Considero a Will Smith un buen actor pero que no siempre participa en buenos proyectos. Aunque haya sido su condición de cómico la que le ha proporcionado fama mundial, es en el terreno del drama donde ha demostrado unas dotes interpretativas dignas de alabanza. Su interpretación del boxeador Muhammad Ali filmada por el gran realizador Michael Mann da fe de ello. De hecho, y pese a la admiración que siento también por el actor Denzel Washington, defiendo que el Oscar de aquel año tendría que haber ido a parar a manos de Smith, cuya interpretación resultó mucho más redonda que el que su compañero exhibió en Training Day. Asimismo, otras cintas como En busca de la felicidad, La leyenda de Bagger Vance o Seis grados de separación avalan la tesis de que lo demostrado en el biopic del mítico boxeador no fue ni una casualidad ni una excepción. Smith, además, se desenvuelve perfectamente en el género de acción (por ejemplo, Soy Leyenda es un título muy digno) y, por supuesto, en la comedia, para la que posee una habilidad innata, capaz de provocar la sonrisa con su mera aparición en pantalla y la risa en el momento en que comienza a hablar.
No obstante, esa capacidad de hacer reír puede ser a veces un problema, ya que tanto productores como directores hacen recaer sobre sus hombros todo el peso de los films. Creen que si Smith da la talla los espectadores lo pasarán bien, sin necesidad de prestar atención a otros elementos imprescindibles como el guión, la ambientación, el resto de personajes o la propia narración. Y esto es precisamente lo que sucede en Men in Black 3. Para quienes disfrutamos con este intérprete de Filadelfia, su visión nos asegura ratos puntuales de diversión pero, analizada en su conjunto, la mediocridad del producto final salta a la vista. Actores de extraordinario nivel como Tommy Lee Jones y Emma Thompson dan cierta pena en sus vanos intentos de imitar las virtudes cómicas del protagonista y queda patente el hecho de estar ante un proyecto diseñado con un fin exclusivamente recaudatorio y centrado en la vis cómica de un único intérprete. Por este camino, el séptimo arte se desprestigia.
El otrora gran director de fotografía Barry Sonnenfeld (fue operador de Cuando Harry encontró a Sally, Muerte entre las flores o Misery) dio el salto a la realización en 1991 con La familia Adams y su posterior secuela y se ha convertido en el responsable (en toda la extensión del término) de las tres entregas de Men in Black. En mi opinión, su mejor título es, sin ninguna duda, la comedia Cómo conquistar Hollywood, protagonizada por unos sensacionales John Travolta, Gene Hackman, Danny Devito y Rene Russo. Travolta ganó el Globo de Oro al mejor actor gracias a su personaje de Chili Palmer y la cinta logró otras dos nominaciones en las categorías de mejor película y mejor guión, demostrando que con los elementos necesarios se puede rodar una excelente comedia que, para que no lo olviden, es algo más que una concatenación de “gags”.
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Datos del film:
Película: Men in Black 3. Trailer en castellano
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Datos del film:
Dirección: Barry Sonnenfeld.
País: USA. Año: 2012. Duración: 106 min. Género: Acción, ciencia-ficción, comedia.
Interpretación: Will Smith (agente J), Tommy Lee Jones (agente K), Josh Brolin (agente K joven), Alice Eve (agente O joven), Emma Thompson (agente O), Jemaine Clement (Boris el Animal), Michael Stuhlbarg (Griffin), David Rasche (Agente X), Bill Hader (Andy Warhol).
Guion: Etan Cohen; basado en el cómic de Lowell Cunningham.
Producción: Laurie MacDonald y Walter F. Parkes.
Música: Danny Elfman.
Producción ejecutiva: Steven Spielberg y G. Marc Brown.
Fotografía: Bill Pope.
Montaje: Don Zimmerman.
Diseño de producción: Bo Welch.
Vestuario: Mary E. Vogt.
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