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viernes, 12 de septiembre de 2025

DEL CIELO AL INFIERNO (Highest 2 Lowest)



En la excelente “American Fiction”, una de las mejores comedias norteamericanas de los últimos tiempos, su protagonista, interpretado por Jeffrey Wright, es un escritor que se rebela contra el estereotipo del hombre negro marginado, rapero y expresidario que se adorna con gruesas cadenas al cuello, lleva gorras de amplia visera y habla con una peculiar jerga en la que abundan los tacos. Se niega a que sus libros giren en torno a este tipo de personajes. Sin embargo, su editor le intenta hacer entender que, en su condición de creador, puede escribir libros para toda clase de públicos, desde el más erudito al partidario de historias cutres y sin complicaciones. Para convencerle, el empresario recurre al ejemplo de la marca de whisky “Johnnie Walker”, que comercializa diversas versiones de su popular bebida (etiqueta roja, negra, verde o azul) en función del bolsillo de los consumidores y de la exquisitez de sus paladares. De esta manera, él también publicaría novelas sesudas y complejas, a la par que folletines simples y básicos, para conseguir el mayor número posible de lectores. 

“Del cielo al infierno”, película de Spike Lee estrenada la semana pasada en Apple Tv, me recordó en gran medida a la trama y el mensaje de “American Fiction”, no tanto por la similitud en su calidad -donde no existe equivalencia alguna- como por la reiteración de estereotipos de raza negra que aparecen en pantalla.

Me sorprendió que un realizador como Lee, con cuya obra ha reivindicado abiertamente a la comunidad afroamericana, haya caído de modo reiterado en determinadas parodias. Este cineasta norteamericano, ganador de un Oscar por el guion de la notable “Infiltrado en el KKKlan” y referente cultural gracias a títulos inspirados en conflictos raciales, como “Haz lo que debas”, “Fiebre salvaje” o “Malcolm X”, parece haberse acomodado al rodar un largometraje con tintes de parodia pero que, a su vez, pretende dotar de intriga, suspense y pinceladas de debates éticos y morales. Ante semejante combinación, asistí a la proyección descolocado y con cierta perplejidad. Ni los personajes resultan creíbles, ni la parte cómica alcanza el nivel de gracia requerido, ni la tensión propia del “thriller” se percibe en ningún momento.

Se trata de una gran puesta en escena sobre la ostentación de los millonarios y la camaradería racial, expresadas a través de rimas de rap, llamativos choques de manos y excesiva recreación del tópico afroamericano. Sin embargo, la narración cinematográfica resulta débil y da lugar a un trabajo muy irregular. Siendo, por lo visto, una adaptación de la cinta de Akira Kurosawa “El infierno del odio” (1963), esta caricatura de Spike Lee hacia el maestro japonés ya no admite discusión.

Un exitoso productor musical se halla inmerso en una complicada negociación comercial y no termina de decidirse entre vender su sello discográfico o mantenerse en una industria que ha cambiado demasiado. En esas circunstancias, le llega la noticia de que han secuestrado a su hijo y le solicitan una importante suma de dinero, que está dispuesto a pagar. Pero la torpeza de los delincuentes conlleva que confundan a su vástago con el de su chófer por lo que, descubierto el error, se esfuma su intención de abonar el rescate. No obstante, ante la presión de su familia y de su círculo más cercano, accederá al canje del dinero por la persona, iniciando entonces una cruzada para descubrir y detener al secuestrador principal.   

Formando parte del equipo artístico figuran excelentes profesionales como Denzel Washington, premiado doblemente con la estatuilla dorada de Hollywood por sus actuaciones en “Tiempos de gloria” y “Día de entrenamiento”, y nominado en otras ocho ocasiones, lo que le consagra como uno de los destacados exponentes estadounidenses de la interpretación. Junto a él interviene Jeffrey Wright, también candidato al Oscar por la ya citada “American Fiction”, integrante de las sagas de James Bond y “Los juegos del hambre” y con apariciones en las relevantes “Los idus de marzo”, “Syriana” o “Basquiat”.




