El listado de premios del Festival de Cine de Berlín es el siguiente
Oso de Oro - Mejor Película: 'Dreams (Sex Love)', de Dag Johan Haugerud
Oso de Plata - Gran Premio del Jurado: 'The Blue Trail', de
Gabriel Mascaro
Oso de Plata - Premio del Jurado: 'El mensaje', de Iván Fund
Oso de Plata - Mejor Dirección: Huo Meng por 'Living the Land'
Oso de Plata - Mejor Interpretación Protagonista: Rose Byrne por
'If I Had Legs I’d Kick You'
Oso de Plata - Mejor Interpretación de Reparto: Andrew Scott por
'Blue Moon'
Oso de Plata - Mejor Guion: Radu Jude por 'Kontinental '25'
Oso de Plata - Contribución Artística Sobresaliente: 'The Ice
Tower', de Lucile Hadžihalilovic
Premio FIPRESCI: 'Bajo las banderas, el sol', de Juanjo Pereira
Oso de Oro - Mejor Cortometraje: 'Lloyd Wong, Unfinished', de
Lesley Loksi Chan
Premio del Jurado Mejor Cortometraje: 'Ordinary Life', de Yoriko
Mizushiri
Mejor Documental: 'Holding Liat', de Brandon Kramer
Mejor Documental - Mención Especial: 'La memoria de las
mariposas', de Tatiana Fuentes Sadowski y 'Canone effimero', de Gianluca y
Massimiliano De Serio
Mejor Primera Película: 'The Devil Smokes (and Saves the Burnt
Matches in the Same Box)', de Ernesto Martinez Bucio
Mejor Primera Película - Mención Especial: 'We Believe You', de
Arnaud Dufeys y Charlotte Devillers
Rodar una película sobre el Capitán América sin el Capitán América resultaba arriesgado, aunque algún precedente similar ya había existido. Así, en la saga del agente Jason Bourne se estrenó un largometraje con la ausencia de Matt Damon y su célebre personaje (“El legado de Bourne”, en cuyo reparto figuraban Jeremy Renner, Rachel Weisz y Edward Norton). Sea como fuere, no deja de sonar forzado continuar un serial sin contar con su máximo protagonista, pero la tentación de seguir exprimiendo una fórmula altamente rentable se torna muy elevada, por más que, en ocasiones, haya empezado a mostrar señales de debilidad y agotamiento.
Entre 2011 y 2016 llegó a las pantallas una trilogía sobre este popular héroe de cómic (“Capitán América: el primer vengador”, “Capitán América y el soldado de invierno” y “Capitán América: Civil War”), tres entretenidas producciones que alcanzaron un nivel aceptable. De zanjarse las propuestas en aquel momento, se hubiera podido hablar de un gran éxito de taquilla, valorándose además sus aspectos cinematográficos. Sin embargo, se lanzó una franquicia paralela (“Los Vengadores”), que incluía “Los Vengadores”, “Vengadores: La era de Ultrón”, “Vengadores: Infinity War” y “Vengadores: Endgame” y que, por lo menos a mí, me provocó una notable saturación y un regusto final bastante cansino.
Como en cualquier otro ámbito, conviene saber cuándo parar y cuándo llevar a cabo un replanteamiento, una reflexión que ha pasado de largo para la Marvel. En todo caso, la recaudación siempre manda para esta productora experta en superproyectos en los que reincidir, repetir e insistir sobre las mismas ideas y con idénticas herramientas. ¿Hubo acaso necesidad, tras los tres filmes iniciales de Tobey Maguire como “Spiderman”, de recaer de nuevo, esta vez con Andrew Garfield? ¿O no fue acaso surrealista (siendo benévolo) recurrir a tres actores en una misma cinta para dar vida al hombre araña? Convendría que alguien se atreviera por fin a manifestar, parafraseando al astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13, “Marvel, tenemos un problema”. Y el problema, obviamente, no estriba en el presupuesto, a la vista de los ingresos estratosféricos, sino en la carencia de arte y creatividad.
Uno de los amigos del Capitán América, “Falcon”, antiguo militar norteamericano, miembro de “Los Vengadores” y heredero del escudo que antes portaba Steve Rogers, conoce al recién elegido Presidente de los Estados Unidos. El ex soldado tendrá que dar la talla ante una nueva amenaza que expande sus ocultos tentáculos a nivel internacional, llegando hasta las más altas esferas de la política.
