viernes, 27 de junio de 2014

EL SUEÑO DE ELLIS (The Immigrant)

James Gray es uno de esos cineastas alejados del gran público pero habitual de los certámenes de cine que, con el paso del tiempo, se ha ganado un hueco como director especializado en la filmación de dramas intensos. Debutó en 1994 con “Little Odessa”, obteniendo galardones en los festivales de Venecia y Deauville, sin duda todo un logro para un primer trabajo. En “La otra cara del crimen” cimentó una sólida relación artística con el actor Joaquín Phoenix, partícipe desde entonces en todas sus películas, y ambos parecen haberse doctorado juntos en personajes atormentados y en miserias del alma humana. Sus siguiente proyectos, “La noche es nuestra” y “Two Lovers”, resultaron radiografías bastante certeras de personas perdidas en laberintos emocionales y sociales. Y aunque considero que ninguno de sus proyectos merece ser calificado de sobresaliente, sí ha de reconocerse que incluye siempre secuencias interesantes en las que sabe sacar a los actores un elevado rendimiento y consigue la difícil tarea de plasmar en imágenes sentimientos y conflictos interiores. 
Ahora presenta “El sueño de Ellis”, film que ya acudió el pasado año a los certámenes de Cannes, Nueva York y Chicago y que, casi doce meses después, comienza su periplo en las salas de exhibición. Se aprecia que el cine menos comercial sufre día a día mayores problemas para hallar un hueco en la cartelera, debido a unas políticas de distribución marcadas cada vez más por el aspecto industrial del negocio. Ambientada a principios del siglo pasado, cuenta la historia de dos jóvenes polacas que emigran a Nueva York. Al llegar a la isla de Ellis retienen en cuarentena a una de ellas, enferma de tuberculosis. La otra, sola y desamparada, cae en manos de Bruno, un rufián sin escrúpulos que la introduce en el mundo de la prostitución. La llegada de un primo de Bruno altera los planes de éste, trazándose un triángulo amoroso de trágicas consecuencias. 
Nuevamente Gray se mueve con soltura destripando infortunios y colocando a los protagonistas en medio de tormentosas situaciones. Lo mejor, sin duda, son las interpretaciones del trío estelar, los tres en estado de gracia. A ello se une una correcta ambientación y ese toque dramático e intimista propio del realizador. Sin embargo, la parte negativa, como ocurre en sus anteriores producciones, radica en la incapacidad de mantener el mismo nivel de intensidad durante todo el metraje, con tramos en los que el desnivel de calidad entre escenas es notable. Cinematográficamente, la cinta alcanza sus mejores registros en los planos más teatrales, cuando los dos primos y la mujer interactúan como si estuvieran sobre un escenario. 
Encabeza el elenco el citado Joaquín Phoenix, habitual del cine de Gray y que ofrece su mejor versión en este tipo de papeles. Tres veces nominado al Oscar (por “Gladiator”, “En la cuerda floja” y “The Master”), es uno de esos intérpretes en los que se confunde la complejidad interior de sus personajes con la suya propia. Igualmente destacado es el trabajo de Jeremy Renner, cuyas loables actuaciones, además de la presente, en “En tierra hostil”, “Ciudad de ladrones” y “La gran estafa americana” demuestran una versatilidad y una capacidad que le auguran un brillante futuro profesional. La magnífica actriz francesa Marion Cotillard completa la terna. Desde que ganara la estatuilla dorada en 2008 por “La vida en rosa”, ha participado en largometrajes tan dispares como “Enemigos públicos”, “Origen”, “De óxido y hueso”, “Midnight in Paris” o la última entrega de “El caballero oscuro”. Aquí vuelve a poner de manifiesto una calidad y un talento fuera de toda duda.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film
Película: El sueño de Ellis. Título original: The immigrant.
Dirección: James Gray.
País: USA. Año: 2013. Género: Drama, romance.
Interpretación: Jeremy Renner (Orlando), Joaquin Phoenix (Bruno), Marion Cotillard (Ewa), Dagmara Dominczyk, Angela Sarafyan, DeeDee Luxe, Gabriel Rush.
Guion: James Gray y Ric Menello.
Producción: James Gray, Greg Shapiro y Anthony Katagas.
Fotografía: Darius Khondji.
Montaje: John Axelrad y Kayla Emler.
Diseño de producción: Happy Massee.


