George Clooney lleva varios años demostrando que es un cineasta todo terreno. Después de haber superado con buena nota el difícil tránsito de la televisión al cine, ya atesora en su currículum trabajos muy notables en su triple faceta de intérprete, guionista y realizador. Su fama de seductor y galán cómico no impide que también se le considere uno de los directores más interesantes del actual panorama cinematográfico. Un Oscar al mejor actor secundario por Syriana, tres nominaciones más a la estatuilla dorada por Michael Clayton, Up in the Air y Los descendientes, alabanzas y reconocimientos a su labor de escritor en Buenas noches y buena suerte y una participación múltiple en la producción, dirección, interpretación y guión de Los idus de marzo demuestran que nos hallamos ante un profesional serio, solvente y creativo.
Sinceramente, considero que los reconocimientos que ha obtenido esta película en forma de una nominación a los premios de la Academia de Hollywood al mejor guion adaptado, al BAFTA en la misma categoría y las cuatro candidaturas a los Globos de Oro (en esta ocasión, incluyendo mejor película, director y actor) no son suficientes para recompensar a un film tan inteligente, entretenido y bien interpretado. Particularmente, creo que esta visión crítica e intensa de las campañas presidenciales norteamericanas atesora calidad a raudales y pone de manifiesto que detrás este proyecto se esconde un cineasta de altura. Es cierto que siento una especial predilección por los largometrajes que abordan temáticas centradas en asuntos electorales, en sistemas de gobierno y en tramas políticas y, por ello, soy un espectador muy receptivo a este tipo de historias. Pero, al margen de mis preferencias, hay que reconocer que esta cinta posee uno de los guiones más ágiles, mordaces e interesantes de 2011. A través de unos personajes bien perfilados y de unos diálogos brillantes, Clooney sumerge al espectador en una intriga que le engancha y que ya no le suelta hasta el final de la proyección.
Además, asistimos a una serie de duelos interpretativos muy destacados. Su protagonista, Ryan Gosling, culmina un año de gracia después de su acertada actuación en Drive gracias a un personaje como Stephen Meyers, marcado por los dilemas morales y por las encrucijadas personales. En papeles más secundarios le acompañan Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y Evan Rachel Wood, cuyas notable interpretaciones encajan a la perfección con sus personajes, creíbles y bien definidos. De seguir en esta línea de obras comprometidas y valientes, George Clooney se convertirá en un cineasta de culto, sin perjuicio de que participe ocasionalmente en algunas superproducciones cómicas o de acción destinadas a un espectro de público más amplio, el de palomitas y grandes ingresos en taquilla. Pero, si se analiza con detenimiento su carrera profesional, habrá que concluir que aquellos títulos en los que se implica personalmente reflejan una calidad incuestionable. Su próximo proyecto, en esta ocasión solo como actor, lo colocará a las órdenes del director mexicano Alfonso Cuarón y en compañía de Sandra Bullock y, como ya sucediera en Solaris, retornará a ese género que se extiende entre la ciencia ficción y el thriller. A buen seguro será muy interesante.
Sinceramente, considero que los reconocimientos que ha obtenido esta película en forma de una nominación a los premios de la Academia de Hollywood al mejor guion adaptado, al BAFTA en la misma categoría y las cuatro candidaturas a los Globos de Oro (en esta ocasión, incluyendo mejor película, director y actor) no son suficientes para recompensar a un film tan inteligente, entretenido y bien interpretado. Particularmente, creo que esta visión crítica e intensa de las campañas presidenciales norteamericanas atesora calidad a raudales y pone de manifiesto que detrás este proyecto se esconde un cineasta de altura. Es cierto que siento una especial predilección por los largometrajes que abordan temáticas centradas en asuntos electorales, en sistemas de gobierno y en tramas políticas y, por ello, soy un espectador muy receptivo a este tipo de historias. Pero, al margen de mis preferencias, hay que reconocer que esta cinta posee uno de los guiones más ágiles, mordaces e interesantes de 2011. A través de unos personajes bien perfilados y de unos diálogos brillantes, Clooney sumerge al espectador en una intriga que le engancha y que ya no le suelta hasta el final de la proyección.
Además, asistimos a una serie de duelos interpretativos muy destacados. Su protagonista, Ryan Gosling, culmina un año de gracia después de su acertada actuación en Drive gracias a un personaje como Stephen Meyers, marcado por los dilemas morales y por las encrucijadas personales. En papeles más secundarios le acompañan Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y Evan Rachel Wood, cuyas notable interpretaciones encajan a la perfección con sus personajes, creíbles y bien definidos. De seguir en esta línea de obras comprometidas y valientes, George Clooney se convertirá en un cineasta de culto, sin perjuicio de que participe ocasionalmente en algunas superproducciones cómicas o de acción destinadas a un espectro de público más amplio, el de palomitas y grandes ingresos en taquilla. Pero, si se analiza con detenimiento su carrera profesional, habrá que concluir que aquellos títulos en los que se implica personalmente reflejan una calidad incuestionable. Su próximo proyecto, en esta ocasión solo como actor, lo colocará a las órdenes del director mexicano Alfonso Cuarón y en compañía de Sandra Bullock y, como ya sucediera en Solaris, retornará a ese género que se extiende entre la ciencia ficción y el thriller. A buen seguro será muy interesante.
Película: Los idus de marzo. Título original: The ides of march.
Dirección: George Clooney.
País: USA. Año: 2011. Duración: 101 min. Género: Drama.
Interpretación: Ryan Gosling (Stephen Meyers), George Clooney (gobernador Mike Moris), Philip Seymour Hoffman (Paul Zara), Paul Giamatti (Tom Duffy), Marisa Tomei (Ida), Jeffrey Wright (senador Thompson), Evan Rachel Wood (Molly), Max Minghella (Ben).
Guion: George Clooney, Grant Heslov y Beau Willimon; basado en la obra “Farragut North”, de Beau Willimon.
Producción: George Clooney, Grant Heslov y Brian Oliver.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Phedon Papamichael.
Montaje: Stephen Mirrione.
Diseño de producción: Sharon Seymour.
Vestuario: Louise Frogley.
Premios y nominaciones:
Premios Oscar de la Academia de Hollywood: Nominada al Mejor Guion adaptado: George Clooney, Grant Heslov y Beau Willimon
Premios BAFTA: Nominado al Mejor Guion adaptado: George Clooney, Grant Heslov y Beau Willimon y al Mejor Actor Secundario: Philip Seymour Hoffman
Globos de Oro: Nominada a la Mejor Película, Mejor Actor: Ryan Gosling, Mejor Director: George Clooney, Mejor Guion Adaptado: George Clooney, Grant Heslov y Beau Willimon
2 comentarios:
Hola Gerardo!
Tienes un gran blog ! Yo participo en motor, espero que te guste mi blog.
Saludos,
Ricard
Muchas gracias Ricard. También me he pasado por tu blog y es impresionante. Un saludo.
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