Se cumplen treinta y ocho años del fallecimiento de la
actriz Romy Schneider. Nacida en Viena el 23 de septiembre de 1938, murió en París,
el 29 de mayo de 1982. Fue una actriz de nacionalidad francesa nacida en
Austria. Representó el papel de la emperatriz Isabel de Baviera en la trilogía sobre
dicho personaje y recibió el premio César a la mejor actriz en dos
ocasiones, por sus interpretaciones en las películas “Lo importante es amar“
(1976) y “A Simple Story” (Una vida de mujer, 1978), además de otro póstumo en
2008 de forma honorífico.
Recibió una nominación a los Globos de Oro por “El cardenal”
(1963) de Otto Preminger y destacó en títulos como “Testimonio de mujer” (1982);
“Una mujer singular” (1979); “La piscina” (1969); o “La ladrona” (1966).
Las películas “Sissi”, “Sissi emperatriz” y “El destino de
Sissi”, la mayoría ambientadas en la Viena imperial, le dan fama internacional.
Escena de "La piscina" Escena de "Lo importante es amar"
Michelle Pfeiffer nació en California el 29 de abril de 1958. Actriz estadounidense ganadora de un Globo de Oro y nominada al Oscar en tres ocasiones, debutó en el cine en 1980 con la cinta “The Hollywood Knights”. En 1982 estrenó la segunda parte de “Grease” y un año después rodó una de sus películas más populares “El precio del poder”, junto a Al Pacino. De esa época son también “Cuando llega la noche” (1985) y “Lady Halcón” (1985).
Posteriormente participó en “Las brujas de Eastwick” (1987), “Casada con todos” (1988) y “Conexión Tequila” (1988). A finales de los ochenta protagonizó dos de sus largometrajes más importantes: “Las amistades peligrosas” (1988), por la que recibió su primera candidatura a la estatuilla dorada de Hollywood y “Los fabulosos Baker Boys” (1989), que le reportó su Globo de Oro y la segunda opción al Oscar.
Prolongó los éxitos y las buenas interpretaciones en los inicios de la década de los noventa gracias a “La casa Rusia” (1990), “Por encima de todo” (1992) -su tercera candidatura al premio de la Academia- y “La edad de la inocencia” (1993). A dicha etapa corresponden también “Frankie y Johnny” (1991) y “Batman vuelve” (1992). Actuó asimismo en títulos como “Lobo” (1994), “Mentes peligrosas” (1995), “Íntimo y personal” (1996) y “Un día inolvidable” (1996).
Ya en el nuevo milenio la hemos podido ver en “Lo que la verdad esconde” (2000), “Yo soy Sam” (2001), “Stardust (2007)” o “Chéri” (2009).
La actriz Olivia Wilde nació en Nueva York el 10 de marzo de 1984. Debutó en el cine con un papel secundario en “La vecina de al lado” (2004) y consiguió gran popularidad gracias a las series de televisión “The O.C.”, “House” y “Los hermanos Donnelly”.
En la gran pantalla ha participado en “Alpha Dog” (2006), de Nick Cassavetes, “Los próximos tres días” (2010), de Paul Haggis, “TRON: Legacy” (2010), de Joseph Kosinski, “In Time” (2011), de Andrew Niccol, "El cambiazo" (2011), “El ladrón de palabras” (2012), de Brian Klugman y Lee Sternthal, “Her” (2013), de Spike Jonze, “Como la vida misma” (2018), de Dan Fogelman o la reciente “Richard Jewell” (2019), de Clint Eastwood.
Como directora ha estrenado “Súper empollonas” (2019), película que logró una nominación a los Globos de Oro en la categoría de mejor actriz y otra candidatura a los BAFTA en la de mejor guion.
Miranda Richardson nació el 3 de marzo de 1958 en Lancashire. Actriz inglesa de cine, televisión y teatro, ha ganado dos Globos de Oro y optado también en dos ocasiones al Oscar.
Debutó en el cine con “Bailar con un extraño” (1985), de Mike
Newell. Posteriormente rodó a las órdenes de Steven Spielberg “El imperio del sol” (1987) y del realizador español Fernando Trueba “El sueño del mono loco” (1989).
