El director y productor británico Ridley Scott ha rodado a lo largo de su carrera profesional obras maestras -Alien, Blade Runner, Telma & Louise, Gladiador- y películas notables- American Gangster, Los duelistas, Black Hawk derribado-. También figuran en su filmografía algunas cintas prescindibles que se compensan con las sobresalientes contribuciones ya citadas, de modo que cada vez que estrena un largometraje es conveniente prestarle la atención que merece. Si a todo lo anterior añadimos que el resto del equipo artístico está compuesto por nombres de primera fila, la conclusión anterior cobra fuerza. El guionista es William Monahan, ganador del Oscar por su guión de Infiltrados de Martin Scorsese y el editor es Pietro Scalia, que obtuvo igualmente dos estatuillas de la Academia de Hollywood por Black Hawk derribado y por J.F.K. Caso abierto. Por lo tanto, estamos ante uno de esos proyectos en los que la concurrencia de grandes profesionales invita a su visión.
Red de mentiras es un thriller de contraespionaje ambientado en el difícil escenario de la guerra de Irak y de los conflictos de Oriente Próximo. Narra las aventuras de un espía que trabaja directamente sobre ese controvertido terreno y de la relación que entabla con su superior inmediato, que desempeña su labor en la sede de la C.I.A. en Virginia. Ambos poseen visiones y métodos distintos que desarrollarán a través de tramas cada vez más complejas y peligrosas, dando lugar a situaciones en las que es imposible confiar en nadie y adivinar qué es verdad y qué es mentira en el exigente mundo de los Servicios de Inteligencia de los estados.
El principal objetivo de la cinta no es otro que el entretenimiento y se consigue sin dificultad. Sin duda agradará a los amantes del género gracias a una trama interesante y bien rodada y a un aceptable nivel de tensión. De todos modos, aunque Scott no alcanza la excelencia de otros de sus títulos ni los resultados obtenidos en la taquilla norteamericana han sido los esperados, no deja de ser una producción correcta y una apuesta segura para disfrutar de ciento veinte minutos de cine de acción.
Sus protagonistas son dos figuras de primera fila. Russell Crowe, habitual del realizador, a cuyas órdenes ya trabajó en Gladiador, American Gangster y Un buen año, posee un brillante currículo del que resaltan sus excelentes interpretaciones en L.A. Confidential, El dilema y Una mente maravillosa. Su brillante carrera le ha convertido en un actor de referencia en el cine de la última década. Para el año 2009 tiene pendientes dos estrenos: otro thriller del director de El último rey de Escocia Kevin McDonald titulado provisionalmente State of Play y Nottingham, nuevamente con Ridley Scott.
Leonardo DiCaprio también ha demostrado que se sabe mover con soltura y brillantez tanto en la comedia -Atrápame si puedes- como en el drama -El aviador- y en la acción -Infiltrados, Diamante de sangre-. Le queda por estrenar este mismo año Revolutionary Road, que lo unirá nuevamente a Kate Winslet tras Titanic y, ya el próximo año, coincidirá una vez más con el gran Scorsese en Shutter Island.
Red de mentiras es un thriller de contraespionaje ambientado en el difícil escenario de la guerra de Irak y de los conflictos de Oriente Próximo. Narra las aventuras de un espía que trabaja directamente sobre ese controvertido terreno y de la relación que entabla con su superior inmediato, que desempeña su labor en la sede de la C.I.A. en Virginia. Ambos poseen visiones y métodos distintos que desarrollarán a través de tramas cada vez más complejas y peligrosas, dando lugar a situaciones en las que es imposible confiar en nadie y adivinar qué es verdad y qué es mentira en el exigente mundo de los Servicios de Inteligencia de los estados.
El principal objetivo de la cinta no es otro que el entretenimiento y se consigue sin dificultad. Sin duda agradará a los amantes del género gracias a una trama interesante y bien rodada y a un aceptable nivel de tensión. De todos modos, aunque Scott no alcanza la excelencia de otros de sus títulos ni los resultados obtenidos en la taquilla norteamericana han sido los esperados, no deja de ser una producción correcta y una apuesta segura para disfrutar de ciento veinte minutos de cine de acción.
Sus protagonistas son dos figuras de primera fila. Russell Crowe, habitual del realizador, a cuyas órdenes ya trabajó en Gladiador, American Gangster y Un buen año, posee un brillante currículo del que resaltan sus excelentes interpretaciones en L.A. Confidential, El dilema y Una mente maravillosa. Su brillante carrera le ha convertido en un actor de referencia en el cine de la última década. Para el año 2009 tiene pendientes dos estrenos: otro thriller del director de El último rey de Escocia Kevin McDonald titulado provisionalmente State of Play y Nottingham, nuevamente con Ridley Scott.
Leonardo DiCaprio también ha demostrado que se sabe mover con soltura y brillantez tanto en la comedia -Atrápame si puedes- como en el drama -El aviador- y en la acción -Infiltrados, Diamante de sangre-. Le queda por estrenar este mismo año Revolutionary Road, que lo unirá nuevamente a Kate Winslet tras Titanic y, ya el próximo año, coincidirá una vez más con el gran Scorsese en Shutter Island.
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