Este mes se cumplen treinta años del estreno mundial de “Memorias de África” , largometraje estadounidense dirigido por Sydney Pollack y protagonizado por Meryl Streep y Robert Redford. Está basado en varios libros (uno de ellos, autobiográfico) de la escritora danesa Karen Blixen, así como en “Isak Dinesen: The Life of a Story Teller” (pseudónimo utilizado por Blixen), de Judith Thurman y en “Silence Will Speak”, de Errol Trzebinski. La adaptación del guión corrió a cargo de Kurt Luedtke.
A comienzos del siglo XX, Karen Blixen (Meryl Streep) decide casarse con su primo lejano, el barón Bror Blixen-Finecke (Klaus Maria Brandauer) e irse a vivir a Kenia, entonces una de las colonias británicas de África, para dirigir una plantación de café. Su matrimonio de conveniencia pronto se viene abajo, debido al carácter mujeriego de su marido y a la falta de amor entre ambos. Su sueño se ve truncado además por las dificultades económicas de los cafetales, aunque se siente feliz porque poco a poco se encuentra más a gusto con el lugar y su gente. Conoce allí a un aventurero, Denys Finch Hatton (Robert Redford), que le hace recobrar la alegría de vivir. Pero sus visiones del amor difieren demasiado, ya que él no concibe la vida sin su independencia y ella precisa de un compañero estable para compartirla. Cuando un incendio destruye las cosechas, Karen se arruina y tiene que regresar a Europa. Aunque para aquel entonces ya están separados, Denys se ofrece a ayudarla pero Karen rechaza su oferta. Justo antes de su partida, Denys sufre un accidente con su avioneta y fallece, siendo enterrado en las colinas de Ngong y constituyendo su recuerdo el motivo de la autobiografía de la escritora.
El romance encandiló a Hollywood, obteniendo la cinta siete de los once Oscar a los que optaba (película, director, dirección artística, guión adaptado, fotografía, banda sonora y sonido). En todo caso, su triunfo no sorprendió a nadie, dado que dos meses antes ya había ganado tres Globos de Oro, incluido el de mejor película dramática.
No puedo ocultar la debilidad que siento por este largometraje. Me confieso un gran admirador de su realizador y de la pareja protagonista. No obstante, y al margen de mis preferencias, se trata de una obra sobresaliente que proporciona maravillosas secuencias, memorables diálogos e interesantísimos personajes y conflictos, envueltos todos ellos en unas inolvidables fotografía y banda sonora. A pesar de haberla visto en innumerables ocasiones, confío en seguir haciéndolo en el futuro.
Varias escenas de la película (en versión original y en castellano)
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