martes, 24 de junio de 2014

SIDNEY LUMET

Sidney Lumet nació en Filadelfia el 25 de junio de 1924 y murió en Nueva York el 9 de abril de 2011. Director, productor y guionista, estuvo cinco veces nominado al Oscar (cuatro como director y una como guionista) y finalmente recibió uno a título honorífico en el año 2005.
Se graduó en el Professional Children's School y fue actor antes que realizador. Debutó en el Yiddish Art Theater de Nueva York a la edad de cuatro años y actuó en teatros judíos de Broadway durante la década de los 30 hasta que se estrenó en el cine con la película "One Third of a Nation" (1939). En 1947 empezó a dirigir sus propias obras de teatro en el off-Broadway con actores como Yul Brynner, Eli Wallach y otros miembros del Actor's Studio. Se inició detrás de la cámara al principio de los años cincuenta como director de televisión en la CBS. Destacan los 150 episodios de la serie "Danger" (1950) y los 26 de "You Are There" (1953). 
Su comienzo en la pantalla grande fue muy prometedor, gracias al éxito comercial y de crítica de "Doce hombres sin piedad" (1957), cinta con la que ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín y que le reportó su primera nominación al Oscar en la categoría de mejor película, mejor director y mejor guion adaptado. Los sesenta fue una de las épocas más fructíferas de Lumet. A la sólida adaptación del clásico de Arthur Miller "Panorama desde el puente" (1961), con Raf Vallone y Maureen Stapleton, le sucedió una de sus obras maestras, "Larga jornada hacia la noche" (1962), protagonizada por Katharine Hepburn, Ralph Richardson, Dean Stockwell y Jason Robards. Después llegó un título menor, "Punto límite"(1964), un drama sobre la Guerra fría. Pero se recuperó con "El prestamista" (1964), sobre un superviviente del Holocausto que vive en Nueva York y que relata sus experiencias en los campos de concentración. El papel principal recayó en Rod Steiger,  nominado a la estatuilla dorada.  El cineasta insistió en la senda de los horrores de la guerra en "La colina" (1965), en lo que sería el punto de partida de una estrecha relación profesional con el escocés Sean Connery. Lumet dio un giro al año siguiente, con el drama "El grupo" (1966) y posteriormente el thriller de espionaje "Llamada para el muerto" (1966), con James Mason, Maximilian Schell y Simone Signoret. También rodó un documental junto a Joseph L. Mankiewicz, "King: A Filmed Record... Montgomery to Memphis" (1970) sobre la figura de  Martin Luther King y que también optó al premio de la Academia de Hollywood. 
En 1971 filmó con Connery "Supergolpe en Manhattan", consiguiendo un aceptable éxito de taquilla, circunstancia que repitió merced a "Serpico" (1973), brillante relato sobre la corrupción de la Policía de NYC. El film fue protagonizado por Al Pacino, inaugurando una de las etapas más sobresalientes de la trayectoria profesional de éste. A unas críticas excelentes se sumaron unos magníficos resultados económicos.  Pacino ganó el Globo de Oro y la película, dos nominaciones a los Oscar.

Después de "Lovin' Molly" (1974), trasladó a la pantalla el clásico de Agatha Christie "Asesinato en el Orient Express" (1974), donde reunió a grandes estrellas como Albert Finney, Lauren Bacall, Sean Connery e Ingrid Bergman. Logró otras seis nominaciones e Ingrid Bergman se hizo acreedora de su tercera estatuilla. Posteriormente, dirigió de nuevo a Pacino en "Tarde de perros" (1975), historia sobre un robo en la Gran Manzana que optó a seis nominaciones más y que premió el mejor guión original de Frank Pierson. En su siguiente título, "Network" (1976), se decantó por una sátira sobre el mundo de la televisión, que le reportó cuatro estatuillas: mejor actor (Peter Finch), mejor actriz (Faye Dunaway), mejor guión original (Paddy Chayefsky) y mejor actriz secundaria (Beatrice Straight). 
Tras estos triunfos, se lanzó a proyectos más ambiciosos pero que no obtuvieron tanto éxito, con excepción de "Equus" (1977), adaptación de la polémica obra de teatro de Peter Shaffer que les supuso a Richard Burton y Peter Finch sendas nominaciones al Oscar. "El mago" (1978) fue un fracaso de crítica y de taquilla y "Dime lo que quieres" (1980), sobre una performance de Alan King, no corrió mejor suerte. Lumet volvió a remontar el vuelo con "El príncipe de la ciudad" (1981) y "Veredicto final" (1982), con Paul Newman, James Mason, Jack Warden y Charlotte Rampling. Los siguientes títulos del director fueron el polémico drama "Daniel" (1983), con Timothy Hutton, sobre dos jóvenes ejecutados por espionaje durante la época de la caza de brujas de Hollywood, la comedia "Buscando a Greta" (1984), "Power" (1986) y "A la mañana siguiente" (1986). Al final de los 80 y principios de los 90 su actividad se fue espaciando poco a poco. En 1988 realizó "Un lugar en ninguna parte"(1988), donde se retrata a una familia que tiene que huir del FBI porque los padres (Christine Lahti y Judd Hirsch) cometen un atentado en un laboratorio de napalm en 1971 en protesta por la Guerra del Vietnam.
Otras cintas fueron "Negocios de familia" (1989), con Sean Connery, Dustin Hoffman y Matthew Broderick, y "Distrito 34: corrupción total" (1990), con Nick Nolte, Timothy Hutton y Armand Assante entre otros. En los últimos años rodó "Una extraña entre nosotros" (1992), "El abogado del diablo" (1993), el remake de "Gloria" de John Cassavetes (1999), "Find Me Guilty" (2006) y "Before the Devil Knows You're Dead" (2007), cuya trama gira en torno a dos hermanos que organizan el robo de la joyería de sus propios padres.


12 hombres sin piedad (escena en versión original)





Veredicto final (escena en versión original)





