martes, 30 de octubre de 2012

BURT LANCASTER

El actor estadounidense Burt Lancaster nació en Nueva York el 2 de noviembre de 1913 y falleció en Los Ángeles el 20 de octubre de 1994. Ganador de un Oscar y nominado en otras tres ocasiones, su prestigio interpretativo se acrecentó a partir de su participación en el cine europeo y muy especialmente por sus colaboraciones con el director italiano Luchino Visconti. De joven aprovechó su excepcional forma física para unirse al circo en el que trabajaba su gran amigo Nick Cravat y triunfó como trapecista, aprendiendo los números acrobáticos que después le vendrían tan bien para las secuencias de acción de algunas de sus películas. Allí se enamoró de su compañera June Ernst, quien más tarde se convertiría en su primera esposa. Aunque la Segunda Guerra Mundial provocó un paréntesis en su carrera, en el ejército se aficionó a la interpretación, actuando en funciones destinadas a subir la moral de sus compañeros. Cuando acabó la contienda, decidió dedicarse plenamente al Séptimo Arte.

Tras el conflicto bélico, Lancaster logró debutar en la pantalla grande protagonizando "Forajidos" (1946), una obra maestra del cine negro dirigida por Robert Siodmak y coprotagonizada por Ava Gardner. El mismo año de su debut se divorció de su esposa y se casó por segunda vez con la actriz Norma Anderson. Antes de finalizar la década de los cuarenta, el actor intervino en cintas como "Fuerza bruta" (1947) de Jules Dassin, "All My Sons" (1948) de Irving Reis, "Voces de muerte" (1948) de Anatole Litvak, "El abrazo de la muerte" (1949) también de  Robert Siodmak o "Soga de arena" (1949) de William Dieterle.

Los años cincuenta consagraron a Burt Lancaster como una de las principales figuras de Hollywood gracias a títulos como "El halcón y la flecha" (1950) de Jacques Tourneur, "Come back, little Sheba" (1952) de Daniel Mann, "El temible burlón" (1953) de nuevo con Siodmak, "De aquí a la eternidad" (1953) de Fred Zinnemann, "Apache" y "Veracruz" ambas de Robert Aldrich, "La rosa tatuada" (1955) otra vez de Mann, "El farsante" (1956) de Joseph Anthony, "Trapecio" (1956) de Carol Reed, "Duelo de titanes" (1957) de John Sturges, "Chantaje en Broadway" (1957) de Alexander Mackendrick, "Torpedo" (1958) de Robert Wise, "Mesas separadas" (1958) de Delbert Mann o "El discípulo del diablo" (1959) de Guy Hamilton. Asimismo se atrevió con la dirección de "El hombre de Kentucky" (1955), repitiendo dos décadas después con "El hombre de la medianoche" (1974). Al margen de su doble faceta como intérprete y realizador, triunfó como productor, sobre todo con "Marty" (1955), un drama dirigido por Delmer Daves y protagonizado por Ernest Borgnine, que recibió la estatuilla de Hollywood al mejor actor principal por dicha interpretación.

Por su parte, Lancaster obtuvo el Oscar gracias a su papel en "El fuego y la palabra" (1960) de Richard Brooks, donde daba vida de manera sublime a un falso evangelista que, bajo la apariencia del altruismo y de la generosidad y con la bendición de la religión, manipulaba -no sin un cierto regocijo por medio del mítico chantaje de la idea del infierno- a unas masas crédulas y traumatizadas.Con "¿Vencedores o vencidos?" (1961) de Stanley Kramer inició una serie de interpretaciones humanitarias y tiernas. Le siguió su alentador trabajo en "El hombre de Alcatraz" (1962) de John Frankenheimer, una interesante reconstrucción de la reconversión de un criminal en ornitólogo de prestigio. Terminó con "Ángeles sin paraíso" (1963), un conmovedor largometraje de John Cassavetes acerca de los niños que presentan problemas para relacionarse con los demás.

Ese mismo año se fue a Italia para ponerse a las órdenes de Visconti e interpretar al príncipe don Fabrizio Salina en "El Gatopardo" (1963), verdadero clásico del cine histórico y político. Repitió de forma espléndida con el mismo realizador once años después en "Confidencias" (1974), donde se reencarnó en un profesor envejecido, amante de la literatura y la pintura y que siente la llegada de la muerte. Participaría aún en otro título mítico de la cinematografía italiana, esta vez obra de Bernardo Bertolucci -"Novecento" (1976)- y que, como "El Gatopardo" y "Confidencias", fue un fracaso en taquilla.

En la etapa final de su carrera intervino en excelentes films como "Atlantic City" (1980) de Louis Malle, que le proporcionó su última nominación al Oscar, o el británico "Un tipo genial" (1983) dirigido por Bill Forsyth. Finalizó su labor profesional con "Campo de sueños” (1989) y con una versión de “El fantasma de la Ópera” (1990). Aquejado de problemas de salud, el actor finalmente se vio obligado a retirarse.