Obviamente, disponer de ciento ochenta millones de dólares facilita la consecución de importantes avances técnicos y de cierto grado de entretenimiento, pese a que el guion se vuelva farragoso y poco elaborado, dando lugar a una trama quebradiza. A mi juicio, no se equipara en ningún modo a su trío de antecesoras, ni tampoco explica la razón por la que se ha filmado bajo el halo de un personaje inexistente.
Captain America: Brave New World repite como “Falcon”, a quien ha interpretado en numerosas ocasiones, tanto en la pantalla grande como en la pequeña. Al margen de sus trabajos para la factoría Marvel, ha participado en algunos títulos relevantes como “Million Dollar Baby”, de Clint Eastwood o “En tierra hostil”, de Kathryn Bigelow, hace más de tres lustros. Parece que ahora ha centrado su carrera en este personaje y, con independencia de entender tal decisión, considero que ese encasillamiento limita su progresión profesional. El famosísimo Harrison Ford encarna al principal mandatario estadounidense, como hiciera en “Air Force One”, y la sólida carrera de este mito del Séptimo Arte no se verá enturbiada por su caracterización como líder político de turbio pasado.
Les acompañan Danny Ramirez (“Top Gun: Maverick”), Shira Haas (“María Magdalena”) y Tim Blake Nelson (“La delgada línea roja”, “Minority Report”)
El título original de “Fuera de la ley” (“Greedy People”, “gente codiciosa”), creo que se ajusta mejor a esta pretendida comedia con toques de suspense. Si bien cuenta con algunas escenas graciosas que invitan a la diversión, se trata de una propuesta escasamente elaborada, plena de situaciones forzadas y de giros pintorescos. Y, pese a que estos recursos suelen ser habituales en las películas que utilizan el humor como hilo conductor, a la larga la endeblez del guion y el exceso de disparates empujan al largometraje a un nivel medio: no destaca por nada en particular y logra el aprobado gracias a destellos graciosos que le permiten cumplir la función de mero pasatiempo.
Durante su visionado no puede evitar acordarme de “Un plan sencillo”, film de Sam Raimi rodado en 1998, en el que abordaba temáticas similares, aunque con acierto y calidad muy superiores. Como regla general, el dinero rápido acarrea serios problemas y coloca a los individuos ante encrucijadas inimaginables, convirtiéndose en una fuente inagotable de creación de personajes interesantes, tramas intensas y entretenimiento de calidad. En este caso concreto, apreciándose el esfuerzo por alcanzar tales objetivos e, incluso, lográndolos parcialmente en diversos tramos del metraje, predomina una acusada tendencia hacia la risa fácil que, por lo que a mí respecta, rara vez funciona.
Dos policías que desempeñan su labor en un tranquilo pueblo se ven envueltos de pronto en un insólito y rocambolesco crimen que les conduce a una enorme cantidad de dinero en efectivo. Ante la posibilidad de convertirse en millonarios, encadenan una serie de decisiones que degeneran en un cúmulo de complicaciones, al tiempo que el número de personas interesadas en el botín también se incrementa.
Dirige la cinta Potsy Ponciroli, cuyo anterior trabajo (“Old Henry”) fue considerado por la National Board of Review una de las diez mejores muestras de cine independiente de 2021, participando asimismo en la Mostra de Venecia del citado año. Western de acción dramática, nada tiene que ver con este “Fuera de la ley”, que presenta un estilo claramente desenfadado.
Agradará a buen seguro al tipo de público que se interesa y engancha con sucesos criminales que se desarrollan en la denominada América profunda, ya popularizados en títulos como la excelente “Fargo”. Obviamente, no adquiere la categoría de la obra de hermanos Coen, cuyo guion e interpretaciones la supera con claridad, pero el repertorio de conductas torpes, inauditas y chuscas de ese interior geográfico estadounidense dan lugar a una clase de humor lo suficientemente entretenido como para pasar casi dos horas delante de una pantalla.
Figuran en el reparto numerosas caras conocidas. Himesh Patel y Joseph Gordon-Levitt interpretan a los dos agentes. El primero ha intervenido en comedias como “No mires arriba” o “Yesterday” y, cambiando de registro, en el casting de “Tenet”. El segundo debutó profesionalmente en 1992 con “Beethoven: Uno más de la familia”, después se puso a las órdenes de Robert Redford en “El río de la vida” y, más tarde, triunfó en “(500) días juntos”, “Lincoln”, “Origen” y “El caballero oscuro: La leyenda renace”, ambas últimas bajo la batuta de Christopher Nolan.
