Se cumplen treinta años del estreno en Norteamérica de la película “El club de los poetas muertos”. Si bien llegó a las pantallas el 2 de junio de 1989 en Toronto y, de forma muy limitada, en muy pocas salas de Estados Unidos, fue una semana más tarde cuando se proyectó masivamente en las salas de todo el país logrando un gran éxito. Pese a su modesto presupuesto, logró recaudar más de doscientos treinta millones de dólares a nivel mundial.
El argumento gira en torno a la prestigiosa academia estadounidense Welton, cuyo lema es “Tradición, honor, disciplina y excelencia”. Ambientada a mediados del siglo XX, tan elitista y tradicional institución recibe a un nuevo profesor de literatura llamado John Keating (Robin Williams). Los alumnos esperan a un docente convencional. Sin embargo, en su encuentro inicial, el maestro les pide que salgan de clase y, en medio de un pasillo, les recita un poema que el escritor Walt Whitman dedicó al presidente Abraham Lincoln: "Oh capitán, mi capitán" También les enseña el significado del aforismo latino “carpe diem”. Algunos de los chicos, intrigados, investigan su pasado y descubren que formó parte del “Club de los poetas muertos” y cuando le preguntan directamente sobre el asunto, él les explica que los miembros de dicho grupo se reunían en una cueva, escribían poesía, pensaban libremente y expresaban sus emociones. Rápidamente, los jóvenes deciden crear un nuevo "Club de los poetas muertos".
La cinta ganó el Oscar al mejor guión y estuvo nominada a mejor película, mejor director y mejor actor principal. Algunos de sus diálogos, secuencias y frases resultan, sin duda, memorables:
- “Todos necesitamos ser aceptados, pero deben entender que sus convicciones son suyas, les pertenecen (...) aunque toda la manada diga: ¡no está bien! Robert Frost dijo: "Dos caminos divergen en un bosque y yo tomé el menos transitado de los dos, y aquello fue lo que cambió todo". Quiero que encuentren su propio camino.”
- “Me interné en los bosques porque quería vivir intensamente; quería sacarle el jugo a la vida, desterrar todo lo que no fuese vida, para así no descubrir en el instante de mi muerte que no había vivido.”
- “Oh mi yo, oh vida de sus preguntas que vuelven del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios. ¿Qué hay de bueno en estas cosas? Respuesta: Que tú estás aquí, que existe la vida y la identidad, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso, ¡que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso!”
- “El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro y examinándote de la asignatura fundamental, el amor, para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida.”
- “Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta.”
- “No olviden que, a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería, son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor, son cosas que nos mantienen vivos.”
Escenas de la película
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