viernes, 20 de junio de 2014

TRANSCENDENCE

En la historia del cine se pueden encontrar varias máquinas con inteligencia propia que se han encargado de proporcionar muy buenos momentos a los aficionados al Séptimo Arte. Desde “Hall 9000” de “2001: Una odisea en el espacio” a “Skynet 2000” de “Terminator 2”, desde “David” de “Inteligencia Artificial” a “Samantha” de “Her”, grandes escenas quedarán grabadas para siempre en la memoria de los amantes de la ciencia ficción. Aún recuerdo la intensidad del "I'm sorry Dave, I'm afraid, I can't do that" que, en la versión original de la película de Stanley Kubrick, pronunciaba el ordenador al intuir que iba a ser desconectado. Conservo también en mi mente la desgarradora secuencia del film de Steven Spielberg cuando la madre le dice al niño robot que le va a abandonar en un bosque. Y es que, por mucho que la gente identifique este género con acción, batallas estelares y viajes intergalácticos, lo cierto es que va mucho más allá, ofreciendo tramas, personajes y situaciones que trascienden al mero entretenimiento. 
En este sentido, “Transcendence” es un largometraje menor, ya que se queda a medio camino de todos los objetivos marcados. No logra despuntar ni como cinta de acción, ni como ciencia ficción, ni como drama, permaneciendo en ese limbo intermedio de títulos que no son ni buenos ni malos. Cuenta la historia de un importante investigador en el campo de la Inteligencia Artificial que trabaja en la creación de un artilugio sensitivo que sea capaz de combinar la inteligencia colectiva con las emociones humanas. Sus experimentos le han convertido en el objeto de los ataques de una serie de grupos extremistas pero, aun así, la conexión entre el aparato y la mente humana evoluciona en una omnipresente búsqueda de poder, con consecuencias desastrosas. 
La persona que se ha puesto detrás de la cámara es Wally Pfister, hasta ahora director de fotografía (por ejemplo de las películas de Christopher Nolan o de “Moneyball”) y que debuta como cineasta. Como le ha ocurrido a otros compañeros suyos, el cambio de roll no le ha sido beneficioso. Magníficos directores de fotografía como Jan de Bont, Janusz Kaminski o Deam Semler fracasaron en ese complejo tránsito que supone pasar de la captación de la imagen a responsabilizarse de todo el proyecto. Pese a la corrección técnica parece que Pfister está muy verde en la recreación de emociones humanas, en la plasmación del drama y la tensión de la acción, y en la dirección de actores, piezas todas ellas esenciales para lograr un producto creíble y riguroso. Porque, al contrario de lo que podría pensarse, la ficción, para que funcione, debe ser creíble. Por todo ello, el resultado final queda lejos de los grandes títulos del género, debiendo quedar relejada a un segundo plano. 
La película tampoco ha funcionado en taquilla. Con un presupuesto de cien millones de dólares, y tras varios meses de proyección, apenas a logrado recaudar veintitrés millones en Estados Unidos y unos setenta y cinco en todo el mundo. 
El elenco de actores es, en principio, muy llamativo. Johnny Deep, Rebecca Hall, Paul Bettany, Morgan Freeman o Cillian Murphy atesoran en sus currículums interpretaciones interesantes. Sin embargo, todos ellos se pierden en papeles planos y en secuencias demasiado artificiales. En concreto, Johnny Deep desentona demasiado y, como ya le pasara en “La cara del terror”, se limita ha mantener durante todo el metraje el mismo rictus en su rostro de seriedad mística que lastra al personaje. El resto, encorsetados en personajes secundarios, no pueden brillar como debieran.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film
Película: Transcendence.
Dirección: Wally Pfister.
Países: Reino Unido, China y USA. Año: 2014. Duración: 119 min. Género: Ciencia-ficción, drama.
Interpretación: Johnny Depp (Will Caster), Paul Bettany (Max Waters), Morgan Freeman (Joseph Tagger), Rebecca Hall (Evelyn Caster), Kate Mara (Bree), Cillian Murphy (agente Buchanan), Cole Hauser (coronel Stevens), Clifton Collins Jr. (Martin).
Guion: Jack Paglen.
Producción: Broderick Johnson y Andrew A. Kosove.
Producción ejecutiva: Christopher Nolan, Emma Thomas y Dan Mintz.
Música: Mychael Danna.
Fotografía: Jess Hall.
Montaje: David Rosenbloom.
Diseño de producción: Chris Seagers.
Vestuario: George L. Little.


martes, 17 de junio de 2014

HOMENAJE A FORREST GUMP EN EL 20º ANIVERSARIO DE SU ESTRENO (20th anniversary of the premiere of the film "Forrest Gump")


El día 23 de junio de 2014 se celebrará el 20 aniversario del estreno de una de las películas más queridas y recordadas del cine contemporáneo: 'Forrest Gump'. Aunque el largometraje llegó a todas las salas de Estados Unidos el 6 de junio, días antes se organizó en Los Ángeles una premiere mundial.

El film obtuvo seis Oscars de Hollywood, incluyendo los de mejor película, mejor actor y mejor director, pero lo más importante es cómo ha quedado marcado a fuego en los recuerdos de millones de espectadores del mundo entero. Por todo ello, ya han empezado las celebraciones de este aniversario. 

Basada en la novela homónima del escritor Winston Groom, la cinta fue dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Tom Hanks, Robin Wright, Gary Sinise y Sally Field. Su historia describe varias décadas de la vida de Forrest Gump, un nativo de Alabama que sufre de un leve retraso mental y motor. Sin embargo, su condición no le impide ser testigo privilegiado y, en algunos casos, actor decisivo, de muchos de los momentos más transcendentales de la historia de los Estados Unidos en el siglo XX, específicamente entre 1945 y 1982. 