En la década de los noventa participó en “Un abril encantado”
(1991), de nuevo con Newell, “Juego de lágrimas” (1992), de Neil Jordan, “Herida”
(1992), de Louis Malle, “Tom & Viv”, (1994), de Brian Gilbert y “Sleepy
Hollow” (1999), de Tim Burton. En la que fue su mejor época profesional recibió sus
dos nominaciones a la estatuilla dorada de Hollywood por sus interpretaciones en “Herida” y “Tom
& Viv”.
Ya en el actual milenio la hemos visto en “Las horas” (2002), de Stephen Daldry, “El príncipe y yo” (2004), de Martha Coolidge, “El fantasma
de la ópera” (2004), de Joel Schumacher y “Harry Potter y el cáliz de fuego”
(2005), una vez más con Mike Newell.
Entre sus últimas cintas para la gran pantalla figuran “La reina Victoria” (2009), de Jean-Marc Vallée o “Churchill” (2017), de Jonathan
Teplitzky.
También cuenta en su haber con un Globo de Oro por su actuación en la
serie televisiva “Patria” (1994).
“Judy” es una de esas películas de exquisita corrección formal pero incapaz de transmitir al espectador la clase de emociones que suscitan interés cuando se ven. Al menos, así fue en mi caso. Pese a su pulcritud técnica y artística, la empatía entre obra y público me pareció inexistente. Asistí a la proyección con una distante indiferencia, pese a reconocer que las actuaciones y la ambientación resulten adecuadas. Se trata de la biografía de un personaje muy conocido, casi un icono de la cultura norteamericana, y cuenta con un equipo de profesionales con capacidad y rigor en cada una de sus facetas. Sin embargo, la ausencia de alma en la narración queda patente y su displicente frialdad abre una gran brecha entre el relato y los ojos de quienes asisten al pase del largometraje.
A todo lo anterior se añade una desmedida e incontrolada dosis de dramatismo que degenera en la loa deprimente a una triste existencia. Como ocurre con cualquier guiso, las cantidades y el método de elaboración determinan el sabor y la textura final. No basta sólo con añadir ingredientes. Pero, en este caso, la forma de introducir el drama y la tragedia provocan un indigesto empacho de desdichas que finaliza con un mal sabor de boca.
Tras la cámara se sitúa el director británico Rupert Goold, cuya primera película “Una historia real” contaba con un atractivo reparto (James Franco, Jonah Hill, Felicity Jones) y transitaba por caminos discretos, aunque más acertados en cuanto al tono global. “Judy” es su segundo trabajo para el cine y, seguramente, el que acapare superior éxito y popularidad en atención a los premios y reconocimientos dispensados a su actriz protagonista, si bien creo que constituye un pequeño paso atrás en su trayectoria como cineasta. Firma el guion Tom Edge (de la serie “The Crown”) y asume la producción David Livingstone (“Pride” y “Last Christmas”, con Emilia Clarke). No niego el esfuerzo empleado ni los méritos que ofrece pero, a veces, el motor de un vehículo no funciona como debería y, en consecuencia, el viaje se torna incómodo.
Narra una etapa en la vida de la famosa artista Judy Garland muchos años después del estreno de la mítica “El mago de Oz”, cuando llega a Londres para dar una serie de conciertos. Las entradas se agotan en cuestión de días, a pesar de que la decadencia ya ha hecho mella en ella. La estrella tendrá que enfrentarse a sus inseguridades, a su propio mito, a su familia y a la industria para la que trabaja, y todo ello sin contar con un necesario equilibrio vital y emocional.
Igual que la biografía en la que está basada, la cinta desprende al mismo tiempo una notable fragilidad interna y una contundente envoltura visual. Destaca de modo innegable la interpretación de Renée Zellweger, sobre cuyos hombros recae todo el peso del proyecto. Su labor es ciertamente encomiable pero su lucimiento no desvirtúa la tonalidad tan elegante como banal del conjunto
Hasta la fecha la actriz ha ganado todos los galardones a los que aspiraba. Nominada al Oscar, ha conseguido ya el BAFTA británico, el Globo de Oro, el Hollywood Film Award y el British Independent Film Award y el premio de la National Board of Review. Nada que objetar a la decisión. A buen seguro se alzará con la estatuilla dorada de la Academia de Hollywood en la madrugada del próximo domingo. Sin embargo, yo siempre la recordaré por papeles como los de “Cold Mountain”, “Chicago” o la primera parte de “El diario de Bridget Jones”. En dichos títulos, además de sus notables actuaciones, el entretenimiento y la calidad del resto de elementos cinematográficos son claramente superiores. Le acompañan en el reparto Michael Gambon (“Gosford Park”, “El buen pastor”), Jessie Buckley (de la mini serie “Chernobyl”), Richard Cordery (“La buena esposa”, “Una cuestión de tiempo”) y Finn Wittrock (“Invencible”, “La gran apuesta”). Cada uno resulta convincente y efectivo, sin merecer el menor reproche.