A continuación, dos de sus películas más célebres:


EL FUEGO Y LA PALABRA





EL TEMIBLE BURLÓN




viernes, 26 de octubre de 2012

LOOPER

Da que pensar que todas las visiones que sobre el futuro ofrecen las películas de ciencia ficción sean tan pesimistas y presenten un planeta asolado por la pobreza y la violencia, bien sea como consecuencia de las catástrofes naturales, bien sea por culpa de la propia raza humana que, desde luego, se las pinta sola para auto colocarse al borde la superpoblación o para repetir y hasta acrecentar sus errores. Abundando en esta idea, parece ser que los artistas en general y los cineastas en particular no albergan demasiadas esperanzas en que las cosas mejoren. Así, la agorera recreación futurista de “Looper” transcurre entre los años 2042 y 2072 y traslada al espectador a una realidad no demasiado alejada de la actual. Su realizador, el norteamericano Rian Johnson, debutó detrás de las cámaras en 2005 con un innovador thriller titulado “Brick” que le reportó varios premios en los festivales de Sundance y Sitges y otros galardones otorgados por diversas asociaciones de críticos especializados, a pesar de que en España pasó desapercibido. En cualquier caso, el debut de Johnson presagiaba un buen futuro y con la cinta que ahora estrena vuelve a demostrar que no se limita a seguir la corriente. Su voluntad de ser creativo es evidente y, tal y como están las cosas, debe ser muy elogiado por ello.

 “Looper” posee varios puntos fuertes. En primer lugar, la trama es interesante y el nivel de acción se mantiene aceptablemente durante todo el metraje, aunque flojea en algunos momentos de la proyección. Gira en torno a una historia compleja y original que, en mi opinión, podría haber dado más jugo pero que, aun así, da como resultado un digno producto final. Siguiendo las reglas del género al que pertenece, coquetea con el cine de acción e, incluso, con el de terror. De hecho, desde “La profecía” (1976) ningún niño se había encargado de una recreación del mal de forma más certera y agobiante. 
 
No obstante, la cinta presenta algunas carencias. La dirección artística resulta algo pobre comparada con la media de la actual industria norteamericana para un largometraje de estas características, donde debe destacar el impacto visual futurista. Me temo que ha sido su modesto presupuesto lo que ha impedido potenciar este aspecto. Asimismo, falta cierta precisión en el guion y en la dirección de las escenas de mayor intensidad, tanto desde el punto de vista dramático como de acción. También el montaje de determinadas secuencias desentona un tanto con el clímax alcanzado en la propia historia.

En definitiva, se trata de pequeños detalles que no impiden que el resultado final merezca ser visto por los amantes del género, pese a que no estemos hablando de un título a la altura del Olimpo de la ciencia ficción, como por ejemplo “Blade Runner”. Ni los viajes en el tiempo ni la telequinesis son platos de fácil digestión para todos los estómagos pero quienes gusten de estas temáticas verán cubiertas sus expectativas con solvencia. 

Dentro del equipo artístico destaca Joseph Gordon-Levitt, irreconocible debido al maquillaje y las prótesis que luce para ofrecer la versión juvenil de Bruce Willis. Este actor californiano, en cuya filmografía figuran propuestas tan interesantes como “500 días juntos”, “Origen” o “El caballero oscuro: la leyenda renace”, volverá al primer plano de la actualidad cinematográfica con el estreno inmediato de la última película de Steven Spielberg sobre la figura del histórico presidente estadounidense Abraham Lincoln. Además del ya citado Bruce Willis, también figuran rostros de sobra conocidos para los cinéfilos, como Emily Blunt, Paul Dano o Jeff Daniels, aunque -sobre todo, en el caso de los dos últimos- ofreciendo unos registros interpretativos muy inferiores a lo que cabe esperar de ellos.

Trailer en castellano:

Trailer en versión original:

Datos del film

Película: Looper.
Dirección y guion: Rian Johnson.
País: USA. Año: 2012. Duración: 119 min. Género: Acción, ciencia-ficción, thriller.
Interpretación: Bruce Willis (Joe adulto), Joseph Gordon-Levitt (Joe joven), Emily Blunt (Sara), Paul Dano (Seth), Piper Perabo (Suzie), Jeff Daniels (Abe), Noah Segan (Kid Blue), Garrett Dillahunt (Jesse), Qing Xu (mujer de Joe adulto), Tracie Thoms (Beatrix).
Producción: Ram Bergman y James D. Stern.
Música: Nathan Johnson.
Fotografía: Steve Yedlin.
Montaje: Bob Ducsay.
Diseño de producción: Ed Verreaux.
Vestuario: Sharen Davis.

martes, 23 de octubre de 2012

JULIA ROBERTS

Julia Fiona Roberts nació el 28 de octubre de 1967 en Georgia. Es una intérprete estadounidense de cine y televisión, ganadora del Oscar a la mejor actriz y de tres Globos de Oro en las categorías de drama, comedia y actriz de reparto, además de un BAFTA y un premio del Sindicato de Actores.Tiene dos hermanos mayores, Eric (nacido en 1956) y Lisa (nacida en 1965), quienes también se dedican a la interpretación.

