FOXCATCHER

Bennett Miller es un buen cineasta que gusta de rebuscar en acontecimientos históricos para traducirlos a imágenes y mejorar así su versión. Debutó en 2006 con “Capote”, que le reportó una nominación al Oscar al mejor director. Se trataba de un biopic sobre el célebre escritor norteamericano que, si bien no le supuso la estatuilla dorada, sí fue a parar a manos de su actor principal, el tristemente fallecido Philip Seymour Hoffman. Cosechó después un notable éxito de crítica y público con “Moneyball: rompiendo las reglas”, una agradable y simpática cinta que contaba con notables interpretaciones y un acertado guión. Con ella se consolidó como un realizador especializado en dotar a los personajes del protagonismo merecido y de construir a su alrededor el grueso de la narración. Insiste ahora en la temática deportiva con “Foxcatcher” aunque, para ser sincero, creo que este título poco o nada tiene que ver con el deporte. Pese a la trama que desarrolla y al escenario en el que tiene lugar, Miller continúa diseccionando la personalidad de sus protagonistas y rodando un film más intimista de lo que deparaba una mera lectura de su sinopsis. 

Basado en hechos reales, el largometraje cuenta la historia del luchador estadounidense Mark Schultz, medalla de oro en las Olimpiadas de Los Ángeles, que fue invitado a la magnífica mansión del rico y excéntrico heredero John du Pont para formar parte de su equipo de entrenamiento de alto nivel, con la intención de preparar una nueva selección para los Juegos Olímpicos de Seúl. Schultz, siempre a la sombra de su hermano -también medallista y extraordinario deportista-, accede con la esperanza de desarrollar su potencial y superarse tanto a sí mismo como a su hermano, aunque su deseo resultará más complicado de lo previsto. Este trasfondo invita al espectador a pensar que verá un emocionante largometraje deportivo que explote la tensión trepidante de las competiciones, la intensidad de las victorias y la emotiva superación de los conflictos familiares pero, en realidad, no es así. Por ello, si se entra en la sala de proyección con esas expectativas, lo más probable es que la abandone decepcionado. 

“Foxcatcher” es un film de difícil clasificación. Drama psicológico, en ocasiones a ritmo de thriller, en ocasiones con un sosiego meramente contemplativo, ofrece el reflejo de unas mentes que deambulan por el límite de la cordura y que, a veces, desembocan en una siniestra patología. Su estilo narrativo excesivamente pausado contagia todo el metraje de una cadencia lánguida que potencia el excéntrico comportamiento del magnate protagonista. Por esa razón, es posible que desespere a los espectadores proclives a una acción más ágil y apasionada, puesto que aquí encontrarán largos silencios junto a una música relajante mientras se suceden los entrenamientos de lucha. Asimismo, asistirán a una galería de personajes introvertidos y a una visión muy particular del patriotismo. 

Personalmente, valoro sus méritos y alabo el notable trabajo de Miller. Sin embargo, considero excesivo el aluvión de reconocimientos que está recibiendo: cinco nominaciones a los Oscar (director, guión original, maquillaje, actor principal y actor secundario), tres a los Globos de Oro (película dramática y ambos intérpretes) y opciones de premios en un sinfín de certámenes en estos últimos meses. 

Las interpretaciones se alzan como la mejor baza de la cinta, aunque el compás excesivamente ralentizado que impone el director y su pretensión de ser trascendente e incluso místico, terminan por lastrar el resultado final. Sus tres actores principales realizan una gran labor. Steve Carrell se aleja de sus papeles cómicos disparatados (“Superagente 86”, “Como Dios”, “Virgen a los 40”) y apuesta por el drama con gran solvencia. Por su parte, Mark Ruffalo lleva mucho tiempo demostrando su valía profesional y sin duda seguirá siendo candidato en el futuro a los principales premios de la profesión.

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Trailer en versión original

Datos del film

Película: Foxcatcher.
Dirección: Bennett Miller.
País: USA. Año: 2014. Duración: 129 min. Género: Biopic, drama.
Interpretación: Steve Carell (John du Pont), Channing Tatum (Mark Schultz), Mark Ruffalo (Dave Schultz), Sienna Miller (Nancy), Vanessa Redgrave (Jean du Pont).
Guion: E. Max Frye y Dan Futterman.
Producción: Bennett Miller, Jon Kilik y Anthony Bregman.
Música: Rob Simonsen.
Fotografía: Greig Fraser.