viernes, 27 de enero de 2012

LOS DESCENDIENTES (The Descendants)



En su triple faceta de guionista, director y productor, Alexander Payne se ha ganado una merecida reputación dentro de la industria del cine, sobre todo gracias a los largometrajes Election y Entre copas, que le reportaron un Oscar y otras dos nominaciones a la estatuilla dorada. Quienes tuvieron la ocasión de ver ambos títulos, pudieron comprobar el interés de los personajes, el ingenio de los diálogos y el acierto del realizador tanto para hacer reír como para provocar la reflexión. En definitiva, se trataba de comedias muy divertidas aunque su trasfondo resultara dramático. Con su último estreno, Los descendientes, Payne ha subido un peldaño más en la escalera del éxito. Reciente Globo de Oro a la mejor película, ha sido galardonada en la misma categoría por la Asociación de Críticos de Los Ángeles y ya figura como candidata a los inminentes Bafta británicos y Oscar de Hollywood. El propio cineasta y su protagonista, George Clooney, también figuran como finalistas en las entregas de los premios más prestigiosos del sector.
No obstante, sin dejar de reconocer los méritos de este film, opino que es inferior a sus antecesoras en cuanto a originalidad se refiere –a pesar del mayor número de reconocimientos que está obteniendo-, y muy especialmente en comparación con Entre copas, para mí su mejor obra. Y es que ahora ha prescindido de su capacidad para hacer reír y se ha centrado exclusivamente en un drama puro y duro. De hecho, y pese a intentar colar algunas frases graciosas en boca de los niños y de los adolescentes de la historia, el drama lo inunda todo. Además, cuenta con la desventaja añadida de que los diálogos carecen de genialidad y no revisten un especial interés. Ha puesto tanto empeño en reflejar su condición de personas normales y corrientes que, sin la brillantez a la que nos tenía acostumbrados, este producto final resulta un tanto descafeinado. Es indudable que Alexander Payne alcanza la cima cuando juega con la ironía, cuando es ácido en la crítica, cuando divierte con su sentido del humor. Sin embargo, cuando se deja llevar únicamente por la tragedia de lo cotidiano, tiende a diluirse hasta ser confundido con otros colegas de profesión.
Todo lo comentado anteriormente no significa que no nos hallemos ante una película cuya calificación, si no de sobresaliente, es al menos de aprobado o incluso de notable, aunque no posea ninguna secuencia inolvidable. Tampoco supone que las interpretaciones no sean buenas, aunque no escuchemos frases emblemáticas que pasen a la historia del séptimo arte. Simplemente quiere decir que esperaba más de Los descendientes. No hay nada peor que contar con unas expectativas muy elevadas que no se cumplen al cien por cien, ya que la sensación de desilusión no te la quita nadie.

2 comentarios:

David Cotos dijo...

Me sorprendió la actuación de la actriz que interpreta a su hija de Clooney, lo hace muy bien.

Gerardo Pérez Sánchez dijo...

Esta actriz en Estados Unidos es bastante conocida por una serie titulada "Vida secreta de una adolescente". La verdad es que lo hace bien, como Clooney. Aunque, si te soy sincero, la película de esta temporada en la que he encontrado mejores interpretaciones, desde mi punto de vista, es "Los Idus de marzo" precisamente de Clooney, pero como director. Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Ryan Gosling, Evan Rachel Wood... están todos estupendos. Yo ya la he visto en un viaje que hice. Si tienes oportunidad, te la recomiendo