La adaptación cinematográfica difiere sustancialmente del libro en el que se basa, entre otras cosas en la propia personalidad del protagonista y en los diversos eventos en los que se ve envuelto. La filmación se realizó en 1993, principalmente en los estados de Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. Se utilizaron numerosos efectos visuales para integrar a Gump en imágenes históricas reales y para recrear algunas de las escenas. En cuanto al apartado sonoro, se recurrió a canciones representativas de cada una de las épocas que se retratan, formando una recopilación musical que, reunida en un álbum,  fue un enorme éxito, con ocho millones de copias vendidas en todo el mundo. 

'Forrest Gump' llegó a recaudar casi 700 millones de dólares en 1994, siendo la película más taquillera de aquel año en Estados Unidos, por encima de 'El rey león'. Con Forrest recorrimos grandes hitos de la historia americana mientras nos enamorábamos poco a poco del protagonista, que no sería el más inteligente, pero sí tenía el corazón más grande. Qué mejor forma para rendirle homenaje dos décadas después que disfrutando una vez más con esta joya del celuloide. 

Paramount Pictures relanzará el título el próximo 5 de septiembre. Se exhibirá sólo en las pantallas de IMAX con la intención de capitalizar la celebración de este vigésimo aniversario.


Escenas de la película











viernes, 13 de junio de 2014

NO HAY DOS SIN TRES (The Other Woman)

Winston Churchill decía que “el humor es una cosa muy seria”. Y esa aparente contradicción que desprende la frase no es tal si se interpreta correctamente. El hecho de hacer reír no ha de entenderse como un ejercicio simplón o insustancial en el que las carencias de talento y originalidad carezca de importancia. Muy al contrario, hay que tomárselo en serio para que resulte un éxito. Gran parte de las cintas de humor que llegan a las carteleras se asientan sobre tópicos manidos, tramas desgastadas, personajes planos y guiones que, en vez de desarrollar una historia, se limitan a concatenar una serie de gags con mayor o menor gracia. De manera que la mayoría de las comedias no son tomadas en serio ni por sus productores, ni por sus guionistas ni por sus directores y por ese camino el género está perdiendo la brillantez que reflejó hace algunas décadas. Es cierto que Jason Reitman, Alexander Payne, Wes Anderson, Woody Allen o incluso David O. Russell son pilares muy notables de la industria norteamericana y que en Europa se eleva el nivel del otro lado del Atlántico pero, analizado en su conjunto, el estado de salud de la comedia es preocupante y “No hay dos sin tres” es un nuevo síntoma de la enfermedad que aqueja a uno de los géneros más representativos del Séptimo Arte. 
El irregular cineasta Nick Cassavetes, hijo del actor y realizador John Cassavetes (uno de los pocos profesionales que ha sido nominado al Oscar a mejor actor, guionista y director en diferentes años y por distintos trabajos) y de la actriz Gena Rowlands, generó en sus inicios unas magníficas expectativas tanto delante como detrás de las cámaras, envolviéndose en un halo de joven promesa que con el paso del tiempo se ha ido desvaneciendo. Las realizaciones de “Una mujer entre dos hombres” y “El diario de Noa” ofrecían momentos interesantes, incluso brillantes, que invitaban a seguir la evolución de este neoyorkino. Sin embargo, sus últimos proyectos han resultado decepcionantes y, por lo que se refiere a “No hay dos sin tres”, se suma a la corriente de banalización de un tipo de cine que merece mayor respeto. 
Cuenta la historia de una mujer que, tras enterarse de que su pareja sentimental es un hombre casado, se alía con la esposa de éste para diseñar una venganza conjunta. Para ello, ambas recurrirán a proporcionar una tercera amante al esposo infiel. Salvo contadas secuencias aisladas, el conjunto carece de gracia y originalidad, de diálogos irónicos y mordaces y de personajes ingeniosos. En definitiva, adolece de los ingredientes básicos para devolver a la comedia a su nivel de antaño. De hecho, se sitúa a la altura de cualquier telefilm de las sobremesas del fin de semana. Ese plus de calidad que justifica el desplazamiento de los espectadores a las salas de proyección y que marca la diferencia entre la pequeña y la gran pantalla no existe. 
En cuanto a los protagonistas, reconozco su esfuerzo, máxime si se tiene en cuenta el escaso material del que disponen para llevar a cabo una buena interpretación. Cameron Díaz sigue siendo incapaz de rentabilizar unos correctos inicios profesionales en títulos como “La máscara”, “Ella es única”, “Una historia diferente” o “Very Bad Things” y deambula a la caza de algún proyecto que huela a éxito de taquilla en busca de un reclamo físico para conseguir dicho objetivo. Le acompañan un célebre rostro televisivo del pasado (Don Johnson) y una joven modelo (Kate Upton) para lograr esa combinación que le suponga al productor la máxima rentabilidad económica. En ese sentido, la meta se ha traspasado con creces, ya que con un presupuesto inicial de cuarenta millones de dólares se ha obtenido hasta el momento una recaudación de ciento setenta. Lástima que, en su obsesión por los beneficios, hayan abandonado por el camino la verdadera esencia del cine.

