viernes, 20 de junio de 2014

TRANSCENDENCE

En la historia del cine se pueden encontrar varias máquinas con inteligencia propia que se han encargado de proporcionar muy buenos momentos a los aficionados al Séptimo Arte. Desde “Hall 9000” de “2001: Una odisea en el espacio” a “Skynet 2000” de “Terminator 2”, desde “David” de “Inteligencia Artificial” a “Samantha” de “Her”, grandes escenas quedarán grabadas para siempre en la memoria de los amantes de la ciencia ficción. Aún recuerdo la intensidad del "I'm sorry Dave, I'm afraid, I can't do that" que, en la versión original de la película de Stanley Kubrick, pronunciaba el ordenador al intuir que iba a ser desconectado. Conservo también en mi mente la desgarradora secuencia del film de Steven Spielberg cuando la madre le dice al niño robot que le va a abandonar en un bosque. Y es que, por mucho que la gente identifique este género con acción, batallas estelares y viajes intergalácticos, lo cierto es que va mucho más allá, ofreciendo tramas, personajes y situaciones que trascienden al mero entretenimiento. 
En este sentido, “Transcendence” es un largometraje menor, ya que se queda a medio camino de todos los objetivos marcados. No logra despuntar ni como cinta de acción, ni como ciencia ficción, ni como drama, permaneciendo en ese limbo intermedio de títulos que no son ni buenos ni malos. Cuenta la historia de un importante investigador en el campo de la Inteligencia Artificial que trabaja en la creación de un artilugio sensitivo que sea capaz de combinar la inteligencia colectiva con las emociones humanas. Sus experimentos le han convertido en el objeto de los ataques de una serie de grupos extremistas pero, aun así, la conexión entre el aparato y la mente humana evoluciona en una omnipresente búsqueda de poder, con consecuencias desastrosas. 
La persona que se ha puesto detrás de la cámara es Wally Pfister, hasta ahora director de fotografía (por ejemplo de las películas de Christopher Nolan o de “Moneyball”) y que debuta como cineasta. Como le ha ocurrido a otros compañeros suyos, el cambio de roll no le ha sido beneficioso. Magníficos directores de fotografía como Jan de Bont, Janusz Kaminski o Deam Semler fracasaron en ese complejo tránsito que supone pasar de la captación de la imagen a responsabilizarse de todo el proyecto. Pese a la corrección técnica parece que Pfister está muy verde en la recreación de emociones humanas, en la plasmación del drama y la tensión de la acción, y en la dirección de actores, piezas todas ellas esenciales para lograr un producto creíble y riguroso. Porque, al contrario de lo que podría pensarse, la ficción, para que funcione, debe ser creíble. Por todo ello, el resultado final queda lejos de los grandes títulos del género, debiendo quedar relejada a un segundo plano. 
La película tampoco ha funcionado en taquilla. Con un presupuesto de cien millones de dólares, y tras varios meses de proyección, apenas a logrado recaudar veintitrés millones en Estados Unidos y unos setenta y cinco en todo el mundo. 
El elenco de actores es, en principio, muy llamativo. Johnny Deep, Rebecca Hall, Paul Bettany, Morgan Freeman o Cillian Murphy atesoran en sus currículums interpretaciones interesantes. Sin embargo, todos ellos se pierden en papeles planos y en secuencias demasiado artificiales. En concreto, Johnny Deep desentona demasiado y, como ya le pasara en “La cara del terror”, se limita ha mantener durante todo el metraje el mismo rictus en su rostro de seriedad mística que lastra al personaje. El resto, encorsetados en personajes secundarios, no pueden brillar como debieran.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film
Película: Transcendence.
Dirección: Wally Pfister.
Países: Reino Unido, China y USA. Año: 2014. Duración: 119 min. Género: Ciencia-ficción, drama.
Interpretación: Johnny Depp (Will Caster), Paul Bettany (Max Waters), Morgan Freeman (Joseph Tagger), Rebecca Hall (Evelyn Caster), Kate Mara (Bree), Cillian Murphy (agente Buchanan), Cole Hauser (coronel Stevens), Clifton Collins Jr. (Martin).
Guion: Jack Paglen.
Producción: Broderick Johnson y Andrew A. Kosove.
Producción ejecutiva: Christopher Nolan, Emma Thomas y Dan Mintz.
Música: Mychael Danna.
Fotografía: Jess Hall.
Montaje: David Rosenbloom.
Diseño de producción: Chris Seagers.
Vestuario: George L. Little.


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