El deseo de Julia en su infancia era convertirse en veterinaria. Estudió su instrucción primaria en la Fitzhugh Elementary School de Smyrna. Posteriormente acudió al Griffin Middle School y al Campbell High School. En el año 1985, con la intención de emular la carrera en Hollywood de su hermano Eric, abandonó su deseo de estudiar Veterinaria y se trasladó con Lisa a Nueva York para acudir a clases de interpretación y donde también trabajó como modelo.

Después de aparecer en algunos episodios de series televisivas como “Corrupción en Miami” debutó en el cine en la comedia “Firehouse” (1987) pero sin figurar en los títulos de crédito. Por aquella época inició una relación sentimental con Liam Neeson. Un año después se reveló como actriz en “Mystic Pizza” (1988), una comedia romántica dirigida por Donald Petrie, y confirmó su talento interpretativo con “Magnolias de acero” (1989), film de Herbert Ross por el que logró el Globo de Oro y una nominación a la estatuilla a mejor actriz secundaria, que finalmente recayó en la irlandesa Brenda Fricker gracias a su papel en  “Mi Pie Izquierdo”.

La fama a nivel mundial le llegó a través de su personaje de “Pretty Woman” (1990), largometraje coprotagonizado por Richard Gere. Recibió otro Globo de Oro, en esta ocasión como mejor actriz principal y volvió a ser nominada al Oscar, llevándoselo Kathy Bates por “Misery”.

En los noventa confirmó su condición de estrella, convirtiéndose en la nueva novia de América. Entre sus películas más conocidas de ese período se encuentran “Hook” (1991) de Steven Spielberg, “Durmiendo con su enemigo” (1991) de Joseph Ruben, “Elegir un amor” (1991) de Joel Schumacher, “El Informe Pelícano” (1993) de Alan J. Pakula, “Mary Reilly” (1996) de Stephen Frears, “Michael Collins” (1996) de Neil Jordan, “Todos dicen I Love You” (1996) de Woody Allen, “La Boda de mi mejor amigo” (1997) de P. J. Hogan, o “Notting Hill” (1999), comedia romántica dirigida por Roger Michell y coprotagonizada por el británico Hugh Grant. Por sus interpretaciones en “La Boda de mi mejor amigo” (1997) y “Notting Hill” (1999) recibió sendas nominaciones a los Globos de Oro. Al finalizar la década volvió a compartir cartel con Richard Gere a las órdenes de Garry Marshall en “Novia a la fuga” (1999).

La entrada en el nuevo milenio se llevó a cabo con el rodaje de “Erin Brockovich” (2000), drama basado en una historia real que le valió tanto el Globo de Oro como el Oscar a la mejor actriz principal. En 2001 filmó junto a Brad Pitt “The Mexican” y en dicho rodaje se enamoró del cámara Danny Moder, rompiendo de inmediato su relación con el actor Benjamin Bratt. La pareja contrajo matrimonio en julio del año 2002. De esa época son "La guerra de Charlie Wilson" (2007) junto a Tom Hanks y "Duplicity" (2009) junto a Clive Owen. Sus últimos trabajos son "Come, reza, ama" (2010) -sobre un libro de Elizabeth Gilbert- y los más fallidos "Larry Towne" (2011), de nuevo junto a Hanks y una versión de "Blancanieves" en la que interpretaba a la malvada del cuento.

A continuación, algunas de sus películas:

PRETTY WOMAN (Película íntegra en versión original)





EL INFORME PELÍCANO




viernes, 19 de octubre de 2012

LO IMPOSIBLE (The Impossible)

El denominado “cine de catástrofes” siempre ha sido un subgénero dentro del cine de acción. En cualquiera de sus vertientes, ya sea por fenómenos de la naturaleza (“Terremoto”, “Volcano”, “El día de mañana”, “Cuando ruge la marabunta”), por circunstancias externas al planeta Tierra (“Armaggedon”, “Deep Impact”), por accidentes fortuitos (“El coloso en llamas”, “Titanic”) o por enfermedades diversas (“Estallido”, “28 días después”), los títulos asociados a estas temáticas siempre se habían rodado según las reglas propias del citado cine de acción. Sin embargo, Juan Antonio Bayona reinventa el género filmando un drama que se aleja radicalmente de todo lo rodado hasta la fecha. Porque “Lo imposible” es esencialmente un drama y, además, marcado por unas condiciones muy precarias. Cuenta la historia real de una familia española que vivió en primera persona el devastador tsunami que tuvo lugar en Indonesia en diciembre de 2004. Con un guion donde los diálogos escasean y las tramas complejas brillan por su ausencia, los protagonistas de la tragedia conectan con el público gracias a la más básica de las aspiraciones humanas: la supervivencia. Y solo con estas premisas el realizador español saca todo el jugo a la historia y ofrece un largometraje emotivo, desgarrador e impactante.

