domingo, 9 de febrero de 2025

SEPTIEMBRE 5 (September 5)



Existen innumerables películas que reflejan la responsabilidad y el frenesí asociados a la profesión periodística. “Todos los hombres del presidente” (1976), “Los archivos del Pentágono” (2017), “Spotlight” (2015), “Al filo de la noticia” (1987) o “El dilema” (1999) son sólo algunos ejemplos de excelentes trabajos cinematográficos construidos alrededor del oficio desplegado por los medios de la comunicación. Circunstancia similar ocurre con el eterno conflicto árabe-israelí. “Múnich” (2005), “Paradise Now” (2005), “Gaza Mon Amour” (2020), “Los limoneros” (2008) o “Éxodo” (1960) constituyen una pequeña muestra de títulos dedicados a este enfrentamiento sin solución entre dos pueblos. “Septiembre 5” aúna ambos temas en un trepidante e intenso largometraje que, desde el punto de vista del entretenimiento, nada tiene que envidiar a las más costosas cintas del género de acción. 

Con una ambientación impecable y unas actuaciones muy efectivas, transmite la tensión y la inmediatez que acarrea el hecho de contar las noticias mientras suceden. A cargo de un ajustado metraje que ronda los noventa minutos, rezuma emoción e intriga gracias a un guion trabajado e inteligente y a una dirección acertada y precisa, dando lugar a un filme notable que hará las delicias de quienes sientan debilidad por el universo de los noticiarios. 

Su realizador, Tim Fehlbaum, un suizo de cuarenta y dos años bastante desconocido hasta la fecha, había participado en el Festival de Cine de Sitges con sus dos únicos trabajos anteriores (“Hell” (2011) y “The Colony” (2021), ambos dentro de la ciencia ficción y el thriller). Sin embargo, en este tercer proyecto se despoja de cualquier recreación relacionada con la fantasía y el terror para abordar unos hechos históricos que merecen ser recordados y nunca olvidados. 

La cobertura mediática de los Juegos Olímpicos se transforma en 1972, cuando varios periodistas deportivos norteamericanos deben retransmitir en vivo el secuestro un grupo de atletas israelíes. Ante tan trascendental cambio de registro informativo, un joven y ambicioso productor pretende demostrar su valía ante su jefe, un ejecutivo de la pequeña pantalla. Los profesionales de la cadena se encuentran inesperadamente ante la responsabilidad de una emisión en directo. A contrarreloj, víctimas de rumores contradictorios y con la vida de los rehenes en juego, habrán de tomar decisiones difíciles y enfrentarse a sus propios dilemas éticos.

Cuenta con una nominación a los Oscars (guion original) y ya ha obtenido una candidatura a los Globos de Oro (película dramática). Sin duda, se trata de una buena película, creíble y amena, que logra entretener y que ofrece una recreación altamente lograda a nivel técnico y artístico. Ese ambiente de oficina, a menudo claustrofóbico, y los diálogos que allí se establecen, generan un caldo de cultivo efervescente que se traslada a los espectadores. Y, aunque tal vez pase desapercibida en la cartelera, yo volveré a visionarla con agrado cuando se exhiba en plataformas.  

Forman parte del elenco Peter Sarsgaard (visto en títulos como “Blue Jasmine”, “An Education”, “Algo en común” y “Pena de muerte”, Ben Chaplin (“La delgada línea roja”, “Asesinato… 1, 2, 3”, “La verdad sobre perros y gatos”) y John Magaro (“Vidas pasadas”, “La gran apuesta”, “Capitán Phillips”). 

Entre los secundarios figuran Leonie Benesch (“La cinta blanca”, “Sala de profesores”), Zinedine Soualem (“El odio”, “Bienvenidos al Norte”) o Corey Johnson (“El mauritano”, “United 93”). 




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