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Datos del filme
Título original: Judy
Año: 2019
Duración: 118 min.
País: Reino Unido
Dirección: Rupert Goold
Guion: Tom Edge (Obra: Peter Quilter)
Música: Gabriel Yared
Fotografía: Ole Bratt Birkeland
Reparto: Renée Zellweger, Jessie Buckley, Rufus Sewell, Finn Wittrock, Michael Gambon, Bella Ramsey, John Dagleish
Jodie Foster nació Los Ángeles el 19 de noviembre de 1962. Cursó estudios en el exclusivo Liceo Francés y en la Universidad de Yale, donde en 1985 se graduó Cum Laude en Literatura.
Actriz y directora de cine, ha ganado a lo largo de su extensa trayectoria profesional dos Oscar y dos Globos de Oro. Posee asimismo el prestigioso Premio Cecil B. DeMille en atención a toda su carrera.
Tras intervenir en varios anuncios televisivos, entre ellos el del famoso bronceador Coppertone, en 1968 logró ser elegida para integrar el reparto de la teleserie “Mayberry RFD”, emisión en la que también aparecía su hermano Buddy. A principios de la década de los 70, debutó en la pantalla grande junto a Michael Douglas en la película “Napoleón y Samantha” (1972), film producido por la factoría Disney. Cuatro años después alcanzó la popularidad internacional al ser nominada a la estatuilla dorada en la categoría de mejor actriz secundaria por su papel de prostituta en “Taxi Driver” (1976), de Martin Scorsese, director con quien había colaborado previamente en la cinta “Alicia ya no vive aquí” (1974). En 1976, a las órdenes de Nicholas Gessner, protagonizó la película "The Little Girl Who Lives Down the Lane", adaptación de la novela del mismo título del escritor Laird Koeing.
Durante las siguientes décadas, sus interpretaciones de Sarah Tobias en "Acusados" (1988) y de Clarice Starling en "El silencio de los corderos" (1991) le convirtieron en una oscarizada estrella de Hollywood. Con anterioridad había sido nominada al Globo de Oro por “Viernes loco” (1977). En 1991 dirigió su primer proyecto, "El pequeño Tate" y posteriormente realizó “A casa por vacaciones” (1995) y “El castor” (2011), donde compartía créditos con el actor australiano Mel Gibson.
Otros títulos importantes de su carrera son “Nell” (1994), de Michael Apted, que le reportó sendas opciones al Oscar y al Globo de Oro, “Contact” (1997) de Robert Zemeckis, con una nominación al Globo de Oro, “Ana y el rey” (1999), una de las varias adaptaciones de los diarios de Anna Leonowens, en esta ocasión a las órdenes de Andy Tennant o “La habitación del pánico” (2002), intriga claustrofóbica a cargo de David Fincher.
Destacan también en su filmografía los thrillers "Plan oculto" (2006) de Spike Lee y "La extraña que hay en ti" (2007) de Neil Jordan. En la excelente comedia dramática "Un dios salvaje" (2011), de Roman Polanski, fue la esposa de John C. Reilly. Su última aparición en las salas de proyección tuvo lugar con “Elysium” (2013) de Neill Blomkamp.
Whoopi Goldberg nació en Nueva York el 13 de noviembre de 1955. Actriz, productora, guionista y presentadora de televisión estadounidense, debutó en el cine en 1982 con el film “Citizen”, pero saltó a la fama cuando en 1985 rodó a las órdenes de Steven Spielberg “El color púrpura”, por cuya interpretación recibió una nominación al Oscar.
Pese al claro contenido dramático de aquel papel, se consolidó después como cómica gracias a títulos como “Jumpin' Jack Flash” (1986), de Penny Marshall o “Ghost (Más allá del amor)” (1990), de Jerry Zucker, con la que sí ganó la estatuilla de Hollywood como mejor secundaria.