He leído varias críticas en las que se acusa al film de ser demasiado sensiblero y de aprovecharse de la empatía que nace de situaciones límite como la que reflejan sus imágenes. Y, después de leerlas, no he podido evitar acordarme de una frase mítica de “Apocalypse Now” de Francis Ford Coppola dicha por el actor Martin Sheen: "Juzgar a alguien por asesinato en esta guerra sería como poner multas de velocidad en la carrera de Indianapolis". Pues aquí ocurre exactamente lo mismo. Juzgar a Bayona de sensiblero al rodar las desventuras de una familia que sobrevivió a semejante calamidad es un gran ejercicio de cinismo, sobre todo teniendo en cuenta su decisión de lanzarse en los brazos del drama en detrimento de la acción. En otras palabras, no le quedaba otra salida.

“Lo imposible” cuenta con varios puntos destacados. Una calidad técnica innegable, espectaculares efectos especiales al servicio de la narración y una enorme capacidad de emocionar. Es verdad que, al centrarse en una carrera sin tregua para sobrevivir y reencontrar a los miembros perdidos de la familia, resulta un tanto repetitiva, angustiosa y, en ocasiones, excesivamente trágica. La dureza de las situaciones, la muestra del sufrimiento y el reflejo de la devastación se hacen todavía más indigestos al cebarse sobre niños muy pequeños. El realizador se adentra en terrenos pantanosos al jugar con los sentimientos más primarios del ser humano a sabiendas de que, por ser tan universales, conectará fácilmente con el público. Pero con esa opción también se arriesga a ser acusado de elegir el camino fácil, de recurrir a los instintos más básicos y de llegar al final feliz sin crear nada de cine durante el trayecto. Porque, en realidad, se podría afirmar que el cineasta catalán nos brinda lo que se denomina docudrama, una alternativa que, por definición, se aleja de los parámetros del cine creativo.

No obstante, yo creo que, al margen de sus hándicaps e impedimentos, ha llevado a buen puerto una cinta recomendable, aunque más por razones educativas que cinematográficas. Se trata de una de esas producciones que te abre los ojos, te enseña, te revuelve, te hace pensar. Y todo ello con un rigor técnico que, hasta hace pocos años, creíamos al alcance tan solo de la industria norteamericana. No figurará entre mis favoritas pero sí aconsejo verla.

El reparto está encabezado por la excelente actriz británica Naomi Watts, cuya especial habilidad para el drama ya quedó patente tanto en 21 gramos como en Promesas del Este. Sobresale igualmente el joven Tom Holland que, en su debut profesional, demuestra unos recursos asombrosos interpretando al hijo mayor del matrimonio. El resto del elenco aparece más desdibujado y limitado por este drama que, al igual que la ola gigante, arrasa con todo.

Trailer especial en castellano (más de seis minutos de duración):


Trailer en versión original:


Datos del film:
Película: Lo imposible. Título original: The impossible.
Dirección: J.A. Bayona.
Países: España.
Año: 2012. Duración: 107 min. Género: Drama.
Interpretación: Naomi Watts (María), Ewan McGregor (Henry), Tom Holland (Lucas), Samuel Joslin (Thomas), Oaklee Pendergast (Simon), Marta Etura (Simone), Sönke Möhring (Karl), Geraldine Chaplin (mujer mayor).
Guion: Sergio S. Sánchez, basado en un argumento de María Belón.
Producción: Belén Atienza, Álvaro Augustín, Enrique López Lavigne y Ghislain Barrois.
Música: Fernando Velázquez.
Fotografía: Óscar Faura.
Montaje: Elena Ruiz y Bernat Vilaplana.
Diseño de producción: Eugenio Caballero.
Vestuario: Sparka Lee Hall, Anna Bingemann y María Reyes.

miércoles, 17 de octubre de 2012

MONTGOMERY CLIFT

Edward Montgomery Clift nació en Omaha, Nebraska, Estados Unidos, el 17 de octubre de 1920. Falleció en Nueva York en el año 1966. Era hijo de William Brooks Clift, un banquero proveniente del sur, y de Ethel Fogg. Con catorce años debutó en un teatro de Broadway con la obra “Fly Aways Home”. Participó también en un montaje de Elia Kazan titulado "La piel de nuestros dientes" y fue convirtiéndose poco a poco en una celebridad teatral en Nueva York, ciudad donde siempre residió.

