viernes, 23 de noviembre de 2018

MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE (Bad Times at the El Royale)

Se nota que algunas películas están creadas bajo la influencia de otros títulos y que también determinados cineastas ruedan sus proyectos bajo el influjo de otros creadores. Numerosas escenas presentan un estilo muy parecido a otras secuencias de gran impacto, de modo que la frontera entre el homenaje, el plagio y la sugestión tiende en ocasiones a difuminarse. En ese sentido, buena parte de “Malos tiempos en El Royale” destila un afán por parecerse al cine de Tarantino y portar una aureola de vanguardia visual, macarra y chispeante. Y lo cierto es que a ratos lo consigue, pero sin lograr nunca prolongar ese objetivo durante el metraje, quedándose a medio camino y resultando la copia deslucida de un original. Cuestión distinta es que esa copia baste para arrancar algunas risas y disfrutar con algún plano, porque sí es verdad que ofrece pequeñas dosis de diversión y de sugerente creatividad. Sin embargo, teniendo en cuenta que la proyección dura dos horas y veinte minutos, ese porcentaje se torna mínimo, por lo que la sensación final es la de haber contemplado una cinta con más pretensiones que materia prima o, dicho de otro modo, un proyecto demasiado ambicioso. 
Drew Goddard (no confundir con Godard), un realizador más conocido por sus facetas como guionista (estuvo nominado al Oscar al mejor guion adaptado por “Marte”) y productor de series de televisión (“Alias”, “Perdidos”), tan sólo había dirigido hasta la fecha “La cabaña en el bosque”, largometraje de terror que explota ese prototipo americano de jóvenes guapos que sufren terriblemente en medio de la naturaleza, enésimo ejemplo de cómo dar una vuelta de tuerca a lo ya rodado por otros presentándolo como renovador y actualizado. 
Ambientada a finales de los años sesenta, con Richard Nixon recién llegado a la Casa Blanca, cuenta la historia de “El Royale”, un deteriorado hotel situado literalmente en la frontera entre California y Nevada (es decir, en medio de la nada) y con bastantes historias turbias en su pasado. Allí terminan coincidiendo siete desconocidos, cada uno con sus secretos y miserias, que durante el transcurso de una fatídica noche, creerán disponer de una oportunidad para redimir sus vidas, aunque nadie apostaría absolutamente nada por la suerte de ninguno de ellos. 
El colorido, el ritmo y hasta la forma de moverse de los actores parecen sacados de “Four Rooms” o “Pulp Ficction”, aunque sin los diálogos ocurrentes, ni los personajes carismáticos, ni el desbordante ímpetu de Tarantino. Se reproducen numerosos rasgos estéticos, pero el ingenio no está incluido. Pese a ello, la puesta en escena y el humor puntual le sirven para lograr el aprobado. Eso sí, un aprobado condicional, ya que Goddard, para crear su propio estilo, ha de demostrar todavía que sabe hacer algo más que imitar e ir cogiendo de aquí y de allá. El peso de la narración recae principalmente sobre los actores, algunos muy versados y capaces, y otros en formación. 
Encabeza el plantel Jeff Bridges, poseedor de una amplísima filmografía que contiene espléndidas actuaciones. Cada vez que aparece en la pantalla dota al film de cierto magnetismo. Jon Hamm, habitual del medio televisivo y cinematográfico (“Mad Men”, The Town: ciudad de ladrones”) le sigue la estela. Por su parte, Chris Hemsworth se desprende de una vez del martillo de Thor y Dakota Johnson del personaje de Anastasia Steele, dos lastres que les impedían progresar como intérpretes. Todavía les queda mucho para estar a la altura de sus compañeros de reparto, pero al menos ya han dado un primer paso.

Trailer en castellano


Trailer en versión original



Datos del filme:
Título original: Bad Times at the El Royale
Año: 2018
Duración: 141 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Drew Goddard
Guion: Drew Goddard
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Seamus McGarvey
Reparto: Jeff Bridges, Cynthia Erivo, Dakota Johnson, Chris Hemsworth, Jon Hamm, Cailee Spaeny, Lewis Pullman,

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