lunes, 21 de enero de 2013

LINCOLN


Después de ver la última película de Steven Spielberg uno debe rendirse ante la profesionalidad de su realizador y la exquisita perfección del resultado plasmado en las imágenes. Por eso, creo que estoy cometiendo casi un sacrilegio diciendo que, la verdad, me aburrí. Lo digo con pena y hasta con remordimiento pero no puedo ocultarlo. La fotografía es magistral, la ambientación impecable, la banda sonora preciosa (qué decir del gran maestro John Williams, el hombre vivo con más nominaciones a los Oscar) y las interpretaciones precisas. Imposible no reconocerlo. Pero, en el fondo, la sucesión de discursos rimbombantes -recitados más que hablados-, el tono oscuro que lo preside todo -desde el vestuario hasta la iluminación-, el excesivo metraje de dos horas y media y la sensación de que se ha pretendido más documentalizar los hechos que filmarlos, terminan por lastrar el visionado de la cinta. 

Soy un gran admirador de Spielberg y afirmo con rotundidad que lo que hoy conocemos como cine se debe a él en gran medida. He disfrutado y elogiado sus películas y, aunque su anterior propuesta (“War Horse”) me pareció fallida, en general le tengo un respeto y una estima reverenciales. Por eso mismo, me cuesta escribir estas líneas. Creo que le ha dado a la representación un estilo demasiado teatral y que los personajes están tan encorsetados por su trascendencia histórica que no terminan de resultar creíbles. Si el llanto y el pesar de Sally Field resultan demasiado fingidos no se debe a ninguna carencia profesional de la actriz sino al hecho de verse obligada a traspasar un realismo creíble para convertirlo en un dramatismo excesivo. 
Desde luego, mis críticas no pueden achacarse a mi desinterés por este tipo de historias. Al contrario, me encanta el cine político, más aún si guarda relación con los grandes acontecimientos históricos del constitucionalismo. Por poner dos ejemplos, sostengo que el mejor film del año pasado fue “Los Idus de Marzo” de George Clooney y que “J.F.K. Caso Abierto” de Oliver Stone -centrada en el asesinato del presidente Kennedy- es un magnífico título de obligada visión. Asimismo, pienso que la figura de Abraham Lincoln es sumamente interesante y que su importancia para la Historia en general y para el ámbito jurídico en particular queda fuera de toda duda. 
Pero, a pesar de que el proyecto tenía todo para encandilarme, la verdad es que no lo logró. Le faltó un toque de entretenimiento, entendido no como diversión sino como intensidad narrativa. Tal vez le sobró precisión en los detalles y le faltó capacidad cinematográfica. Me pasa lo mismo con esos cuadros de una exactitud casi fotográfica que, sin embargo, no logran transmitirme las sensaciones de otros cuyos trazos son menos precisos. 
De todas formas, los méritos de la cinta están ahí y le han servido para cosechar innumerables reconocimientos, como sus doce nominaciones a los Oscar -incluyendo mejor película, director, actor y la práctica totalidad de los apartados técnicos y artísticos- y otras diez a los BAFTA, unidas a las de casi todas las Asociaciones de Críticos norteamericanas. De hecho, Daniel Day Lewis acaba de ganar el Globo de Oro a la mejor interpretación dramática. Como dice el refrán, algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film:
Película: Lincoln.
Dirección: Steven Spielberg.
País: USA. Año: 2012. Duración: 150 min. Género: Biopic, drama, histórico.
Interpretación: Daniel Day-Lewis (Abraham Lincoln), Tommy Lee Jones (Thaddeus Stevens), Sally Field (Mary Todd Lincoln), Joseph Gordon-Levitt (Robert Lincoln), David Strathairn (William H. Seward), Tim Blake Nelson (Richard Schell), James Spader (W.N. Bilbo), Lee Pace (Fernando Wood), Jackie Earle Haley (Alexander Stephens), Hal Holbrook (Preston Blair), John Hawkes (Robert Latham), Bruce McGill (Edwin Stanton), Jared Harris (general Ulysses Grant).
Guion: Tony Kushner, John Logan y Paul Webb; inspirado en el libro “Team of rivals: The political genius of Abraham Lincoln”, de Doris Kearns Goodwin.
Producción: Kathleen Kennedy y Steven Spielberg.
Música: John Williams.
Fotografía: Janusz Kaminski.
Montaje: Michael Kahn.
Diseño de producción: Rick Carter.
Vestuario: Joanna Johnston.

Premios y nominaciones:
Oscar: 12 nominaciones, incluyendo Mejor película, director y actor (Day-Lewis)
Globos de Oro: Mejor actor dramático (Daniel Day-Lewis). 7 nominaciones
Critics Choice Awards: Mejor actor (Lewis), guión adaptado, BSO. 13 nomin.
Premios BAFTA: 10 nominaciones, incluyendo Mejor película y actor 2012:
Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Day-Lewis), actriz sec. (Field) y guión
Satellite Awards: Mejor dirección artística. 8 nominaciones
National Board of Review (NBR): 10 mejores películas del año 2012:
American Film Institute: Top 10 - Mejores películas del año

2 comentarios:

Daniel Reigosa dijo...

Hola Gerardo, soy Daniel Reigosa del blog "Versión Original Sin Palomitas". Coincido en muchos aspectos con tu crítica...el problema, creo está, en que la película generó muchas expectativas y eso nunca es bueno. Yo, exceptuando la prodigiosa actuación del gran Daniel Day-Lewis y la inmejorable fotografía, considero que es una película con muchas carencias y que cae en damasiados vicios del cine americano.

Un saludo!!!

Gerardo Pérez Sánchez dijo...

Hola Daniel. He visitado tu blog (y me he hecho seguidor) Enhorabuena por él. Efectivamente me pareció algo decepcionante, aunque por supuesto tiene una realización impecable. Un saludo.