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Trailer en versión original



Datos del film
Película: No hay dos sin tres.
Título original: The other woman.
Dirección: Nick Cassavetes.
País: USA. Año: 2014. Duración: 109 min. Género: Comedia.
Interpretación: Cameron Diaz (Carly), Leslie Mann (Kate), Kate Upton (Amber), Nikolaj Coster-Waldau (Mark), Taylor Kinney (Phil), Nicki Minaj (Lydia), Don Johnson (Frank).
Guion: Melissa K. Stack.
Producción: Julie Yorn.
Música: Aaron Zigman.
Fotografía: Robert Fraisse.
Montaje: Jim Flynn y Alan Heim.
Diseño de producción: Dan Davis.
Vestuario: Paolo Nieddu y Patricia Field


martes, 10 de junio de 2014

HOMENAJE A LA PELÍCULA "LA LEY DEL SILENCIO" EN EL 60º ANIVERSARIO DE SU ESTRENO (60th anniversary of the premiere of the film "On the Waterfront"

"On the Waterfront" (La ley del silencio) es una película estadounidense de 1954, perteneciente al género de drama y dirigida por el director griego-estadounidense Elia Kazan, sobre un guion de Budd Schulberg. Sus papeles principales corren a cargo de los actores Marlon Brando, Eva Marie Saint, Karl Malden, Lee J. Cobb y Rod Steiger. Su estreno tuvo lugar primero en Japón -el 22 de junio de 1954- y pocas semanas después en Estados Unidos. 
La trama cuenta cómo Johnny Friendly (Lee J. Cobb) es un implacable jefe sindical del puerto de Nueva York cuya proximidad con la mafia le proporciona un salvoconducto para sus actividades ilegales. Un estibador llamado Terry Malloy (Marlon Brando) ha sido testigo de un asesinato de los hombres de Friendly. Cuando se entera de que el muerto es el hermano de su novia Edie (Eva Marie Saint) y que el Padre Barrie (Karl Malden) ha recibido una paliza por parte de los mafiosos, decide denunciar sus procedimientos criminales. 
Se trata de una obra maestra que pone de manifiesto una clara defensa del individualismo y de la honestidad. Un hombre se enfrenta a un enrevesado sistema de corrupción al que sabe que no puede derribar. El controvertido Elia Kazan reconstruyó los hechos que narra basándose en una serie de artículos periodísticos y en las vivencias personales de algunos estibadores portuarios. La cinta causó una gran polémica, ya que poco antes el propio Kazan denunció a algunos de sus compañeros ante el Comité de Actividades Norteamericanas y el film se podía interpretar como una vía de defensa de su postura. Considerado uno de de los mejores largometrajes de la historia del cine, es asimismo uno de los más comprometidos desde el punto de vista social. 
Obtuvo ocho Oscars (mejores película, director, actor principal, actriz secundaria, guión, fotografía, montaje y dirección artística).


