principal problema radica en la trama, el guion y la construcción de los personajes. Transmite la sensación de que con “The Creator” pretende abordar demasiados temas e, incluso, demasiados estilos, dando como resultado un film excesivamente heterogéneo y no siempre hilvanado con acierto.

Gigantescas computadoras y programas informáticos han ido controlando los puntos estratégicos de la vida planetaria, sometiendo a su merced a la raza humana. Tal es así que una Inteligencia Artificial ha detonado una cabeza nuclear por lo que, a partir de ese momento, la humanidad deberá luchar por sobrevivir. Un ex agente de las Fuerzas Especiales es reclutado para localizar al “Creador”, la fría mente que se oculta detrás de esa avanzada IA. Pero dicho creador ha adoptado la apariencia de una inocente niña. Será entonces cuando Joshua habrá de decidir si ejecutarla o permitir la extinción de su propia especie.

Con un metraje superior a las dos horas, la acción y la recreación visual sostienen la narración. Durante un considerable tramo de la proyección ofrece un entretenimiento básico, pero efectivo, siendo sus referencias a otros títulos las que terminan operando como un lastre ya que, ante esas comparativas, sale perdiendo. En todo caso, como espectáculo se torna atractivo y exhibe una trabajada recreación.

John David Washington, hijo del célebre actor Denzel Washington, encabeza el reparto. Ya se ha hecho un hueco en la industria gracias a sus interpretaciones en  “Tenet”, “Infiltrado en el KKKlan” y “Malcolm & Marie”. Logra conectar con la cámara y su presencia en los planos irradia protagonismo. Tras haber intervenido en la extraña, rocambolesca e imaginativa propuesta de “Tenet”, supongo que habrá considerado “The Creator” un melodrama convencional. Sea como fuere, ejecuta un papel ajustado a las necesidades de la historia. Junto a él figura el magnético Ken Watanabe (“Origen”, “Batman Begins”, “El último samurái”), mientras que  la debutante Madeleine Yuna Voyles da vida a la niña. Les acompañan Gemma Chan (“Crazy Rich Asians”), Allison Janney (“Las horas”, “Criadas y señoras”) o Marc Menchaca, visto en varias temporadas de la serie de televisión “Homeland”.



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