En estos días se celebra el 50 aniversario del estreno de “El gatopardo”, película dirigida en 1963 por el realizador italiano Luchino Visconti y que se basa en la novela homónima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Dicha cinta incluye un amplio plantel de actores de renombre internacional, como el estadounidense Burt Lancaster, el francés Alain Delon y la también italiana Claudia Cardinale. El compositor Nino Rota (ganador de un Oscar por la música de "El Padrino II) es el autor de su banda sonora, mientras que Giuseppe Rotunno (famoso operador de “All that Jazz” o “Amarcord”) se encarga de la fotografía.
Este largometraje se ha distribuido en varias versiones. La primera de todas ellas -que suele tomarse como referencia- tenía una duración de 205 minutos pero, al ser considerada excesivamente larga, Visconti redujo su metraje a 185 minutos. Otra, editada por la 20th Century Fox en inglés, dura 161 minutos. En España se realizó una tercera de 151 minutos. Calificada como una de las obras esenciales del cine europeo de los años sesenta y entre las más destacadas del cineasta, fue estrenada en Italia el 28 de marzo de 1963.
La acción tiene lugar en la época de la Unificación en torno al Piamonte -cuyo artífice fue Cavour- y se desarrolla en Palermo. Los protagonistas son Don Fabrizio, Príncipe de Salina (Burt Lancaster) y su familia, cuya vida se ve alterada tras la invasión de Sicilia por las tropas de Garibaldi en 1860. Para alejarse de los disturbios, se refugian en la casa de campo que poseen en Donnafugata en compañía del joven Tancredi (Alain Delon), sobrino predilecto de Don Fabrizio y simpatizante del movimiento liberal de unificación.
Tras el estreno de "Rocco y sus hermanos" en 1961, Visconti dedica a este rodaje todo el año siguiente. En un inicio, pensó en Marlon Brando, Laurence Olivier y Anthony Quinn para encarnar al Príncipe pero hoy nadie pensaría en otro actor que no fuera Burt Lancaster para abordar este personaje, gracias a su gama de registros soberbios e inolvidables. Al menos al principio, el rodaje no resultó sencillo. Lancaster se encontraba en el cenit de su carrera y Visconti pretendía guiarlo y transformarlo en el modelo que de Fabrizio tenía en la cabeza. «El primer encuentro con Burt Lancaster fue violento -recuerda Claudia Cardinale-. Habíamos ensayado el baile con un maestro. Luchino exigía que lo bailáramos a la perfección. Burt acababa de llegar al set. Era su primera escena, le dolía mucho la rodilla y las cosas salieron mal. En cuanto Luchino lo advirtió, se puso a gritar y le dijo que no le importaba toda aquella historia de 'divo', ni el esguince que había sufrido por ser un joven deportista». Después de éste y algún otro encontronazo delante de todo el equipo técnico, el actor norteamericano se entregó sin resistencia al cineasta, logrando una de sus interpretaciones más recordadas. No se puede decir lo mismo de Alain Delon, con quien ya había trabajado en armonía en "Rocco y sus hermanos'". En esta ocasión, las relaciones entre ambos fueron tensas. Si el realizador quería que ensayara una escena, el actor desaparecía, originando una borrasca en el set. En cambio, con Claudia Cardinale la relación fue extraordinaria, descubriendo en ella su sensualidad terrestre y salvaje, una belleza que se mueve entre el erotismo y la inocencia -uno de los elementos más fundamentales para él-. La mezcla de idiomas fue una complicación añadida. Delon y Cardinale debían usar tres: el francés cuando hablaban entre ellos, el inglés cuando lo hacían con Lancaster y el italiano con todos los demás. Además, se realizaban dos tomas de cada escena, una en italiano y otra en inglés para el estreno en Estados Unidos. Luchino Visconti era muy exigente y minucioso, obsesivo y sin horario. Como ejemplo de ello, pasaba revista uno a uno a los más de cien extras que participaban en el film. Los técnicos comenzaban su jornada por la mañana y finalizaban de madrugada. La famosa secuencia del baile, que dura 45 minutos, tardó 48 días en ser rodada y toda la leyenda que circula sobre ella es cierta, desde los kilos de flores frescas enviadas a diario desde San Remo hasta los platos recién hechos y todavía humeantes. En definitiva, tal y como rememora Cardinale, «en el set, Luchino era el amo absoluto. Hasta al productor le costaba ser admitido allí». Así transcurrió una andadura que se inició el 14 de marzo y finalizó el 28 de diciembre de 1962.
"El gatopardo" recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes, una nominación a la estatuilla de Hollywood y otra (para Alain Delon) al Globo de Oro.
Banda sonora de la película
Trailer de la película
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