"La ley del silencio" (película íntegra en versión original)





"La ley del silencio" (película íntegra doblada al castellano)



viernes, 6 de junio de 2014

X-MEN: DÍAS DEL FUTURO PASADO (X-Men: Days of Future Past)

La quinta entrega de las aventuras de los X-Men (la séptima, si se incluyen los dos largometrajes especialmente dedicados a Lobezno) es, en mi opinión, la mejor de todas ellas. Reconozco que, después de ver su estreno en el año 2000, no estaba demasiado interesado en seguir las adaptaciones cinematográficas del cómic. De hecho, el debut de los mutantes me dejó indiferente. No obstante, la segunda parte -que llegó a nuestras pantallas en 2003- me pareció más lograda y mejor dirigida. A partir de ahí, los cuatro títulos posteriores me saturaron, aun siendo evidentes su corrección técnica y cierta intensidad narrativa. Ya estaba cansado, tanto de los propios personajes como de unas tramas exprimidas en exceso, de modo que no me dispuse a ver este último trabajo con ninguna ilusión. Sin embargo, considero que el retorno de Bryan Singer a la dirección (ya estuvo detrás de las cámaras en las dos primeras, aunque no en el resto) ha sido beneficioso. 
Pese a que su mayor éxito sigue siendo “Sospechosos habituales”, cinta rodada hace casi veinte años, en “X-Men: Días del futuro pasado” logra revitalizar una saga que se había estancado, sacando el máximo partido a la historia. Cuenta un viaje en el tiempo de Lobezno, quien será enviado a principios de la década de los setenta para evitar un suceso y cambiar así el curso de la Historia, que contemplaba una guerra entre humanos y mutantes. Los papeles de Magneto y del Profesor X, interpretados respectivamente por Ian McKellen y Patrick Stewart en el presente, son encarnados en el pasado por Michael Fassbender y James McAvoy. 
La trama setentera es mucho más entretenida, revestida de mayor intensidad que la actual y enfrascada en una recreación más oscura, mística y robótica. Se aprecia más humor, mayor acción y mejor ambientación en esa época pretérita en la que, por suerte, se desarrolla la mayor parte de la película. Además, tanto McAvoy como, sobre todo, Fassbender, dan una vuelta de tuerca a unos personajes que constituyen un activo muy importante del film. Se incide notablemente en las rivalidades entre los propios mutantes y en su lucha contra los humanos, recreándose en ese triangulo que ofrece matices sustancialmente más complejos que otras adaptaciones del cómic a la gran pantalla. 
Con un desorbitado presupuesto de doscientos millones de dólares, ya ha recaudado más de trescientos ochenta en todo el mundo en apenas dos semanas en cartel. Todo un éxito que ha superado con creces los números de su predecesora y que ha propiciado el anuncio de una octava entrega que se estrenará en 2016, de nuevo con Singer como responsable del proyecto. Sin negar los méritos de “X-Men: Días del futuro pasado”, confieso que no me gusta nada esta tendencia recurrente de las productoras a eternizar las sagas, programando los rodajes en función de los triunfos en taquilla. Preferiría ver un nuevo ejercicio de riesgo del autor de “Sospechosos habituales”, que constituyó una aportación sorprendente y original al Séptimo Arte, pero me temo que se ha perdido en el laberinto de esta reiteración de fórmulas asociadas al éxito económico. 
Junto a los mencionados Fassbender (uno de los intérpretes con mayor progresión y destacada carrera de los últimos años, demostrada en “Un método peligroso”, “Shame” o “12 años de esclavitud”) y McAvoy (más irregular que el alemán, pero asimismo con interesantes aportaciones en “El último rey de Escocia” o “Expiación”), completan el destacado reparto Hugh Jackman y Jennifer Lawrence, en papeles protagonistas y, con actuaciones secundarias, Halle Berry, Anna Paquin, Ellen Page y Omar Sy.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film
Película: X-Men: Días del futuro pasado.
Título original: X-Men: Days of future past.
Dirección: Bryan Singer.
País: USA. Año: 2014. Género: Acción, ciencia-ficción, fantástico.
Interpretación: Jennifer Lawrence (Raven / Mística), Michael Fassbender (Erik Lehnsherr / Magneto), James McAvoy (Charles Xavier), Hugh Jackman (Logan / Lobezno), Halle Berry (Tormenta), Jason Flemyng (Azazel), Ian McKellen (Magneto), Patrick Stewart (Profesor X), Anna Paquin (Pícara), Ellen Page (Kitty Pryde), Shawn Ashmore (Bobby / Hombre de Hielo), Peter Dinklage (Dr. Bolívar Trask), Nicholas Hoult (Hank McCoy / Bestia), Omar Sy (Bishop), Daniel Cudmore (Coloso), Evan Peters (Mercurio), Lucas Till (Havok), Bingbing Fan (Blink).
Guion: Jane Goldman, Simon Kinberg y Matthew Vaughn.
Producción: Bryan Singer, Simon Kinberg, Richard Donner, Lauren Shuler Donner, Hugh Parker.
Música: John Ottman.
Fotografía: Newton Thomas Sigel.
Montaje: John Ottman.
Diseño de producción: John Myhre.
Vestuario: Louise Mingenbach.