viernes, 22 de marzo de 2024

AMERICAN FICTION



En el ámbito de la industria cinematográfica destinado a la comercialización y distribución de las cintas suceden a veces paradojas difíciles de explicar. En principio, existe la regla no escrita según la cual los largometrajes reiteradamente nominados a los grandes premios disfrutan de una salida comercial más sencilla, y llegan al público y a las salas de exhibición con mayor facilidad. Sin embargo, toda regla posee sus excepciones. “American Fiction” ganó el Oscar al mejor guion adaptado y recibió otras cuatro nominaciones (entre ellas, las de mejor película y actor principal). Optó también en los Globos de Oro al galardón a mejor película en la categoría de comedia o musical, y fue considerado por el American Film Institute como uno los diez mejores filmes de 2023. Y, pese a todo ello, no se ha estrenado en las salas de Canarias ni ha tenido distribución en el resto de España. Ha llegado directamente a las plataformas y actualmente se puede ver en Amazon Prime. Me gustaría poder explicar el porqué, pero lo desconozco. En todo este asunto hay algo que se me escapa.

“American Fiction” constituye una sátira incisiva sobre las hipocresías y debilidades de la sociedad moderna en general, y de la norteamericana en particular, aunque tampoco resulta muy difícil extrapolar su ironía y su crítica a otras. A través del humor y la sorna, pone el dedo en la llaga sobre numerosas miserias intelectuales y corrientes de opinión mayoritarias basadas en endebles premisas y modas populares. En ese sentido, se alza como una de las apuestas más interesantes que he visto en mucho tiempo. Su director y también guionista, Cord Jefferson, se estrena en la pantalla grande con este trabajo, dando lugar a uno de los debuts más celebrados de los últimos años. Apenas lo conocíamos como escritor de la serie televisiva “Watchmen” y, de repente, acaba de recibir una estatuilla de la Academia de Hollywood que le augura un futuro prometedor.

Un escritor negro, consagrado pero frustrado, imparte clases en un instituto de la Costa Oeste estadounidense. Tras varios roces con los alumnos y con sus compañeros docentes a cuenta de cómo debe enseñarse la literatura en las aulas, termina cogiendo unas vacaciones forzadas para visitar a su familia, con la que mantiene igualmente una relación distante. A todo ese caos se suma su peculiar guerra con el mundo editorial, pues considera que se promocionan novelas mediocres que luego derivan en éxitos de venta. En una especie de arrebato, termina por escribir él mismo un texto donde ridiculiza la figura de los negros en la sociedad americana, pretendiendo demostrar de ese modo lo ridículo de los estereotipos que triunfan en las esferas literaria y artística. Enviado a las editoriales bajo seudónimo, se convierte para su sorpresa en el libro del año y en el objeto de deseo de varios estudios de Hollywood. Y así, sin pretenderlo, se ve inmerso en esa maquinaria comercial que tanto detesta, mientras trata de recomponer su maltrecha vida personal y familiar.

Bien narrada e interpretada, “American Fiction” representa mi estilo favorito de comedia, la que consigue hacer reír aunque se construya sobre una base dramática sólida y recurra más al sarcasmo y a la ironía que al chiste fácil. Pese a que en algún tramo de la proyección el ritmo y la intensidad decaen ligeramente, el resultado final supera el notable, conformando una muy recomendable obra que logra divertir, entretener y reflexionar.

Desempeñando una solvente actuación, se sitúa al frente del reparto el meritorio actor Jeffrey Wright, a quien hemos visto en títulos tan interesantes como “Los idus de marzo”, “Siriana” o “Presunto inocente” (su primera aparición en cine). Ha participado asimismo en varias entregas de las sagas de James Bond o “Los juegos del hambre”. Le acompañan John Ortiz (“El lado bueno de las cosas”, “American Gangster”), Sterling K. Brown (“Waves”, “Black Panther”) y Erika Alexander (“Déjame salir”).



viernes, 11 de marzo de 2022

THE BATMAN



A estas alturas de la Historia del Séptimo Arte, suponía un reto arriesgado abordar una nueva película sobre el personaje de Batman. La enorme proliferación de títulos con el hombre murciélago como protagonista, unida a la reciente y aclamada trilogía de Christopher Nolan encabezada por el actor Christian Bale, convertían tal propósito en una empresa difícil. Por ello, asumí con recelo la noticia del presente proyecto. Sin embargo, he de decir que el resultado final es, en términos generales, aceptable e, incluso, destacado en algún aspectos, si bien sigo anclando los tres largometrajes de Nolan en la cúspide de los filmes dedicados al célebre superhéroe de la factoría “DC Comics”. Su ritmo narrativo, su realización técnica y artística, su elenco y sus interpretaciones, así como la sólida combinación entre humor y acción, convierten a esas tres cintas en líderes indiscutibles, pero la propuesta de “The Batman” resulta cuando menos novedosa.

