Santa
Cruz de Tenerife es ya una capital con mayor número de cines cerrados que
abiertos. Varios edificios que antaño acogieron salas de proyección se
encuentran ahora acumulando polvo y sufriendo la decrepitud propia de la
ausencia total de actividad. Los Multicines Oscar, Greco y Price, junto con el
Cine Víctor, suman diecinueve pantallas que han cesado de trasladar imágenes.
Cada vez llegan a Canarias menos películas y las opciones de acceder a la enorme
variedad de propuestas del Séptimo Arte se reducen, por no decir que se
eliminan. Yo lo denomino “ultraperiferia cinematográfica”, como símil a la
condición de algunas regiones que, como nuestro archipiélago, tienen reconocida
diversos territorios de la Unión Europea.
El
monopolio de determinadas distribuidoras impone cada vez más un concreto tipo
de producciones. Así, después de soportar las nuevas versiones de “Jurassic
World”, “Superman” y “Sé lo que hicisteis el último verano”, la originalidad
llama a la puerta (nótese la ironía) con otra adaptación de “Los cuatro fantásticos”,
mientras el pasado fin de semana se estrenaba en otros puntos de España la
cinta italiana “Leer 'Lolita' en Teherán”, la danesa “Condenados” o la francesa
“Mi querida ladrona”. La primera, ciertamente, puede visionarse en los
laguneros Multicines Tenerife en una sesión diaria. Pero, como estreno en
sentido estricto, son “Los cuatro fantásticos” quienes disponen de infinidad de
pases. En estos momentos, el mayor impulso cinematográfico de nuestra isla
corre a cargo de los responsables de “Charlas de cine” y de los miembros del
Aula de Cine de la Universidad de La Laguna, cuya encomiable labor incluye
también la reposición de clásicos. Así están las cosas.
Por lo
tanto, como me fue imposible asistir en ese horario a “Leer 'Lolita' en
Teherán” para realizar mi crítica semanal, no tuve más remedio que recurrir a
“Los cuatro fantásticos”. Ya en 2005 fui testigo del film protagonizado por
Jessica Alba, Chris Evans, Ioan Gruffudd y Michael Chiklis, así como de su
posterior secuela, por lo que confieso que me enfrenté a esta reciente aventura
con escasa predisposición.
Encarnan
de por sí a unos súper héroes que no me agradan especialmente, a lo que se
añade mi saturación por este subgénero. No descarto, pues, que esa barrera
previa me impidiese disfrutar de la obra. En cualquier caso, la previsibilidad
de la trama no puede compensarse con su considerable inversión en los aspectos
técnicos. Para no variar, vuelvo a ir a contracorriente. Leo críticas elogiosas
plagadas de estrellas en las puntuaciones referidas al entretenimiento. Yo, sin
embargo, tan sólo percibo una reiteración sin sentido y que no aporta nada.
Un casi
debutante Matt Shakman, cuya trayectoria como realizador se ha desarrollado en
episodios puntuales de numerosas series televisivas como “A dos metros bajo
tierra”, “House”, “The Good Wife”, “Juego de tronos” o “The Great”, se sitúa
detrás de la cámara. Realiza su trabajo con corrección, ofreciendo una
narración ágil y coherente. A mi juicio, el problema no radica tanto en la
dirección cuanto en la deriva actual de la industria del cine entendido como
arte.
En cuanto
al elenco, y pese a que el título aluda a cuatro personajes, todo gira en torno
al papel de Vanessa Kirby, quien tan pronto aparece en franquicias de éxito
como “Fast and Furious” o “Misión imposible”, como en proyectos más
arriesgados, novedosos y frescos (“Fragmentos de una mujer” -por cuya actuación
recibió una nominación al Oscar), “El mundo que viene”) o en comedias
románticas (“Antes de ti”). Junto a ella intervienen Pedro Pascal (“Gladiator
II”, “The Mandalorian”), Joseph Quinn (también “Gladiator II”, “Un lugar
tranquilo: Día 1”), Ralph Ineson (“La bruja”, “Misántropo”) y Julia Garner
(“Las ventajas de ser un marginado”, “The Americans” -excelente serie de
televisión-).