En el apartado femenino se encuentran Lily James (“Baby Driver”, “La sociedad literaria y el pastel de patata”) y Uzo Aduba (“American Pastoral”). A cargo de un papel secundario, les acompaña el protagonista de la mencionada “Old Henry”, el siempre singular Tim Blake Nelson (“La delgada línea roja”, “Syriana”, “Minority Report”).
Existen innumerables películas que reflejan la responsabilidad y el frenesí asociados a la profesión periodística. “Todos los hombres del presidente” (1976), “Los archivos del Pentágono” (2017), “Spotlight” (2015), “Al filo de la noticia” (1987) o “El dilema” (1999) son sólo algunos ejemplos de excelentes trabajos cinematográficos construidos alrededor del oficio desplegado por los medios de la comunicación. Circunstancia similar ocurre con el eterno conflicto árabe-israelí. “Múnich” (2005), “Paradise Now” (2005), “Gaza Mon Amour” (2020), “Los limoneros” (2008) o “Éxodo” (1960) constituyen una pequeña muestra de títulos dedicados a este enfrentamiento sin solución entre dos pueblos. “Septiembre 5” aúna ambos temas en un trepidante e intenso largometraje que, desde el punto de vista del entretenimiento, nada tiene que envidiar a las más costosas cintas del género de acción.
Con una ambientación impecable y unas actuaciones muy efectivas, transmite la tensión y la inmediatez que acarrea el hecho de contar las noticias mientras suceden. A cargo de un ajustado metraje que ronda los noventa minutos, rezuma emoción e intriga gracias a un guion trabajado e inteligente y a una dirección acertada y precisa, dando lugar a un filme notable que hará las delicias de quienes sientan debilidad por el universo de los noticiarios.
Su realizador, Tim Fehlbaum, un suizo de cuarenta y dos años bastante desconocido hasta la fecha, había participado en el Festival de Cine de Sitges con sus dos únicos trabajos anteriores (“Hell” (2011) y “The Colony” (2021), ambos dentro de la ciencia ficción y el thriller). Sin embargo, en este tercer proyecto se despoja de cualquier recreación relacionada con la fantasía y el terror para abordar unos hechos históricos que merecen ser recordados y nunca olvidados.
La cobertura mediática de los Juegos Olímpicos se transforma en 1972, cuando varios periodistas deportivos norteamericanos deben retransmitir en vivo el secuestro un grupo de atletas israelíes. Ante tan trascendental cambio de registro informativo, un joven y ambicioso productor pretende demostrar su valía ante su jefe, un ejecutivo de la pequeña pantalla. Los profesionales de la cadena se encuentran inesperadamente ante la responsabilidad de una emisión en directo. A contrarreloj, víctimas de rumores contradictorios y con la vida de los rehenes en juego, habrán de tomar decisiones difíciles y enfrentarse a sus propios dilemas éticos.
Cuenta con una nominación a los Oscars (guion original) y ya ha obtenido una candidatura a los Globos de Oro (película dramática). Sin duda, se trata de una buena película, creíble y amena, que logra entretener y que ofrece una recreación altamente lograda a nivel técnico y artístico. Ese ambiente de oficina, a menudo claustrofóbico, y los diálogos que allí se establecen, generan un caldo de cultivo efervescente que se traslada a los espectadores. Y, aunque tal vez pase desapercibida en la cartelera, yo volveré a visionarla con agrado cuando se exhiba en plataformas.
Forman parte del elenco Peter Sarsgaard (visto en títulos como “Blue Jasmine”, “An Education”, “Algo en común” y “Pena de muerte”, Ben Chaplin (“La delgada línea roja”, “Asesinato… 1, 2, 3”, “La verdad sobre perros y gatos”) y John Magaro (“Vidas pasadas”, “La gran apuesta”, “Capitán Phillips”).
Entre los secundarios figuran Leonie Benesch (“La cinta blanca”, “Sala de profesores”), Zinedine Soualem (“El odio”, “Bienvenidos al Norte”) o Corey Johnson (“El mauritano”, “United 93”).