Posteriormente se encasilló más aún en la comedia con sus participaciones en “Sister Act (Una monja de cuidado)” (1992), de Emile Ardolino, “Made in America” (1993), de Richard Benjamin, “Sister Act 2: de vuelta al convento” (1993), de Bill Duke" y “Sólo ellas... los chicos a un lado” (1995), de Herbert Ross, aunque en 1999 abordó un perfil más dramático en “Inocencia interrumpida”, de James Mangold.
Ha compaginado su carrera cinematográfica con trabajos para la televisión, interviniendo en numerosas series y programas. Ha sido también presentadora de la ceremonia de entrega de los Oscar en cuatro ocasiones, llevando el ritmo de la gala en las grandes noches de “La lista de Schindler”, “Braveheart”, “Shakespeare in Love” y “Una mente maravillosa”.
Emma Stone nació en Arizona el 6 de noviembre de 1988. Actriz y cantante estadounidense, ha recibido numerosos premios, entre ellos, un Oscar, un BAFTA, un SAG, un Globo de Oro y una Copa Volpi.
Debutó en el cine en 2007 con el largometraje “Supersalidos”, junto a Jonah Hill. Sus trabajos iniciales tuvieron lugar en algunas comedias mediocres para adolescentes como “Una conejita en el campus” (2008) o “Los fantasmas de mis exnovias” (2009).
Su primer éxito de relevancia sucedió gracias a “Bienvenidos a Zombieland” (2009), donde compartió cartel con Jesse Eisenberg y Woody Harrelson. Le siguieron “Rumores y mentiras” (2010) y “Con derecho a roce” (2011).
Sin embargo, a partir de ese momento, comenzó a interpretar otros papeles más importantes y en títulos de mayor nivel.
Tras “Crazy, Stupid, Love” (2011), donde coincidiría con Ryan Gosling, protagonizó “Criadas y señoras” (2011), cinta que recibió cuatro nominaciones a los Oscar, incluyendo la de mejor película.
Intervino en dos de las versiones de Spiderman (“The Amazing Spider-Man” y “The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro”) y destacó en “Gangster Squad. Brigada de élite” (2013), de nuevo con Gosling.
Se puso dos veces a las órdenes de Woody Allen (“Magia a la luz de la luna” y “Irrational Man”), resultó candidata a la estatuilla de Hollywood por su papel en “Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)” y Cameron Crowe la dirigió en “Aloha” (2015).
En 2016 el film “La, La Land”, de Damien Chazelle, ganó siete Oscars y uno de ellos fue a parar a manos de la actriz, suponiendo un enorme triunfo mundial de crítica y público.
Últimamente ha intervenido en “La batalla de los sexos” (2017), “La favorita” (2018) y “Zombieland: Mata y remata” (2019).
La actriz estadounidense Lorraine Bracco nació en Nueva York el 2 de octubre de 1954. Ha sido candidata al Oscar,, al Globo de Oro y al Emmy, y ganadora del Premio del Sindicato de Actores.
Debutó en el cine con la comedia francesa “Duos sur canapé”
(1979), de Marc Camoletti y, posteriormente, se estrenó en la industria cinematográfica norteamericana con la cinta “El cazachicas” (1987), otra comedia protagonizada por Molly
Ringwald, Robert Downey Jr. y Dennis Hopper. Pero su primer papel importante le
llegó con la película “La sombra del testigo” (1987), a las órdenes de Ridley Scott.
En 1990 recibió una nominación a la estatuilla dorada de Hollywood por su actuación en “Uno
de los nuestros”, de Martin Scorsese. En esa década vivió su mejor etapa profesional, participando en “Los últimos días del Edén” (1992), de John McTiernan, "Ellas
también se deprimen" (1993), de Gus Van Sant o “Diario de un rebelde” (1995), de
Scott Kalvert.
Más adelante dio el salto a la pequeña pantalla, cosechando un gran éxito gracias a la serie “Los Soprano” (1999-2007), que le reportó dos galardones del Sindicato de
Actores.
Emma Suárez nació en Madrid el 25 de junio de 1964. Actriz española ganadora de tres premios Goya, inició su carrera cinematográfica en la adolescencia, al resultar elegida para protagonizar la película “Memorias de Leticia Valle” (1980), adaptación de una novela de Rosa Chacel.
