martes, 16 de febrero de 2010

EN TIERRA HOSTIL

En ocasiones, al contemplar la obra de un artista, percibes que alberga en su interior un talento que no termina de aflorar, bien por no hallar el vehículo más adecuado, bien por no culminar con brillantez el proyecto que tiene entre manos. La directora californiana Kathryn Bigelow, anclada durante años a la sombra del que fuera su marido (el también realizador James Cameron) encaja en la última opción. Relegada a rodar mediocres cintas de acción, demostró cierto nivel en el manejo del ritmo en Le llaman Bodhi y, sobre todo, apuntó maneras en el que, hasta la fecha, constituye su mejor trabajo, Días extraños. Además de saber narrar con gran soltura, logró alejar al excelente actor Ralph Fiennes de sus habituales personajes de hombre sufrido y atormentado que borda magistralmente para convertirlo en un traficante de sensaciones virtuales colgado por completo de una alocada Juliette Lewis. La actriz abandonó prácticamente el cine después de este rodaje y no ha vuelto a interpretar ningún papel digno de mención, centrando sus aspiraciones artísticas en una exitosa carrera musical como líder del grupo The Licks. Hasta ese momento, Bigelow parecía una directora cualificada pero incapaz de demostrar toda su valía.
Por fin lo ha conseguido con En tierra hostil, donde ofrece pruebas patentes de su condición de realizadora sobresaliente que domina las imágenes, el ritmo y la tensión narrativa de forma incontestable. Por lo tanto, es obligado reconocerle, junto a sus méritos estrictamente cinematográficos, el hándicap de haberlo logrado sorteando innumerables dificultades. La película se rodó en 2008 pero hubo que esperar un año para iniciar su carrera comercial aunque, a posteriori, la crítica se haya rendido a sus pies. La National Society of Films Critics y las Asociaciones de Críticos de Austin, Chicago, San Francisco, Nueva York, Los Ángeles y Boston han elegido a cinta y realizadora como las mejores del año y acaba de recibir nada menos que nueve nominaciones a los Oscar de Hollywood.
Claro exponente del género bélico, cuenta la historia de un comando de desactivación de explosivos que desempeña su labor en Irak y cuyo jefe fallece, siendo sustituido por otro militar que, en principio, no encaja entre sus compañeros por culpa de una conducta arriesgada marcada por la arrogancia. Aunque los largometrajes sobre guerras no se encuentran entre mis preferencias debido a su inclinación al tedio y a la monotonía (a pesar de sus dramas humanos o de la emoción de algún combate) existen algunas excepciones en las que la precisión narrativa, la calidad de las imágenes y el ritmo del metraje les convierten en experiencias muy recomendables, no sólo desde el punto de vista cinematográfico sino también del de la didáctica del horror. Ocurrió con la excelente Black Hawk derribado y ha sucedido de nuevo con En tierra hostil. Su estreno en España ha sido muy discreto y, de hecho, en Tenerife se proyectó exclusivamente en una sala de los Multicines Yelmo de La Orotava.
Los actores que conforman el reparto apenas son conocidos. Sobresalen en papeles secundarios el ya citado Ralph Fiennes (El paciente inglés, El jardinero fiel, El lector) y Guy Pearce (L.A. Confidential, Memento) aunque es Jeremy Renner, a quien pudimos ver en el film del tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo 28 semanas después, quien opta a la estatuilla dorada en la categoría de mejor actor principal.

No hay comentarios: