viernes, 13 de mayo de 2011

NO TENGAS MIEDO



El realizador navarro Montxo Armendáriz es un enamorado de las historias que se construyen sobre personajes reales. Los títulos que mejor le definen son los que forman su trilogía no oficial iniciada hace más de veinte años con Tasio, continuada en 1997 con Secretos del corazón (cinta nominada al Oscar al mejor film de habla no inglesa al año siguiente, cuando recibió asimismo el Premio Nacional de Cinematografía) y finalizada con Obaba, su último largometraje hasta la fecha. En definitiva, relatos construidos sobre universos interiores que se desarrollan en localidades y escenarios convertidos en añadidos personajes de sus tramas. Se da la extraña circunstancia de que ha este director ha recibido sus principales galardones merced a dos trabajos escasamente representativos del conjunto de su obra -un Goya por el guión original de Las cartas de Alou y otro más por el guión adaptado de Historias del Kronen-. De hecho, esta última cinta, al tratarse de un encargo, desentona en cuanto al espíritu que impregna el resto de su filmografía.
Con No tengas miedo, Armendáriz se adentra en el espinoso e incómodo tema de los abusos sexuales a menores, un asunto lo suficientemente complejo como para, con otro profesional tras la cámara, convertirse en un largometraje a caballo entre lo obsceno y lo escabroso. Sin embargo, su sensibilidad da como resultado una película que, aunque dura y dramática, no cae en ningún momento en la reiteración con la única finalidad de manipular al espectador a base de escenas de sexo y violencia, lo que es muy digno de alabar. Dicho esto, lo que el cineasta no ha conseguido evitar es un toque deprimente y una lentitud del ritmo narrativo que, en cierta medida, lastran el film. Personalmente considero que la idea de intercalar testimonios aleccionadores de diferentes víctimas de este delito durante el transcurso de la proyección no es acertada porque se intenta atrapar al espectador por la vía del documental más que por la puramente cinematográfica. La excesiva sobriedad del autor no termina de otorgar a su último proyecto la brillantez que, tras cinco años de inactividad, cabría esperar. Uno no se arrepiente de haberlo visto pero tampoco se apena si no vuelve a verlo nunca más.
Su protagonista principal es la joven Michelle Jenner, una actriz de doblaje que saltó a la fama gracias a su participación en la popular serie de televisión Los hombres de Paco. Con su primer papel importante para la gran pantalla logra completar una actuación muy correcta que invita a pensar en un esperanzador futuro profesional. Le acompañan asumiendo el papel de sus padres los veteranos Lluis Homar, de máxima actualidad por sus intervenciones a las órdenes de Pedro Almodóvar en Los abrazos rotos y La mala educación y Belén Rueda, en los últimos tiempos la musa del cine de terror patrio gracias a El orfanato y Los ojos de Julia.

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