MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA (Magic in the Moonlight)

Con impecable regularidad, Woody Allen retorna año tras año a la gran pantalla con una nueva película. No existe otro realizador capaz de emular la rutina artística del neoyorkino. Su producción cinematográfica se desarrolla de manera constante desde hace más treinta años, lo que le convierte en uno de los nombres más prolíficos de la historia reciente del Séptimo Arte, aunque, obviamente, sus trabajos no pueden mantener el mismo nivel de calidad. Los hay más o menos brillantes, más o menos divertidos y más o menos originales pero lo peor de Allen será siempre infinitamente mejor que la media, particularmente dentro del género de la comedia. 

Es el cineasta que atesora más nominaciones a los Oscar -veinticuatro candidaturas y cuatro estatuillas-, la mayoría de ellas como guionista, pero también como actor y director, contradiciendo esa idea tan generalizada como errónea de que no logra ser profeta en su tierra y de que es en Europa donde se aplaude realmente su talento. No obstante, resulta innegable que su vinculación con el Viejo Continente se ha estrechado en los últimos tiempos y es en él donde rueda y donde primero tienen lugar sus estrenos, relegando a un segundo plano al mercado estadounidense. 

Acompañado de sus habituales señas de identidad en la forma (los característicos títulos de crédito, la música de jazz, los colores cálidos para captar las imágenes) y en el fondo (los diálogos audaces, cínicos y ágiles), presenta ahora “Magia a la luz de la luna”, donde recrea una serie de situaciones divertidas de la mano de unos peculiares personajes, aunque la trama resulte un tanto insulsa. En otras palabras, la historia en sí misma no es atractiva ni interesante, pero las frases ingeniosas e hilarantes que Allen pone en boca de los protagonistas influyen positivamente en ese clima de comicidad que pretende, particularmente con el personaje de Colin Firth, un pesimista, cascarrabias y egocéntrico mago que se cree el centro del universo y que va lanzando con su lengua envenenada unos dardos tan grotescos como desternillantes. Sus intervenciones son el punto fuerte del film y provocan la sonrisa del público con facilidad. Sin embargo, tras un análisis global, se evidencia que el guion del cineasta se ha convertido en un argumento endeble y en una acción irregular. En ese sentido, cabe destacar que la escasa duración del metraje juega a su favor, toda vez que alargar la proyección hubiera supuesto revelar todavía más las carencias de esta fábula. 

En definitiva, se trata de uno de sus largometrajes considerados menores, alejado de la brillantez de los primeros títulos y de algunos más recientes (“Match Point”, “Midnight in Paris”, “Blue Jasmine”) pero, a pesar de ello, agradable de ver. El reparto es, como de costumbre, de primerísima fila. No en vano, la mayoría de los intérpretes esperan ansiosos la llamada del mítico cineasta para colaborar con él. 

Junto al ya citado Colin Firth (Oscar al mejor actor por “El discurso del rey” y que dispone de las mejores frases de la película) figuran la pujante Emma Stone, actriz de gran futuro cuyo talento quedó sobradamente demostrado en “Criadas y señoras” o “Birdman” (este papel le acaba de reportar una candidatura a los Independent Spirit Awads) y, de un modo más secundario, Marcia Gay Harden (ganadora de una estatuilla dorada por “Pollock”), Simon McBurney (“Red de mentiras”, “El topo”) y Eileen Atkins (“Las horas”, “Cold Mountain”). Su próximo proyecto, aún sin bautizar, contará con la participación de Joaquín Phoenix y, nuevamente, de Emma Stone. Ojalá el popular cómico estadounidense nos ofrezca esta vez su mejor versión.

Trailer en castellano

Trailer en versión original

Datos del film

Película: Magia a la luz de la Luna.
Título original: Magic in the moonlight.
Dirección y guion: Woody Allen.
País: USA. Año: 2014. Género: Comedia dramática.
Interpretación: Colin Firth (Stanley), Emma Stone (Sophie), Marcia Gay Harden (Sra. Baker), Jacki Weaver (Grace Catledge), Eileen Atkins (tía Vanessa), Hamish Linklater (Brice Catledge), Simon McBurney (Howard Burkan), Catherine McCormack (Olivia).
Producción: Letty Aronson, Edward Walson y Stephen Tenenbaum.
Fotografía: Darius Khondji.
Diseño de producción: Anne Seibel.
Vestuario: Sonia Grande.