Cambia por completo las visiones de sus predecesoras y se sumerge en un universo lúgubre y pesimista en grado sumo. Desde su estética hasta su discurso, la propuesta se torna más siniestra. En este caso, la tristeza y la pesadumbre del héroe enmascarado, a las que se unen la plasmación de la corrupción y de la maldad generalizada, no dan opción a la gracia ni al divertimento ligero. Las tonalidades de la fotografía, la intensidad de la propia acción, las actuaciones de los actores y el contenido del guion se ponen al servicio de una trama oscura, tenebrosa y deprimente. Y en verdad se trata de un giro indispensable ya que, de lo contrario, nos hallaríamos ante una reiteración sin sentido. Se perciben sin disimulo ciertas influencias externas. Numerosas secuencias recuerdan a “Seven”, la magnífica obra de David Fincher o, dentro de su mismo género, a “Watchmen”. Obviamente, la gran obra protagonizada por Brad Pitt y Morgan Freeman se alza muy por encima de “The Batman”, pero refleja perfectamente el tono que se le ha querido dar a esta propuesta actual.

Entre sus fallos cabe señalar la duración claramente excesiva del metraje, que lastra parte de la tensión e intriga que recibe el espectador. Ese es un error grave. Asimismo, determinadas fases del relato avanzan con torpeza y algunos personajes no acaban de perfilarse con acierto. Aun así, y habida cuenta el riesgo asumido, merece cierta consideración por su apuesta visual.

Detrás de la cámara se sitúa Matt Reeves, de quien tuve conocimiento como realizador de la serie televisiva  “Felicity” y que, en su paso a la pantalla grande, se volvió bastante más retorcido, apostando por el terror de “Déjame entrar” (la versión interpretada por el nominado al Oscar por “El poder del perro” Kodi Smit-McPhee, y Chloë Grace Moretz) o por la ciencia ficción de “La guerra del planeta de los simios” y “El amanecer del planeta de los simios”. Posee una habilidad incuestionable para el rodaje de escenas que, como vía para subrayar el guion, dotan de la máxima rentabilidad a la escenografía y a la ambientación.

Y es que, aunque parezca una simplificación, el cine mayormente se dedica a contar dos tipos de historias (de amor o de lucha entre el bien y el mal) y en las segundas abundan cada vez más las que recalcan su matiz desesperanzador. Ciertamente, existen pocas razones para ser optimista en este mundo y, por ello, tendemos a evocar a un superhéroe justiciero que castigue a los malvados de un modo rápido e implacable. La novedad de “The Batman” estriba en que aquí el vengador deambula más deprimido que nunca ante el escaso éxito en su pugna por que triunfe el bien y parece que esa batalla sí se ha perdido.

Da vida al hombre murciélago Robert Pattinson, célebre por la saga de “Crepúsculo” y con participaciones en otros títulos de interés como “Z, la ciudad perdida” o “El faro”. Aunque no desentona como Batman, sí lo hace como Bruce Wayne. Le acompañan Zöe Kravitz (“Mad Max: Furia en la carretera”, “Divergente”), Paul Dano -que acrecienta su lista de perfiles estrambóticos y lunáticos (“Looper”, “Pequeña Miss Sunshine”, “Prisioneros” “Pozos de ambición”)-, Colin Farrell (“Al encuentro de Mr. Banks”, “Corrupción en Miami”), Jeffrey Wright (“Los idus de marzo”, “Casino Royale”, “Syriana”), Peter Sarsgaard (“El caso Fischer”, “An Education”) y John Turturro (“Quiz Show”, “Barton Fink”).