En los años ochenta trabajó con José Luis Garci en “Sesión continua” (1984), con Carlos Suarez en “El jardín secreto” (1984), con José Luis Borau en “Tata mía” (1986) y con Isabel Coixet en “Demasiado viejo para morir joven” (1989).
Durante la década de los 90 se significó por sus colaboraciones con el director y guionista vasco Julio Medem, con quien filmó las cintas “Vacas” (1992), “La ardilla roja” (1993) y “Tierra” (1996). Por la segunda fue nominada al Goya como mejor actriz principal, galardón que obtuvo finalmente al dar vida a la condesa de Belflor en “El perro del hortelano” (1996), film realizado por la desaparecida cineasta Pilar Miró sobre una obra del escritor Lope de Vega.
Once años después Emma volvió a ser candidata al Goya por “Bajo las estrellas” (2007), de Félix Viscarret y figura también en su filmografía “La ciudad de los prodigios” (1999), de Mario Camus, basada en una novela de Eduardo Mendoza.
2016 fue especialmente prolífico prolífico en su trayectoria artística, ya que intervino en “Julieta”, de Pedro Almodóvar, “La próxima piel”, “Las furias" y “Falling”. Por la primera volvió a hacerse con el máximo galardón del cine español y, en la misma edición, ganó además el premio a la mejor actriz de reparto por “La próxima piel”, de Isaki Lacuesta.
Barbra Streisand nació en el barrio neoyorkino de Brooklyn el 24 de abril de 1942. Actriz, cantante, compositora, productora y directora estadounidense, tras una exitosa carrera musical durante los años sesenta debutó en la pantalla grande en 1968 con la película “Funny Girl”, que la convirtió también en intérprete de éxito, proporcionándole su primer Oscar.
Consolidó su carrera con las posteriores “Hello, Dolly!” (1969), “¿Qué me pasa, doctor?” (1972), “Tal como éramos” (1973) y “Ha nacido una estrella” (1976), que le valió su segunda estatuilla dorada, en esta ocasión como compositora, siendo la primera mujer en lograrlo en esta doble categoría.
Debutó como realizadora con “Yentl” (1983), alcanzando otro premio de Hollywood y cuatro nominaciones más. Repitió detrás de la cámara con “El príncipe de las mareas” (1991) y “El amor tiene dos caras” (1996).
En los últimos años ha interpretado algunas comedias, como “Los padres de él” (2004) y su secuela “Ahora los padres son ellos” (2010), o “Un desmadre de viaje” (2012).
Holly Hunter nació Georgia el 20 de marzo de 1958. Intérprete y productora estadounidense, debutó en el cine con un papel secundario en “La quema” (1981). Su compañera de piso en la “Gran Manzana” fue Frances McDormand y por mediación de ella logró conocer a los hermanos Coen, con quienes alcanzó la fama al protagonizar junto a Nicolas Cage la comedia “Arizona Baby” (1987).
Con la cinta “Al filo de la noticia” (1987) se consagró profesionalmente, siendo nominada al Oscar a la mejor actriz principal. Más tarde protagonizó “Always (Para siempre)”, de Steve Spielberg (1989) y, posteriormente, “Querido intruso”, (1991) de Lasse Hallström.
Volvió a optar a la estatuilla dorada de Hollywood por sus interpretaciones en “La tapadera” (1993) y “El piano” (1993), consiguiendo por ésta última el prestigioso galardón, además del Globo de Oro y la Concha de Oro del Festival de Cannes.
Otros títulos de su filmografía son “A casa por vacaciones” ,(1995) de Jodie Foster, “Una historia diferente” (1997), de Danny Boyle, “O Brother!” (2000), de nuevo con los hermanos Coen, “Thirteen” (2003), que le valió una nueva candidatura al Oscar, y “La gran enfermedad del amor” (2017).
Margarita Carmen Cansino Hayworth, más conocida por su nombre artístico de Rita Hayworth, nació en Nueva York el 17 de octubre de 1918 y falleció en esa misma ciudad el 14 de mayo de 1987.
Fue una de las actrices más emblemáticas de la década de los cuarenta. Su primer papel importante tuvo lugar en la película “Sólo los ángeles tienen alas” (1939), de Howard Hawks, junto a Cary Grant. Más tarde rodó una comedia junto a Brian Aherne, “Una dama en cuestión” (1940), de Charles Vidor.