Su debut en el cine tuvo lugar con el largometraje "Río Rojo" (1948), western de Howard Hawks que coprotagonizaba John Wayne. También intervino en "Los ángeles perdidos" (1948) de Fred Zinneman, drama post-bélico con el que logró su primera nominación al Oscar, yendo a parar el galardón a manos de Laurence Olivier gracias a su interpretación en "Hamlet". “Los ángeles perdidos” fue la primera película estrenada por Clift ya que, a pesar de rodar “Río Rojo” con anterioridad, diversos problemas de la productora retrasaron el estreno del film del oeste. En esa misma década estrenó "La heredera" (1949), cinta dirigida por William Wyler que con la que nuevamente obtuvo un gran éxito y que le consagró definitivamente.

Pero en los inicios de los cincuenta las enfermedades empezaron a mermar su siempre frágil salud y el actor comenzó un largo y doloroso idilio con el alcohol y las pastillas. En 1951 conoció a Liz Taylor en “Un lugar en el sol” (1951), de George Stevens. La actriz se convirtió en su mejor y más fiel amiga, siempre comprensiva con su carácter inestable. Volvió a triunfar cuando Hitchcocok le requirió para dar vida al acosado sacerdote de “Yo confieso” (1953) pero, tras rodar aquel mismo año con Vittorio de Sica "Estación Termini" y con Fred Zinnemann "De aquí a la eternidad", Montgomery Clift sufrió un accidente de automóvil del que jamás se recuperaría del todo. Su rostro quedó desfigurado y, aunque tras varias operaciones de cirugía volvió al trabajo, las drogas y el alcohol se hicieron ya dueños de su vida. Rodó otras obras sobresalientes, como "De repente, el último verano" (1959), a las órdenes de Joseph L. Mankiewicz, donde interpretó a un cirujano compartiendo reparto con Elizabeth Taylor y Katharine Hepburn.

La década de los sesenta comenzó de manera positiva, interviniendo en una serie de títulos muy meritorios como "Río salvaje" (1960) de Elia Kazan, "Vencedores o vencidos" (1961) de Stanely Kramer -con el que consiguió su última nominación al Oscar, esta vez como actor secundario, y que fue a parar a manos de George Chakiris por su papel en "West Side Story"-, "Vidas rebeldes" (1961) de John Huston y "Freud, pasión secreta" (1962)  biopic sobre el psiquiatra Sigmund Freud de nuevo a las órdenes de Huston. Poco a poco, Montgomery Clift se fue alejando de la gran pantalla, siendo "El desertor" (1966) de Raoul Levy uno de sus últimos proyectos. Cuando estaba decidido a participar en "Reflejos en un ojo dorado" fue encontrado muerto. Falleció a causa de un ataque al corazón el día 23 de julio de 1966. Tenía tan solo 45 años.

Algunas escenas de sus películas:

UN LUGAR EN EL SOL:





LA HEREDERA (Película completa)





viernes, 12 de octubre de 2012

EL FRAUDE (Arbitrage)

Ya decía Platón en uno de sus Diálogos que “nadie aplica la moral mientras sueña”, la cual solo es tenida en consideración ante la realidad pura y dura. Quizá por eso el denominado “sueño americano” ha sido representado tantas veces en la gran pantalla como una concatenación de triquiñuelas, trampas y hasta delitos que conducen a un éxito económico y profesional a costa de abandonar en el camino los principios y virtudes clásicos. Aquí, bajo la apariencia de mero cine comercial y de entretenimiento, asistimos a un caso práctico de explicación de la ética más convencional muy apto para jóvenes que se inicien en el estudio de la filosofía y, en general, para aquellas personas a las que les guste observar a seres humanos en la tesitura de tomar decisiones bien morales o bien amorales. Lo bueno es que, con independencia de su moraleja, el film es correcto, entretiene y está bien interpretado, resultando por tanto recomendable para los amantes del thriller.
   
