En la
pasada edición de los premios César del cine francés triunfó el thriller “La
noche del 12”, que se estrenó en España hace algunas semanas y que actualmente
se puede ver también en plataformas. Otra de las películas con varias
nominaciones importantes fue “Novembre”, recién llegada a la cartelera española
y que optaba a los galardones de mejor dirección, actor principal y actrices
secundarias. Asociamos en gran medida la cinematografía gala a las comedias o a
los dramas reivindicativos pero, sobre todo en los últimos tiempos, el suspense
y la intensidad de las investigaciones policiales están ganando peso en la
industria del país vecino.
Una
meritoria película que pertenezca a este género capta de inmediato la atención
del público y, en el caso concreto que nos ocupa, se trata de una cinta que
mantiene un ritmo elevado durante la mayor parte del metraje, y que ofrece una
dosis de credibilidad que ayuda a potenciar del relato. Refleja brío en buena
parte de sus cien minutos de duración, plazo más que suficiente para narrar,
sin riesgo de alargar artificialmente la proyección. Se nota que su director,
Cédric Jimenez, quiere reforzar la tensión por medio de los movimientos de la
cámara, en ocasiones algo forzados, pero con un resultado final entretenido y
ameno, lo que le convierte en un film notable que afianza la tendencia del cine
europeo a abordar investigaciones de crímenes reales. Jimenez, realizador y
guionista marsellés de origen español, cuenta en su haber con algunos títulos
que acreditan su experiencia dentro del thriller. Tiempo atrás ya repitió
candidatura a mejor dirección en los César con “BAC Nord: Brigada de
Investigación Criminal” y en 2014 destacó con “Conexión Marsella”. Sin duda, conoce
el oficio y encara su propuesta con solvencia.
La noche
del 13 de noviembre de 2015 la vida de los parisinos se vio sobresaltada por
culpa de unos atentados terroristas. Diversos ataques perpetrados por suicidas
islamistas tuvieron lugar tanto en la capital francesa como en la anexa Saint-Denis,
dando como resultado más de cien muertos y cuatrocientos heridos. Los ataques tomaron la forma de tiroteos en
terrazas y restaurantes, asalto con toma de rehenes en la sala de conciertos Bataclan
y explosiones suicidas alrededor del Estadio de Francia. La Unidad Secreta Antiterrorista,
con ayuda de la CIA, trató de encontrar a los culpables de los hechos.
Siempre
se produce en los espectadores una sensación especial cuando contemplan en la pantalla
grande sucesos que previamente han visto en los telediarios televisivos. Recrear
el horror real acarrea un plus de responsabilidad respecto del meramente
inventado y ficticio. En ese sentido, este proyecto puede calificarse de
honesto y respetuoso. Desde el punto de vista artístico, ha de considerarse
ameno y potente, si bien en algunos tramos aparece turbio y algo confuso, y quizá
determinadas situaciones se entiendan mejor en Francia que en los demás países.
Encabeza
el reparto el célebre intérprete Jean Dujardin, quien saltó mundialmente a la
fama cuando “The Artist” logró el Oscar a la mejor película y él, al mejor
actor. Ha intervenido en largometrajes como “El lobo de Wall Street”, de Martin
Scorsese o “El oficial y el espía”, de Roman Polanski. Su versatilidad le
permite aparentar soltura en la comedia y rigor en el drama, y aquí realiza una
destacada interpretación. Le acompaña Anaïs Demoustier, César a la mejor actriz
en 2020 por “Los consejos de Alice”, aunque más desconocida para el gran
público que su compañero de rodaje. Participa junto a ellos Sandrine Kiberlain,
aún en cartel con la deliciosa “Crónica de un amor efímero”, y que cuenta
asimismo con dos César (“9 meses de condena” y “En avoir (ou pas)”).
No hay comentarios:
Publicar un comentario