martes, 3 de junio de 2014

25 ANIVERSARIO DEL ESTRENO DE "EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS" (25th anniversary of the premiere of the film "Dead Poets Society")

Esta semana se cumple el 25 aniversario del estreno en Norteamérica de la película “El club de los poetas muertos”. Si bien se estrenó el 2 de junio de 1989 en Toronto y de forma muy limitada en muy pocas salas de Estados Unidos, fue el 9 de junio cuando llegó masivamente a las salas de proyección de todo el país. El film fue todo un éxito. Pese al modesto presupuesto con el que contaba, logró recaudar en todo el mundo más de doscientos treinta millones de dólares. 
El argumento gira en torno a la prestigiosa academia estadounidense Welton, cuyo lema es “Tradición, honor, disciplina y excelencia”. Ambientada a mediados del siglo XX, a tan elitista y tradicional institución académica llega un nuevo profesor de literatura llamado John Keating (Robin Williams). Los alumnos esperan a un docente convencional pero, cuando esperan la presentación del nuevo maestro, éste les pide que salgan de clase y, en mitad de un pasillo, les señala un poema que Walt Whitman le dedicó al presidente Abraham Lincoln: "Oh capitán, mi capitán" También les enseña el significado del  aforismo latino “carpe diem”. Algunos alumnos, intrigados, investigan su pasado y descubren que formó parte del “Club de los poetas muertos”. Cuando le preguntan directamente sobre tan peculiar club, él les explica que los miembros del grupo se reunían en una cueva y escribían poesía, pensaban libremente y expresaban sus emociones. Rápidamente, los chicos deciden crear un nuevo "Club de los poetas muertos". 
La cinta ganó el Oscar al mejor guión y estuvo nominada a mejor película, mejor director y mejor actor principal y algunos de sus diálogos, secuencia y frases resultan memorables:

- “Todos necesitamos ser aceptados, pero deben entender que sus convicciones son suyas, les pertenecen (...) aunque toda la manada diga: ¡no está bien! Robert Frost dijo: "Dos caminos divergen en un bosque y yo tomé el menos transitado de los dos, y aquello fue lo que cambió todo". Quiero que encuentren su propio camino.” 
- “Me interné en los bosques porque quería vivir intensamente; quería sacarle el jugo a la vida, desterrar todo lo que no fuese vida, para así no descubrir en el instante de mi muerte que no había vivido.” 
- “Oh mi yo, oh vida de sus preguntas que vuelven del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios.  ¿Qué hay de bueno en estas cosas? Respuesta: Que tú estás aquí, que existe la vida y la identidad, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso, ¡que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso!” 
- “El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro y examinándote de la asignatura fundamental: el amor, para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida.” 
 - “Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta.” 
- “No olviden que, a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería, son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor, son cosas que nos mantienen vivos.”


Escenas de la película