El realizador norteamericano Nicholas Jarecki, a sus apenas treinta y tres años, ha sacado adelante con solvencia este proyecto de cierta envergadura, sobre todo si se tiene en cuenta el reparto que tenía a sus órdenes. El género del thriller exige un elevado nivel de intriga, un ritmo narrativo ágil y una trama interesante y en cada uno de dichos campos Jarecki logra su objetivo. Sin tratarse de una obra maestra, se une a la lista de largometrajes que se ven con agrado y cuya visión puede repetirse una vez más cuando se emita por televisión dentro de unos meses. Habida cuenta su condición de debutante, el director de la cinta solo merece reconocimiento, sin perjuicio de que, a partir de ahora, haya que exigirle que progrese y que siga subiendo peldaños profesionales con sus próximos trabajos.
“El fraude” cuenta la historia de un magnate de enorme éxito empresarial y familiar pero que, en realidad, se encuentra en la cuerda floja tratando de vender a un gran banco su imperio económico antes de que salgan a la luz algunas de las prácticas fraudulentas de las que se ha servido para alcanzar tal posición. A lo anterior se suma una aventura extramatrimonial que, debido a un fatal accidente de automóvil, complicará la existencia del protagonista hasta unos niveles que nunca llegó a sospechar y que le obligarán a tomar una serie de decisiones que le marcarán para siempre. La conclusión que se deriva es que, por regla general, ese concepto de éxito asociado a la riqueza acarrea multitud de problemas acordes al patrimonio acumulado. Como decía Emily Dickinson “el éxito les parece lo más dulce a aquellos que no lo alcanzaron”.
El actor protagonista, Richard Gere, desempeña su papel con acierto. Pese a no tener en su haber ninguna actuación memorable (por ejemplo, nunca ha sido nominado al Oscar) sí posee una presencia que le ha supuesto un prestigio que va más allá de su atractivo físico. Títulos como “Oficial y Caballero”, “Pretty Woman”, “Chicago” o “Cotton Club” le han hecho merecedor de ocupar un lugar en el Olimpo de las estrellas con gancho. Susan Sarandon, con una participación más secundaria, interpreta a su esposa y solventa la labor con su habitual profesionalidad. Esta sobresaliente actriz pasará a la historia del Séptimo Arte gracias a su magnífica interpretación en la inolvidable “Thelma & Louise”. Completan el reparto Tim Roth y Laetitia Casta, modelo francesa que prueba fortuna en la industria norteamericana después de sus experiencias en el cine galo, aunque la escasa relevancia de este papel no le permite demostrar sus cualidades.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film:

Película: El fraude. Título original: Arbitrage.
Dirección y guion: Nicholas Jarecki.
País: USA. Año: 2012. Duración: 107 min. Género: Drama, thriller.
Interpretación: Richard Gere (Robert Miller), Susan Sarandon (Ellen Miller), Tim Roth (Detective Michael Bryer), Laetitia Casta (Julie), Brit Marling (Brooke Miller), Nate Parker (Jimmy), Bruce Altman (Chris).
Producción: Laura Bickford, Justin Nappi, Kevin Turen y Robert Salerno.
Música: Cliff Martinez.
Fotografía: Yorick Le Saux.
Montaje: Douglas Crise.
Diseño de producción: Beth Mickle.
Vestuario: Joseph G. Aulisi.  

martes, 9 de octubre de 2012

PELÍCULAS PRESELECCIONADAS PARA EL OSCAR AL MEJOR FILM DE HABLA NO INGLESA 2013 (Selected films to qualify for the Academy Award for Best Foreign Language Film 2013)

La Academia Española de Cine ha preseleccionado la cinta "Blancanieves" para que represente a España en los Oscar del próximo año 2013. Algunos países han decidido no participar, como es el caso de Irán, por motivos políticos, pese a que en la pasada edición fue precisamente esa cinematografía la que se alzó con el preciado galardón con el largometraje "Nader y Simin, una separación" del cineasta Asghar Farhadi.

El Oscar a la mejor película de habla no inglesa se entregó por primera vez en 1947. Al principio -hasta 1949- se calificó como Premio Especial. Entre 1950 y 1955 (con excepción del año 1952, en el que no se entregó) se trató de un Premio Honorífico. Tanto los premios especiales como los honoríficos se entregaban a una película en concreto, sin que concurrieran otras candidatas. A partir de 1956 ya pasa a ser un premio como los demás, es decir, siguiendo el sistema de competición.
A lo largo de la Historia, ocho cintas de habla no inglesa han sido nominadas en la categoría de mejor película: la francesa "La gran ilusión" en 1938, la también francesa "Z" en 1969, la sueca "Los emigrantes" en 1972, la igualmente sueca "Gritos y susurros" en 1973, la italiana "Il Postino" en 1995, asimismo la italiana "La vida es bella" en 1998, la taiwanesa "Wo hu cang long" en el año 2000 y la estadounidense rodada en japonés "Cartas desde Iwo Jima" en 2006, aunque no fue elegible para optar a la estatuilla mejor película en lengua extranjera por ser una producción estadounidense.
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood establece que, para que una película pueda participar en esta categoría, debe cumplir con las siguientes reglas de elección:
 - Los diálogos deben ser predominantemente en un idioma o lengua diferente al inglés.
 - El largometraje debe ser producido fuera de Estados Unidos.
 - Debe haber sido estrenada en su país de origen en el año en que se entreguen los premios Oscar.
 - Debe haber sido expuesta durante, al menos, siete días consecutivos en una sala de cine comercial.
 - No debe ser estrenada o vista en internet o televisión antes de su estreno en el cine.
- Las películas de habla no inglesa serán presentadas a la Academia por sus respectivos países de origen y su producción tiene que ser total o mayoritariamente del país de origen.
- Cada país presentará sólo una película como candidata a esta categoría, que será elegida por una institución, comité o jurado de dicho país.
- Las películas presentadas también podrán optar a otras categorías siguiendo las normas que regulan éstas.
Italia, con trece estatuillas de un total de treinta candidaturas, es el país que más Oscar ha ganado en esta categoría.

