Si con frecuencia me resulta incomprensible esta manía (casi epidemia) cada vez más habitual de rodar nuevas versiones, todavía me cuesta más entender que sean los mismos profesionales que han rodado un largometraje quienes vuelvan a filmarlo con otros actores y otra financiación pero con la misma historia y sin variaciones sustanciales. En estos casos, la falta de originalidad y creatividad se hace aún más patente.
Baltasar Kormákur es un actor, productor y director islandés que hace apenas cuatro años presentó una película titulada Reykjavik Rotterdam. Intervenía en la producción de aquel proyecto y participaba también como intérprete. Ahora se encarga de su remake como realizador y contando con el mismo guionista. El hecho es que nos enfrenta sustancialmente a una trama igual, con los idénticos personajes y similar estilo.
Puedo comprender que existan razones económicas y estratégicas para esta reincidencia, habida cuenta que el film europeo pasó desapercibido y apenas tuvo repercusión en las salas de proyección. Su versión norteamericana, gracias a la colaboración de populares estrellas en los principales papeles, recaudó sesenta y seis millones de dólares en Estados Unidos, lo que para una inversión de veinticinco millones puede calificarse de resultado aceptable y, sobre todo, de buen comienzo para emprender futuros proyectos en una industria tan compleja como la anglosajona. El problema es que, dejando a un lado esas motivaciones de rentabilidad económica y desde un punto de vista exclusivamente artístico no destaca por ningún aspecto, aunque tampoco se le pueda achacar deficiencias técnicas ni defectos en el ritmo o en la narración. Se instala en esa tierra de nadie que ocupan los títulos que no son ni buenos ni malos.
Es el relato de un joven ex delincuente que, tras abandonar el mundo sórdido y peligroso de los bajos fondos, se ve obligado a volver a él por culpa de su cuñado, envuelto en un lío con un clan mafioso. Quienes no hayan visto la cinta original y, en general, los aficionados a este género que sean principiantes y no hayan visionado cientos de filmes similares, contarán con hora y media de cierto entretenimiento. Sin embargo, a los que hemos asistido a centenares de ejemplos similares, la falta de originalidad nos pesa como una losa y nos impide recomendarla.
Su protagonista, Mark Wahlberg, recrea con corrección un tipo de personaje que conoce a la perfección, el individuo de buen corazón pero, muy a su pesar, marginal y arrastrado por acontecimientos que le impiden salir de la ciénaga en la que se desenvuelve. En The Fighter, a las órdenes de David O. Russell, bordó un papel muy similar –aunque alejado del mundo del contrabando- pero, a diferencia de ésta, la película contaba con un gran guion y con personajes muy interesantes. Tanto es así que obtuvo dos estatuillas de Hollywood en 2011, aunque ninguna de ellas recayó para este intérprete. En definitiva, se trata de un buen actor que tan solo necesita mejores proyectos profesionales
Película: Contraband.
Dirección: Baltasar Kormákur.
Países: USA y Reino Unido. Año: 2012. Duración: 110 min. Género: Thriller.
Interpretación: Mark Wahlberg (Chris Farraday), Kate Beckinsale (Kate Farraday), Ben Foster (Sebastian Abney), Giovanni Ribisi (Tim Briggs), Lukas Haas (Danny), J.K. Simmons (capitán Camp), Diego Luna (Gonzalo), Caleb Landry Jones (Andy), David O’Hara.
Guion: Aaron Guzikowski; basado en la película “Reykjavík-Rotterdam” (2008), escrita por Arnaldur Indridason y Óskar Jónasson.
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Baltasar Kormákur, Stephen Levinson y Mark Wahlberg.
Música: Clinton Shorter.
Fotografía: Barry Ackroyd.
Montaje: Elísabet Ronaldsdóttir.
Diseño de producción: Tony Fanning.
Vestuario: Jenny Eagan.
4 comentarios:
Pues yo soy de las del segundo grupo, de las que ya ha visto historias similares, hay más en cartelera que me llama mucho la atención, esta creo que la dejaré pasar de momento.
Sí, yo también me apunto a ese segundo grupo. Haces bien dejándola pasar. Es prescindible. Un saludo.
Buenas tardes, he visto la película, no es una mala trama, Mark Wahlberg está correcto. Es una película para elegir verla como segunda opción, nunca como primera creo. No es de las peores películas del año en su género. Aún así me quedó antes con Drive o El Invitado o incluso Bajo Amenaza Saludos! Buena semana!
Como ya dije en la crítica, no se puede calificar de mala película, pero tampoco de buena y, si a eso añadimos que es un trama copiada de otro film anterior (en su primera versión europea) y que carece de algún aliciente novedoso o creativo, la conclusión final que yo saco es que carece de interés, pese a que, como dices tú, como segunda opción pueda entretener a ratos y su realización sea correcta. Un saludo.
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