martes, 20 de marzo de 2012

AKIRA KUROSAWA EN EL 102º ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO (Akira Kurosawa)

Akira Kurosawa fue el séptimo hijo de Isamu y Shima Kurosawa. Nació el 23 de marzo de 1910 en el distrito de Omori en Tokio. Su padre era el director de un instituto del ejército japonés y la propia familia Kurosawa tenía antepasados samuráis. Este 2012, por lo tanto, hubiese cumplido 102 años.

Un episodio que marcó profundamente a este realizador tuvo lugar en 1923, cuando se produjo el gran terremoto de Kantō que destruyó Tokio y mató a más de cien mil personas. Akira tuvo que ves los cadáveres humanos y de animales que se apilaban en cualquier rincón. Cuando intentaba apartar la vista, su hermano mayo Heigo le obligó a sostenerla. Kurosawa recordaría más tarde que esta experiencia le enseñó que mirar de frente a lo que lo aterraba, era el modo de vencer su propio miedo.

Cuando Akira acababa de cumplir los 20 años, su hermano Heigo se suicidó, y cuatro meses más tarde murió el mayor de todos ellos, convirtiéndose en el único vástago varón sobreviviente. Su hermana inmediatamente siguiente, a la que él llamaba "pequeña hermana mayor", también había muerto repentinamente cuando él sólo tenía diez años de edad.

En 1938, y tras probar con otras artes como la pintura, Kurosawa empezó su relación profesional con el cine cuando se interesó por un programa de aprendiz de director organizado por un gran estudio, el mítico Toho (de donde sale “Godzilla”, por ejemplo). Después de trabajar como asistente de Kajiro Yamamoto, en 1943, tiene su primera gran oportunidad dirigiendo “La leyenda del gran judo” (‘Sugata Sanshiro’), una película propagandística que obtuvo un gran éxito de público. Inevitablemente, sus inicios están marcados por la Segunda Gran Guerra y por el control del gobierno japonés.

Títulos épicos como “Los siete samurais” (1954), “Mercenario” (1961) o “Sanjuro” (1962), en los que el Japón medieval resultaba omnipresente, fueron engrandeciendo su filmografía. Sin embargo, el director pasó por un trance emocional muy fuerte que le llevó a intentar suicidarse, aunque no lo consiguió. Cabe reseñar que ya había presenciado el suicidio de uno de sus siete hermanos cuando apenas era un crío. Pero poco a poco se rehizo y volvió a la actividad con la misma calidad de siempre, primero con la coproducción rusa “El cazador” (1975) y más tarde con “Kagemusha, la sombra del guerrero” (1980). La Academia de Hollywood se fijó en él en 1985, nominándole por "Ran" y en 1990, al otorgarle un Oscar honorífico.

De fuerte carácter, con fama de gran perfeccionista en los rodajes y admirador confeso de John Ford, el japonés fallecería el 2 de septiembre de 1998, cinco años después de su último rodaje, “Madadayo”. Además de los reconocimientos de la Academia de Hollywood ya mencionados, logró dos premios BAFTA por “Kagemusha, la sombra del guerrero” y por “Ran”. También fue premiado en muchos festivales como los de Berlín (por “La fortaleza escondida” y por “Vivir”), Cannes (por “Kagemusha, la sombra del guerrero”), San Sebastián (por “Ran”) y Venecia (por “Rashomon”, “Los siete samuráis” y “Barbaroja”, además de un galardón especial que recibió en 1982).

A continuación, dos escenas de sus más conocidas películas:

LOS SIETE SAMURÁIS



RAN




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