Francia ha sido el país que más veces ha visto una película suya nominada (treinta y ocho).

España ha obtenido cuatro premios de entre diecinueve candidaturas.
Este año las películas que ya están preseleccionadas son las siguientes:

España: Blancanieves
Portugal: Sangue do meu sangue
Francia: Intouchable
Austria: Amour
Alemania: Barbara
Dinamarca: A Royal Affair
México: Después de Lucía
Chile: No
Brasil: O Palhaço
Rusia: Tigre blanco


A continuación el trailer de alguna de las candidatas
Portugal: Sangue do meu sangue
Dinamarca: A Royal Affair

viernes, 5 de octubre de 2012

SALVAJES (Savages)

El protagonista de la última novela del japonés Haruki Murakami titulada “Baila, baila, baila” es un buen escritor que, curiosamente, ya no se dedica a escribir libros. Con rigurosa profesionalidad, se encarga de redactar textos que, aunque son necesarios, a casi nadie le apetece encargarse de ellos. Se trata de artículos para revistas femeninas, reportajes sobre restaurantes para guías de viajes o escritos para publicaciones periódicas, entre otros. El personaje se justifica diciendo que equivale a quitar la nieve después de cada nevada. A ninguna persona le agrada ocuparse de ello pero se debe hacer y él lo hace con gran corrección. Por eso se autodefine como “un quitanieves cultural”, función que, desde el punto de vista artístico, no encaja en la faceta creativa de los profesionales de las letras.
  Recurriendo al símil, en la cinematografía de Oliver Stone se pueden diferenciar dos tipos de películas. Por un lado, aquéllas en las que él se implica emocionalmente, con las que logra que se refleje en pantalla no sólo una exquisita pulcritud técnica sino también una especial sensibilidad hacia los temas que trata. En este grupo se inscriben “Platoon”, “Nacido el cuatro de julio” o “J.F.K. Caso abierto”, sin duda sus mejores trabajos, que le han proporcionado al cineasta neoyorkino dos Oscar y ocho nominaciones a la estatuilla de entre tres galardones y once candidaturas a dichos premios. Dicho de otra manera, resulta evidente la vinculación de esos proyectos con su modo de entender la vida y el Séptimo Arte.
Pero, junto a ellos, figuran otras cintas más impersonales en las que, pese a seguir demostrando su habilidad narrativa, la calidad de los guiones y el interés de los personajes descienden notablemente, dando como resultado un producto final más vulgar, aun con una factura técnica y un envoltorio exterior atractivos. Es el caso de “Asesinos natos”, “Alejandro Magno”, “Giro al infierno” o “Wall Street 2”. Mi impresión es que Stone se comporta aquí como ese quitanieves cultural que cumple bien con su cometido pero que ni por asomo se acerca al listón que alcanza cuando se implica como artista, cuando manifiesta esa íntima conexión entre el creador y su obra.
“Salvajes” pertenece indudablemente al segundo grupo. Se trata de un largometraje bien realizado, de innegable calidad visual, con el ritmo exigible al género al que pertenece pero cuyo guion es bastante flojo, hasta el punto de que la historia podría haber sido rodada perfectamente por Robert Rodríguez sin aparente diferencia final. En este sentido, quienes hemos disfrutado y mucho con el mejor Oliver Stone salimos de la sala de proyección con un sabor de boca más bien amargo. Por lo demás, aquellos espectadores aficionados a la acción y a la violencia explícita que acudan al cine sin mayores expectativas podrán entretenerse durante dos horas, sin perjuicio de que ese entretenimiento sea transitorio y se olvide en poco tiempo.
Los actores que integran el reparto desempeñan sus papeles con desigual acierto. La nota negativa recae sobre Salma Hayek -estereotipada hasta la caricatura- y John Travolta –condenado aquí a no poder mostrar sus mejores registros interpretativos-. La positiva corresponde a Benicio del Toro -impecable en su recreación de sanguinario mejicano- y Blake Lively -que, a pesar de ser requerida por su indudable atractivo físico, apunta un prometedor futuro profesional. Del mismo modo que pudo presagiarse el éxito de Angelina Jolie como estrella del celuloide después de verla en “Inocencia interrumpida”, no es difícil aventurar que la joven Lively ocupará un lugar en el firmamento hollywoodiense en esta nueva década.

