Stanley Kubrick nació en Nueva York el 26 de julio de 1928 y falleció en la localidad británica de St Albans el 7 de marzo de 1999. Director de cine, guionista, productor y fotógrafo, es considerado por muchos como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX. Debutó como realizador con una serie de documentales rodados a comienzos de los años cincuenta, los cortos “Day of the Fight” (1951), “Flying Padre” (1951) y “The Seafarers” (1953). Su primer trabajo de ficción fue “Fear and Desire” (1953), drama bélico de bajo presupuesto en el que aparecía como actor su posteriormente colega Paul Mazursky.
Más tarde rodaría “Atraco perfecto” (1956), cinta protagonizada por Sterling Hayden y Coleen Gray. El film antibélico “Senderos de gloria” (1957) adaptaba una novela de Humphrey Cobb y le puso en contacto por primera vez con Kirk Douglas, quien demandó la presencia de Kubrick para sustituir a Anthony Mann en “Espartaco” (1960), fenomenal peplum basado en la obra de Howard Fast. Por esta película recibió una nominación a los Globos de Oro en la categoría de mejor director, candidatura que volvió a lograr con “Lolita” (1962), adaptación del texto homónimo del autor ruso Vladimir Nobokov, quien también asumiría facetas de guionista y optaría al Oscar de Hollywood. Encabezaron el reparto James Mason -como el profesor Humbert Humbert- y Sue Lyon, en el papel de Lolita.
“¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú” (1964) era una sátira sobre la guerra fría por la que Kubrick fue candidato a la estatuilla dorada. Cuatro años después retornó a la gran pantalla con uno de sus proyectos más ambiciosos, “2001: Una odisea del espacio” (1968), en colaboración con el escritor Arthur C. Clarke, que pivotaba en uno de sus relatos, titulado “El centinela”. Curiosamente, se alzó con el Oscar a los mejores efectos especiales.
En “La naranja mecánica” (1971) se basó en el libro de Anthony Burgess y su siguiente trabajo le retrotrajo a la Inglaterra del siglo XVIII gracias a William Makepeace Thackeray y su “Barry Lyndon” (1975), con Ryan O’Neal al frente del reparto. En la década de los ochenta estrenó dos largometrajes, “El resplandor” (1980), muestra de terror de Stephen King con Jack Nicholson como estrella, y “La chaqueta metálica” (1987), donde volvía a recalcar sus postulados contrarios al belicismo desarrollando la acción en la Guerra del Vietnam y con la que fue nominado de nuevo como mejor guionista.
Tras muchos años de reclusión, terminó realizando “Eyes Wide Shut” (1999), drama psicológico protagonizado por la pareja Tom Cruise–Nicole Kidman, que llegó a las carteleras después de su fallecimiento a la edad de 70 años.
Escena de "Espartaco"
Escena de "Eyes Wide Shut"
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