Luego participó en “Sangre y arena”, de Rouben Mamoulian (1941), en compañía de Tyrone Power, e intervino también con Fred Astaire en dos comedias musicales de amplio eco popular: "Desde aquel beso" (1941), de Sidney Lamfield y "Bailando nace el amor" (1942), de William A. Seiter.
Otros títulos de la época fueron “Las modelos” (1944), de Charles Vidor, acompañada por Gene Kelly, “The Strawberry Blonde” (1941), de Raoul Walsh, con James Cagney y Olivia de Havilland, y “Mi mujer favorita” (1942), de Irving Cummings, compartiendo elenco con Victor Mature y Carole Landis.
No obstante, su espectacular éxito y fama se consolidó gracias a “Gilda” (1946), de Charles Vidor, uno de las grandes largometrajes del cine negro, donde formaba pareja con Glenn Ford. Posteriormente intervino en “La dama de Shanghai” (1947), dirigida por su esposo Orson Welles.
Completan su filmografía cintas como “Salomé” (1953), de William Dieterle, recreando la conocida historia bíblica (con Stewart Granger y Charles Laughton), “La bella del Pacífico” (1953), de Curtis Bernhardt, “Pal Joey” (1957), de George Sidney, “Fuego escondido” (1957), de Robert Parrish, junto a Robert Mitchum y Jack Lemmon, y “Mesas separadas” (1958), de Delbert Mann, acompañando a Burt Lancaster, Deborah Kerr, Wendy Hiller y David Niven.
Janet Leigh nació en el estado norteamericano de California el 6 de julio de 1927, donde también falleció el 3 de octubre de 2004. Siempre será recordada por su inolvidable papel de Marion Crane en la película "Psicosis" de Alfred Hitchcock, que le reportó un Globo de Oro y una nominación al Oscar de Hollywood como mejor actriz secundaria, que finalmente fue a parar a manos de Shirley Jones por "El fuego y la palabra".
Algunos de sus títulos más importantes fueron “Mujercitas” (1949), cinta de Mervyn LeRoy basada en el clásico literario de Louise May Alcott, en la que Leigh interpretó el personaje de Meg; “Scaramouche” (1952), film de aventuras de George Sidney, que adaptó una novela de Rafael Sabatini, y en el que coincidió con Stewart Granger; “El gran Houdini” (1953), largometraje en el que trabajó por primera vez con quien sería su futuro marido, Tony Curtis; “Colorado Jim” (1953), western de Anthony Mann, con James Stewart en el reparto; “El príncipe valiente” (1954), de Henry Hathaway; “Mi hermana Elena” (1955), de Richard Quine; “Sed de mal” (1958), de Orson Welles, dando vida a la esposa de Charlton Heston; “Los vikingos” (1958), un historia épica de Richard Fleischer; “El mensajero del miedo” (1962), de John Frankenheimer” y “Harper, investigador privado” (1966), thriller realizado por Jack Smight y coprotagonizado por Paul Newman.
A veces es sorprendente cómo un cambio de género cinematográfico determina un notable avance en la capacidad de un director a la hora de narrar una historia. Reconozco que nunca me ha gustado Paul Feig, sobre todo por lo que se refiere a sus trabajos para la gran pantalla. Le asocio a un tipo de humor simplón, hueco, caduco y vulgar que termina por producirme un rechazo casi visceral. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran “Espías”, con la agotadora Melissa McCarthy, la reciente versión “femenina” de “Cazafantasmas” (de nuevo con la irritante Melissa McCarthy) o “Cuerpos especiales” (sí, sí, otra vez con una exasperante McCarthy). Todas ellas son muestras de un estilo de comicidad incapaz de provocarme siquiera una tímida sonrisa. Si acaso, una mueca de desaprobación que permanece en mi rostro hasta degenerar en un rictus que me abandona únicamente al finalizar la proyección.
Sin embargo, Feig cambia ahora por completo de registro, se libera de las cadenas impuestas por unos chistes de dudosa eficacia y se introduce de lleno en el terreno de un pseudo thriller. Solo cabía mejorar y, por eso mismo, mejora. No obstante, mucho cuidado con ver el vaso medio lleno, puesto que este salto de calidad es producto de los paupérrimos registros que arrastraba tras sus últimas apuestas. “Un pequeño favor” transita con cierta soltura por la intriga prefabricada y logra, a base de anzuelos estéticos, mantener el interés. Ni la trama, ni los personajes, ni la narración ofrecen nada cinematográficamente destacado pero, si el espectador pone algo de su parte, termina por entretener, como lo suele hacer la embriagante artificialidad de la belleza excesiva, el lujo estridente o la sensualidad forzada.