Trailer en castellano

Trailer en versión original


Datos del film:
Película: Salvajes. Título original: Savages.
Dirección: Oliver Stone.
País: USA. Año: 2012. Duración: 131 min. Género: Acción, drama, thriller.
Interpretación: Taylor Kitsch (Chon), Benicio del Toro (Lado), Blake Lively (O.), Aaron Johnson (Ben), Salma Hayek (Elena ‘La Reina’), John Travolta (Dennis Cane), Emile Hirsch (Spin), Demián Bichir (Alex).
Guion: Shane Salerno, Don Winslow y Oliver Stone; basado en la novela de Don Winslow.
Producción: Eric Kopeloff y Moritz Borman.
Música: Adam Peters.
Fotografía: Dan Mindel.
Montaje: Joe Hutshing, Stuart Levy y Alex Marquez.
Diseño de producción: Tomas Voth.
Vestuario: Cindy Evans.

miércoles, 3 de octubre de 2012

SUSAN SARANDON

Susan Abigail Tomalin, más conocida como Susan Sarandon, es una actriz y productora estadounidense de cine y televisión. Nació el 4 de octubre de 1946 en Nueva York. Ha ganado el Oscar a la mejor actriz, el Premio del Sindicato de Actores y el BAFTA en las mismas categorías. Es hija de Philip Leslie Tomalin, productor de televisión y de publicidad, y de Leonora Marie. Se casó con el también intérprete Chris Sarandon en 1967, utilizando artísticamente desde entonces el apellido de su marido, aunque se divorciaron en 1979. Posteriormente mantuvo relaciones sentimentales con el cineasta italiano Franco Amurri y, entre 1988 y 2009, con el actor Tim Robbins.

Comenzó a ganar cierta popularidad en los años setenta al intervenir en títulos como "Primera plana" (1974), película de Billy Wilder co-protagonizada por Jack Lemmon y Walter Matthau, "El carnaval de las águilas" (1975) junto a Robert Redford, "La pequeña" (1978), film del francés Louis Malle donde compartía reparto con Brooke Shields y, sobre todo, "The Rocky Horror Picture Show" (1975), musical de culto protagonizado también por Tim Curry y dirigido por Jim Sharman. Ya en la década de los ochenta compartió cartel con Burt Lancaster en la película "Atlantic City" (1980), de nuevo a las órdenes de Malle, que logró consagrarla como una de las mejores actrices del año merced a su nominación a la estatuilla de Hollywood. que finalmente recaería en Katharine Hepburn por "En el estanque dorado". Otro de sus conocidos largometrajes de aquella época fue "El ansia" (1981), realizado por el recientemente fallecido Tony Scott. Después siguió un periodo de escasa relevancia artística, excepción hecha de dos proyectos con cierta repercusión popular: "Las brujas de Eastwick" (1987), al lado de Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer y Cher, y "Los Búfalos de Durham" (1988), cinta de ambiente deportivo en la que le acompañaba Kevin Costner.
A partir de 1990 se inició su mejor etapa como actriz, enlazando diversas nominaciones al Oscar de forma casi consecutiva por sus actuaciones en "Thelma y Louise" (1991) de Ridley Scott, "El aceite de la vida" (1992) de George Miller y "El cliente" (1994) de Joel Schumacher. No logró las estatuillas, que recayeron respectivamente en Jodie Foster por "El silencio de los corderos" (1991), Emma Thompson por "Regreso a Howards End" (1992) y Jessica Lange por "Blue Sky" (1994). Para hacerse con él tuvo que esperar a que su, por entonces, compañero sentimental Tim Robbins la dirigiera en "Pena de muerte" (1995). En cualquier caso, su papel más emblemático llegó con la Louise de “Thelma y Louise” (1991) que, además de convertirse en un éxito mundial a nivel de taquilla, recibió  el  unánime reconocimiento de la crítica. Se trata de una road movie escrita por Callie Khouri y dirigida por Ridley Scott, en la que Geena Davis da vida a su compañera Thelma. Completan el  elenco Harvey Keitel  como un detective que investiga los crímenes de las dos fugitivas, Michael Madsen como el novio de Louise, Christopher McDonald como el marido de Thelma y Brad Pitt -en su primer papel importante en Hollywood -como un ladrón que engaña a las dos mujeres. La película obtuvo la estatuilla al mejor guion original.

Ha intervenido además en "A cualquier otro lugar" (2000) de Wayne Wang, "El compromiso" (2002) de Brad Silberling, "Elizabethtown" (2005) de Cameron Crowe, "Irresistible" (2006) -drama psicológico co-protagonizado por Sam Neill-, "Encantada" (2007) -fantasía en la que encarnaba a la bruja del cuento- y "En el valle de Elah" (2007) -dando vida a la esposa de Tommy Lee Jones-. Por el telefilm "Bernard and Doris "(2006), junto a Ralph Fiennes, fue candidata al Emmy a la mejor actriz en la categoría de  miniseries, así como a los Premios del Sindicato de Actores y al Globo de Oro. En 1995 recibió el premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián.

Algunas escenas de sus películas más conocidas:

THELMA & LOUISE


EL CLIENTE (en versión original)