Todos los géneros cinematográficos poseen sus propios límites que, una vez traspasados, provocan que la esencia se desnaturalice y se ceda a la mera reiteración de tópicos y a la plasmación sin alma de los relatos. Sucede así con las películas románticas que caen en la cursilería, las comedias que pecan de chabacanas, las cintas de acción que se convierten en puro desenfreno irrealista o los dramas que buscan la lágrima fácil. Esa frontera entre la creación artística que conecta con el público y el despropósito que le satura y resbala por sus pupilas sin penetrar un ápice en su interior depende, en gran medida, de cada espectador que es, en definitiva, quien construye la linde divisoria entre lo que le gusta y lo que le disgusta. En mi opinión, “Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo” (no entiendo esta duplicidad del título en inglés y en español) es un melodrama que se pierde en el laberinto de la pena y la sensiblería sin un guion sólido al que aferrarse, ni una idea creativa que contar.
No se puede negar que Felix van Groeningen es un director interesante, no siendo para nada habitual que un cineasta belga ruede un largometraje como “Alabama Monroe”, sin duda su mejor trabajo, con esa estética de vaqueros de la América profunda con sombreros tejanos y música country. Nominado al Oscar al mejor film de habla no inglesa y galardonado en los Premios del Cine Europeo, en el Festival de Tribeca y en los César franceses, más allá de su chocante presentación visual y musical, alberga una corrosiva presentación del amor, con sus luces y sus sombras. Pero si en aquel destacado trabajo la trama poseía una innegable enjundia y la narración podía calificarse de vanguardista, en su último estreno peca demasiado pronto de un desesperado y fallido intento de trascender, usando para ello una fórmula para exprimir el dolor y la melancolía como si de un videoclip musical se tratase.
Cuenta la historia de supervivencia, recaída y recuperación de una familia que lidia con la adicción a las drogas de su hijo adolescente. El menor, aparentemente encantador y querido por todos, termina arrastrando con él a quienes le rodean, en especial a su padre, poniendo a prueba esos incondicionales lazos de unión a causa de la desesperación.
Más allá de reiterar las evidencias de un problema con el que resulta lógico empatizar, el metraje avanza centrado en la monotonía, toda vez que el motor que lo impulsa es uniforme y constante, circunstancia que no remedian ni los saltos en el tiempo ni los prolongados minutos musicales. Algunas de sus secuencias resultan muy emotivas y a buen seguro conmoverán tanto a afectados como a no afectados por experiencias similares. Sin embargo, para llevar a cabo una recreación de casi dos horas, los argumentos utilizados por Van Groeningen no bastan.
Tanto en los Globos de Oro como en los BAFTA este título obtuvo la candidatura en la categoría de mejor actor secundario y, ciertamente, las actuaciones son lo mejor de la obra. Los dos intérpretes principales realizan un trabajo honesto y efectivo, por lo que poco o nada se les puede reprochar en relación al resultado global. El primero es Steve Carell que, aunque fue inicialmente encasillado en el género de la comedia y no siempre de forma afortunada, a posteriori ha sabido demostrar su valía como actor, revelando unas aptitudes sobresalientes. Muestras como “Pequeña Miss Sunshine”, “Foxcatcher”, “La gran apuesta”, “Café Society” o “La batalla de los sexos” han eclipsado, por fortuna, sus apariciones en otros tan prescindibles como “Virgen a los 40” o “Como Dios”. El segundo es Timothée Chalamet, célebre y reconocido pese a su juventud gracias a sus trabajos en las notables “Call Me by Your Name” y “Lady Bird”. Sobre él recayeron las nominaciones antes mencionadas. Ambos reúnen la mayor brillantez de “Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo”. Les acompaña Maura Tierney, cuya carrera se halla más centrada en la pequeña pantalla a través de series como “The Affair”, “The Good Wife” o “Urgencias”.
Trailer en castellano
Trailer en versión original
Datos del filme
Título original: Beautiful Boy
Año: 2018
Duración: 111 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Felix Van Groeningen
Guion: Luke Davies, Felix Van Groeningen (Memorias: David Sheff, Nic Sheff)
Fotografía: Ruben Impens
Reparto: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan
Año: 2018
Duración: 111 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Felix Van Groeningen
Guion: Luke Davies, Felix Van Groeningen (Memorias: David Sheff, Nic Sheff)
Fotografía: Ruben Impens
Reparto: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan
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