Una joven y moderna madre bloguera de una ciudad pequeña comprueba cómo su mundo cambia repentinamente cuando su mejor amiga, una bella y sofisticada antítesis de su persona, desaparece repentinamente.
Nos situamos ante una película pequeña, a juego con el título del propio filme, si bien no se le puede negar su efectividad para amenizar de forma distendida y discontinua las algo menos de dos horas de duración. Por suerte, sus dos protagonistas femeninas poseen suficientes recursos para, cada una en su papel, cargar sobre sus espaldas buena parte del peso del largometraje y sacarlo adelante. De hecho, ambas aportan más energía que el propio guion. Con algún trompicón de por medio, la cinta culmina el propósito de agradar a un devorador de palomitas medio. Incluso ofrece con bastante más acierto que en todas sus anteriores comedias juntas un mayor nivel cómico.
Así las cosas, los dos pilares más férreos de “Un pequeño favor” son, sin duda, Anna Kendrick y Blake Lively. La primera cuenta en su filmografía con alguna comedia sobresaliente como “Up in the Air” que, además de suponerle una nominación al Oscar como mejor actriz secundaria, le curtió para abordar otros papeles propicios para la diversión. Se trata de una intérprete hábil y con recursos, capaz de dotar de un toque irónico la secuencia más sosa. A poco que acierte con la elección de sus próximos proyectos, le auguro un futuro profesional con el que hará disfrutar al público. En cuanto a Blake Lively, apenas tiene que esforzarse para apabullar visualmente a la cámara. Como si de una extensión algo evolucionada de su personaje de la serie de televisión “Gossip Girl” se tratara, cumple sobradamente su misión apoyada en su indiscutible atractivo físico. También ha dado muestras de versatilidad, efectividad y talento en trabajos como “El secreto de Adaline”, “Café Society” y “The Town: Ciudad de ladrones”, títulos muy diferentes entre sí pero con una calidad y un interés suficientes para ser visionados. El resto del reparto transita de forma anodina, al no tener la oportunidad de eludir las ataduras de un guion carente de posibilidades para su lucimiento.
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Datos del filme
Título original: A Simple Favor
Año: 2018
Duración: 117 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Paul Feig
Guion: Paul Feig, Jessica Sharzer (Novela: Darcey Bell)
Música: Theodore Shapiro
Fotografía: John Schwartzman
Reparto: Blake Lively, Anna Kendrick, Henry Golding, Glenda Braganza, Dyanne Ramsay
La actriz estadounidense Linda Hamilton nació en Maryland el 26 de septiembre de 1956 y, prácticamente desde sus inicios, logró el éxito gracias al papel por el que se le recuerda hasta la actualidad: el personaje de Sarah Connor en la película “Terminator” (1984), de James Cameron.
Repetiría con el director en 1991 en su segunda parte, “Terminator 2”, obteniendo un gran resultado de taquilla a nivel mundial.
Ese mismo año participó en “Los chicos del maíz”, de Fritz Kiersch y posteriormente intervino en otras cintas menores, como “Luna negra” (1986), junto a Tommy Lee Jones y “King Kong 2” (1986), realizada por John Guillermin.
Todavía en la década de los noventa actuó en “Un testigo en silencio” (1994), de Bruce Beresford y en “Conspiración en la sombra” (1997), de George P. Cosmatos.
Actualmente se encuentra rodando en compañía de Arnold Schwarzenegger una nueva entrega de “Terminator”, en esta ocasión a las órdenes de Tim Miller,.
Debra Winger nació en Cleveland (Ohio) el 16 de mayo de 1955. Actriz estadounidense nominada en tres ocasiones al Oscar, abandonó el colegio a los dieciséis años y se marchó con su familia a Israel, donde vivió durante un tiempo en un kibbutz. Fue enrolada en las fuerzas de defensa del citado país, lo que marcó su carácter. Ya de vuelta a los Estados Unidos, sufrió un grave accidente automovilístico que la dejó semiparalítica y con pérdida de visión, lo que la obligó a guardar cama durante diez meses. Estudió Criminología y Sociología, aunque al final abandonó dichos estudios.
Debutó en el cine en 1976 con la cinta “Slumber Party '57”, de William A. Levey. Tras su aparición en algunas series de televisión como “La mujer maravilla” y “La mujer policía”, estrenó “¡Por fin, ya es viernes!” (1978), de Robert Klane.
En la década de los ochenta comenzó a despuntar en la pantalla grande, con su participación en “Cowboy de ciudad” (1980), junto a John Travolta y con un cameo no acreditado en “E.T. El extraterrestre”, de Steven Spielberg.
Su gran éxito llegaría en 1982 con “Oficial y Caballero”, película de Taylor Hackford en la que formó pareja con Richard Gere. Por su papel recibió la primera nominación a la estatuilla dorada. En 1983 estrenó “La fuerza del cariño”, de James L. Brooks, que le proporcionó su segunda candidatura. De esa misma etapa son sus actuaciones en “Peligrosamente juntos” (1986), cinta de Ivan Reitman en la que estaba acompañada por Robert Redford y “El caso de la viuda negra” (1987), de Bob Rafelson.
Ya en los 90 intervino en “El cielo protector” (1990), de Bernardo Bertolucci, dando la réplica a John Malkovich, “Tierras de penumbra” (1993), de Richard Attenborough, compartiendo cartel con Anthony Hopkins (en la que fue su tercera candidatura al premio de la Academia de Hollywood), y “Olvídate de París” (1995), de Billy Cristal. Poco a poco fue alejándose del mundo del cine. Una de sus últimas apariciones tuvo lugar en “La boda de Rachel” (2008), de Jonathan Demme.
Jennifer Garner nació en la ciudad tejana de Houston el 17 de abril de 1972. Actriz y productora de cine y televisión, conocida principalmente por su papel de agente de la CIA Sydney Bristow en la serie "Alias" (emitida por la cadena estadounidense ABC), ganó un Globo de Oro a la mejor interpretación femenina gracias a este personaje.
Debutó en la pantalla grande con la película “Cosecha de fuego” (1996). Más tarde, trabajó a las órdenes de Woody Allen en “Desmontando a Harry” (1997) y participó en otros títulos de notable resonancia comercial, como la comedia “Colega, ¿dónde está mi coche?” (2000), la superproducción bélica ambientada en la Segunda Guerra Mundial “Pearl Harbor” (2001), la también humorística “Atrápame si puedes” (2002), de Steven Spielberg y la adaptación del cómic “Daredevil” (2003), dirigida por Mark Steven Johnson.
Otros títulos que integran su filmografía son “Elektra” (2005), “El sueño de mi vida” (2004), “Las vueltas de la vida” (2006), “La sombra del reino” (2007) o “Juno” (2007). En la cinta “Los fantasmas de mis ex novias” (2009) formó pareja artística con Matthew McConaughey, con quien volvió a coincidir en “Dallas Buyers Club” (2013), film que trata el fenómeno del sida durante la década de los 80.
Dianne Wiest nació en Kansas City el 28 de marzo de 1948. Actriz ganadora de dos Oscar, entre otros muchos premios, debutó en el cine con “Ahora me toca a mí” (1980), comedia romántica protagonizada por Michael Douglas y Jill Clayburgh. Cuatro años después intervino al lado de Kevin Bacon en el musical “Footloose” y en 1985 coincidió por primera vez con Woody Allen en “La rosa púrpura de El Cairo”.
Con Allen también compartió créditos en “Hannah y sus hermanas” (1986), “Días de radio” (1987), “Septiembre” (1987) y “Balas sobre Broadway” (1994). Por esta última y por la ya citada “Hannah y sus hermanas”, Wiest consiguió sendas estatuillas doradas y fue asimismo candidata por su interpretación en “Dulce hogar… a veces”.
En la década de los noventa destacó por sus intervenciones en la cinta de Tim Burton “Eduardo Manostijeras” (1990) y en la de Jodie Foster "El pequeño Tate" (1991).
Desde entonces su carrera artística ha resultado bastante irregular. Participó en "Una jaula de grillos" (1996) y "El hombre que susurraba a los caballos" (1998). Fue vecina de Sean Penn en “Yo soy Sam” (2001) y acompañó a Steve Carell en “Como la vida misma” (2007). En “Passengers” (2008), a las órdenes de Rodrigo García, trabajó junto a Anne Hathaway y en “El gran año” (2011) dio vida a la madre de Jack Black.